Un dios que se confabula con el diablo para destrozarle la vida al mas justo y leal de sus "siervos", asesinando incluso a sus hijos, para terminar apareciendose ante Job para decirle que él es bien fregón y que quien es job para reclamar. Ah eso sí lo "compensa" con más hijos y riquezas, como si eso supliera a los 7 previos que asesinó por divertirse junto con el diablo.
¿Esa es la bondad divina? ¿eso es lo que esperamos de dios?
Update:MIDORI: Has perdido un hijo? es obvio que no. ¿le devolvió el doble? ¿acaso un hijo se puede sustituir con otro? Por que le devolvió 10 hijos, se supera la perdida de los otros 7? Por favor......eso es IGNORANCIA, que fácil es hablar a lo estúpido cuando no se conoce de lo que se está hablando. Ojala tu "bondadoso y amoroso" dios, nunca le permita al diablo que te pruebe, pero si lo hace.... veremos que tan leal eres.
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Pues, es obvio que no aguantas nada, jamas serias como el buen Job, que gacho no ??...saludos !
Si has leido de el libro de Job, te daras cuenta que todo empezo con la PRUEBA que SATANAS le puso a job, como te daras cuenta no fue DIOS fue SATANAS,y sabes por que lo sometio a esta prueba por que el era fiel a Dios. Satanas afirmo que Job servía a Dios solo por lo que obtenia a cambio. Tambien afirmo que que si se ponia prueba Job, este se volveria contra Dios, puesto que esto tenia que ver con los motivos de Job, Jehova respondio al desafio de Satanas y PERMITIO no CAUSO, que SATANAS LO PUSIERA A PRUEBA. De esta forma quedaría claro si Job amaba a Dios o no. Job1:10,11 dice:"¿NO has puesto tu mismo un seto protector alrededor de Job y alrededor de su casa y alrededor de todo lo que tiene...? la obra de sus manos has bendecido, y su ganado mismo se ha extendido en la tierra. Pero para variar, sírvete alargar la mano y toca todo lo que tiene, y ve si no te maldice en tu misma cara"
Job lo perdio todo hasta su salud pero a pesar de sus desgracias no peco Job1:22 "Job no peco ni atribuyo nada impropio a Dios·"
Al igual que ahora Job no sabia que era SATANAS quien habia provocado sus desgracias. Como el no conocía los detalles del desafío del Diablo ala Soberania de Jehová, temia que Dios fuera el causante de sus problemas, pero aun asi se mantuvo integro, o leal a los ojos de Jehová. Y no solo eso: con su conducta fiel , Job demuestrá que era falsa la acusación de satanas de que servia a Dios por motivos egoistas, esta lealtad de Job le permitio a Jehová dar una firme respuesta al desafio insultante de Satanas. Y como puedes ver Jehová recompenso la lealtad de Job el DOBLE, ya que le dio mucho mas de lo que habia perdido Job42:12-17
Esta cuestion del DESAFIO DE SATANAS tiene que ver con nosotros hoy en dia, pero nosotros debemos de demostrar que amamos a Dios fielmente al igual que JOB
pongamoslo de esta manera si no existiera dios, existen los hombres y mujeres, que representamos lo bueno y lo malo que dios conoce, tu pienzas`para que paso toda esa tortura, piensalo,fue realmente una tortura, o debemos a un ejemplo como ese que nos da esperanza de vida, todos tenemos un job sea mujer o hombre, pero nos da esperanza,el no era malo , era justo, pero , despues de la prueba algo cambio, era diferente, su belleza, es muy diferente la belleza de un hombre o una mujer despues de haber pasado la prueba,es diferente, todos mas de alguna vez en la vida hemos pasado lo mismo, la diferencia es como superamos las pruebas de la vida seremos como un job, fiel al señor, que se, maldijo el dia que nacio pero no a dios, nosotros somos los unicos capacez de salir adelante pero sin desconfiar de dios,dios los ama aqui el malo es el diablo tu diras, como se manifiesta en estos ,dios,cuando, nos enferma, cuando nos da flojera, cuando nos da pesimismo, cosas, que el que quiere superar,lo que supero job ,este consejo es que no escuchemos la voz del diablo que da pesimismo , si no la de dios, que tiene el poder que nos bendiga de verdad.
Te adjunto un artículo que leí sobre Job que, me parece, te ayudará a entender más el propósito de Dios.
Job... la clave para saber por qué Dios permite el mal
EL LIBRO de Job siempre ha sido sumamente elogiado como una obra maestra de la literatura. Y se dice que esto es así a pesar de que el libro sufre mucho al ser traducido del hebreo a cualquier otra lengua. Así, Martín Lutero, quien lo tradujo al alemán, expresó esta queja: “Job está sufriendo más por mi versión que por los desafíos escarnecedores de sus amigos.”
Pudiera decirse que el mismo hecho de que tan sublime obra de escritura se haya compuesto unos treinta y cinco siglos atrás en medio de alrededores pastorales arguye a favor de la inspiración divina de este poema sagrado. Y treinta y nueve de sus cuarenta y dos capítulos son poesía.
Pero ¡qué lamentable es que en el caso de la mayoría de las personas el aprecio que le tienen a la belleza del libro de Job esté acompañado de no poder comprender lo que su Autor divino, Jehová Dios, se propuso enseñarnos al haber hecho que se registrara! De hecho, muchos individuos que profesan gran aprecio a la belleza de este libro hasta dudan de su historicidad, y alegan que es simplemente una alegoría que se basa en un cuento folclórico.
Sin embargo, negar que el libro de Job esté diciendo lo que en realidad aconteció es ir contra la razón y la Escritura. ¿Por qué? Porque Job está alistado junto con otros dos hombres fieles que tienen un lugar asegurado en la historia, en Ezequiel 14:14, 20: “Si estos tres hombres resultaran estar en medio de ella: Noé, Daniel y Job, ellos mismos por su justicia librarían [solo] su alma.” ¿Estaría alistado Job con Noé y Daniel si en verdad nunca hubiera vivido?
Más que eso, el discípulo Santiago señala a Job como ejemplo de aguante paciente: “¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño y misericordioso.” (Sant. 5:11) Si Job en realidad no hubiera vivido, y simplemente hubiese sido una figura alegórica, ¿de qué estímulo les serviría a los cristianos que se esfuerzan diligentemente por aguantar? Sí, un autor puede hacer que un personaje alegórico aguante toda clase de cosas por medio de su imaginación, pero ¿de qué ayuda les sería todo eso a criaturas imperfectas que en realidad pasaran por pruebas de aguante? ¡De absolutamente ninguna ayuda! No, para que podamos volvernos hacia Job en busca de estímulo, él en realidad tiene que haber vivido.
¿Y qué propósito tiene el libro de Job? Suministra una clave para el problema más desconcertante de la humanidad: ¿Por qué permite Dios el mal? O: ¿por qué permite Dios que los inocentes sufran daño?
¿Sabe usted por qué permite Él esto? Por el libro de Job podemos ver que Jehová lo ha permitido por una jactancia que presentó su adversario, Satanás el Diablo, a saber: que él podía apartar de Dios a todo hombre. Sí, Satanás alegó que Jehová Dios no merece que se le tema y se le adore y que la única razón por la cual los hombres sí le obedecen es para lograr ganancia egoísta para ellos mismos. Satanás se jactó de que si Dios le permitía atacar a Job, un hombre muy recto, Satanás podría hacer que Job maldijera a Dios. Dios aceptó el desafío y dejó que Satanás le causara toda clase de penalidad y sufrimiento a Job. El nombre de Job significa “objeto de hostilidad,” y ciertamente fue objeto de la hostilidad de Satanás. Pero Satanás no logró poner a Job contra Dios. Job así apoyó a Jehová como el Soberano legítimo y propio y Aquel que merece que se le tema y se le adore.
¿QUIÉN? ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE? ¿QUÉ?
¿Quién escribió el libro de Job, y cuándo? Críticos modernos insisten en que no se puede saber quién fue su escritor, y le ponen fecha tan tardía como la del siglo sexto a. de la E.C. Sin embargo, hay razón para creer que fue escrito muchos, muchos siglos antes y nada menos que por Moisés. En los escritos de Moisés hay partes, tanto en poesía como en prosa, que se parecen mucho a partes de Job. También, doctos hebreos y cristianos primitivos opinaron que Moisés lo escribió.
¿Cuándo y dónde vivió Job? El relato revela que Job vivió cuando en ninguna parte de la Tierra había nadie semejante a él. De modo que debe haber vivido después de la muerte del fiel patriarca José y antes de que se hubiese levantado a Moisés como profeta de Jehová, entre los siglos decimoséptimo y decimosexto a. de la E.C. Vivió en la tierra de Uz, ubicada en lo que hoy conocemos como Arabia.
En el libro de Job se pudieran distinguir cinco partes diferentes: Primera, el porqué de la tragedia de Job. Segunda, los discursos de Job y de sus tres amigos. Tercera, los discursos de Eliú, quien corrige a los cuatro oradores anteriores. Cuarta, las declaraciones formales que hace Jehová Dios mismo. Quinta, el resultado.
LA PRUEBA DE DIOS
El libro principia con información acerca del proceder sin culpa y recto de Job, acerca de su familia y de que disfrutaba de gran prosperidad material. Luego se nos suministra una vista del cielo, donde Satanás se presenta entre hijos leales de Dios en la presencia de Jehová. Dios llama la atención de Satanás al proceder recto de Job, lo cual da a entender que la cuestión había surgido antes. En substancia, Jehová le dijo a Satanás: ‘De modo que tú alegas que no hay ni un solo hombre en la Tierra que me tema y practique la justicia. ¿Qué hay de mi siervo Job?’ Y Satanás replica: ‘¿Ah, sí? Seguro que te sirve. ¡Pero mira lo próspero que lo has hecho... 7.000 ovejas, 3.000 camellos, y así por el estilo! ¡Quítale todo lo que tiene y verás lo que verdaderamente piensa de ti!’ Jehová acepta el desafío y permite que Satanás prive a Job de todas sus posesiones, entre ellas sus hijos.
Pero Job no está sirviendo a Dios y haciendo lo que es correcto debido a las bendiciones materiales de que ha disfrutado, sino, más bien, por el amor a Dios y la justicia. Nuevamente Satanás se presenta en el cielo y, cuando se le dice que considere el firme proceder de Job, contesta que si se le impusiera sufrimiento a Job mismo, éste se pondría en contra de Jehová Dios. Entonces Dios permite que Satanás le inflija una enfermedad repugnante y sumamente dolorosa a Job, desde la cabeza hasta los pies. Ahora hasta la esposa de Job lo insta a ceder: “¡Maldice a Dios y muere!” Pero Job la reprende: “‘Hablas como una estúpida cualquiera. Si aceptamos de Dios el bien, ¿no aceptaremos el mal?’ En todo esto no pecó Job con sus labios.”—Job 2:10, Biblia de Jerusalén.
DISCURSOS POR JOB Y SUS TRES AMIGOS
Elifaz, Bildad y Zofar, tres amigos de Job, se enteran de la calamidad que le ha sobrevenido a Job y vienen a consolarlo. Tan horrorizados quedan por su condición desdichada que se sientan sin decir una sola palabra por siete días. Job rompe el silencio con un discurso en el cual maldice el día en que nació. En respuesta Elifaz alega que, puesto que Dios es justo, Job debe estar recibiendo lo que merece. Job le contesta y le pide que le muestre dónde se ha equivocado. Enseguida Bildad y Zofar presentan la misma alegación, y en cada ocasión Job sostiene su inocencia, pero justificándose a sí mismo, en vez de justificar a Jehová Dios. Y luego hay una segunda serie de discursos, y parte de una tercera serie. ¡Tratando de ayudar a Job, pero equivocadamente, sus tres amigos en realidad se convierten en sus enemigos, y, lejos de consolarlo, aumentan su desdicha!
Repetidas veces Job los censura por sus palabras duras, que se hacen más vigorosas y más equivocadas a medida que va adelantando la discusión: “¿Qué censura el censurar de parte de ustedes?” “Ustedes son embarradores de falsedad; todos ustedes son médicos de ningún valor.” “¿Qué te irrita, que respondes?”—Job 6:25; 13:4; 16:3.
A través de toda la situación Job se adhiere a su integridad y su fe en Dios. De hecho, vez tras vez en medio de sus respuestas se dirige a Dios más bien que a uno de sus amigos: “Hazme saber por qué es que estás contendiendo conmigo.” (Job 10:2) Son indicación de la esperanza de una resurrección estas palabras de Job: “¡Oh que en el Seol me ocultases, . . . que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí! Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir? . . . Tú llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo.” (Job 14:13-15) En su discurso final (capítulos 26 a 31) Job insiste en su inocencia: “¡Hasta que expire no quitaré de mí mi integridad!” (Job 27:5) Llama atención a la grande e insondable sabiduría de Dios; menciona lo grande que era su propia fama y la alta estima en que se le tenía, pero lo bajo que ha llegado a estar ante los ojos de otros; entonces de nuevo se espacía en su proceder de rectitud. No, él no había hecho nada que mereciera lo que le ha sobrevenido.
ELIÚ Y JEHOVÁ LE CONTESTAN A JOB
Todo esto lo escucha Eliú, quien ha vacilado en hablar debido a que es comparativamente joven. Pero ya no se puede mantener callado, debido a que Job está tan interesado en justificarse a sí mismo en vez de justificar a Dios. Además, los tres amigos de Job no habían podido convencer a Job y por eso “habían dejado mal a Dios.” (Job 32:3, BJ) Eliú suplica: “Oh Job, por favor oye mis palabras. . . . ¡Mira! Yo soy para el Dios verdadero justamente lo que tú eres.” (Job 33:1, 6) Habla en vindicación de la justicia y caminos de Jehová y señalando que es necesario que el hombre sea sumiso a Dios. Recalca la importancia de conocer a Jehová Dios; muestra que Jehová está equilibrado en sus tratos y en conclusión enaltece la grandeza inescrutable del Creador.
Empieza a formarse una tempestad a medida que Eliú termina su discurso. Ahora Jehová habla desde la tempestad de viento: “¿Quién es éste que está oscureciendo el consejo con palabras sin conocimiento? Cíñete los lomos, . . . déjame interrogarte, y tú dame informe. ¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórmame, si de veras conoces el entendimiento.” (Job 38:1-4) Entonces Jehová llama atención a la insignificancia y existencia temporal del hombre en comparación con la eternidad del Creador, Su propia grandeza, Su poder y sabiduría conforme se despliegan en toda la creación, desde los vastos cielos estrellados hasta tan poderosas criaturas terrenales como el hipopótamo y el cocodrilo.
Después de oír a Jehová Dios hablar de esta manera, Job reconoce que ha hablado imprudentemente, sin pleno conocimiento, y se arrepiente “en polvo y ceniza.” Entonces Jehová vuelve a hablar, y esta vez censura a los tres amigos de Job. Requiere de ellos que ofrezcan sacrificios y le manda a Job que interceda por ellos. Después de eso Job es bendecido con siete hijos y tres hijas hermosas y con el doble del ganado que tenía antes. Después de vivir 140 años más, Job muere “viejo y satisfecho de días.”—Job 42:1-17.
Verdaderamente el libro de Job nos ilumina en cuanto a por qué Dios permite el mal, por qué permite que los justos sufran. Él ha hecho esto para probar que la jactancia de Satanás de que puede apartar de Dios a todos los hombres es falsa. Al mismo tiempo esto les suministra a todos los que aman a Dios y la justicia la oportunidad de demostrar la sinceridad de su adoración por medio de demostrar que son guardadores de integridad. ¿Será usted uno de éstos? Si lo es, puede tener el galardón de vida eterna que Jehová Dios les ofrece a todos sus siervos fieles. Esto se ha hecho posible por el sacrificio del mayor guardador de integridad, Jesucristo.—Juan 3:16.