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La novela comienza en el año 1938, con Annie, una niña holandesa de seis años, escuchando cómo los alemanes invaden Austria y se produce “La noche de los cuchillos largos”. Observa cómo a su familia le llegan las noticias de lo que les está ocurriendo a los judíos en Alemania. Annie no entiende por qué su padre, tan cariñoso antes con ella, ahora se pasa el día pegado a la radio haciéndola callar cada vez que ella se acerca, no entiende por qué los alemanes invaden Polonia y, sobre todo, no entiende por qué ese Hitler, que manda en Alemania, no quiere a los judíos.

Pero Annie vive en Holanda, y allí seguro que no pasará nada. Al menos eso dice su madre, a pesar de que su padre no deja de insistir en que se marchen a América, como ha hecho tío Bram y su mujer. Pero la madre de Annie no está bien de salud, así que su padre se resigna y empieza a construir una casa en las afueras de su ciudad. La vida continúa pendiente de las noticias acerca de la guerra hasta que el 10 de mayo de 1940 Annie se despierta en medio de la noche a causa de un tremendo ruido que sacude toda la casa. Cuando se reúne con su familia, descubre que la guerra también ha llegado a su ciudad. A partir de ese momento, su vida cambia completamente: la gente les escupe por la calle, su mejor amiga deja de hablarle, echan a su hermana del trabajo, prohíben a su padre seguir comerciando, la criada los abandona y, finalmente, la echan del colegio.

Los judíos cada vez tienen menos derechos, así que el padre de Annie decide llevarse a toda la familia a la casa del campo. Pero ni siquiera ahí están seguros porque los alemanes quieren que todos los judíos holandeses vayan a trabajar a Polonia. Un día, el padre de Annie les dice que tienen que esconderse: alguien les acogerá en su casa mientras dure la guerra, así que Annie y su hermana Sini se disfrazan y, con mucho sigilo, viajan hasta el pueblo donde les esconderán. A partir de este momento, Annie cuenta cómo es su vida escondida en la casa de una familia a la que no conocen, relatando los peligros y miedos a los que se enfrentan, narrándolos desde la perspectiva de una niña pequeña que, poco a poco, va comprendiendo el horror de la guerra, el destino de los judíos y lo afortunada que es por tener quien las esconda.

Annie y su hermana pasan dos años y medio encerradas en una habitación, tachando los días que pasan, mes tras mes, año tras año, siempre con la esperanza de que las siguientes navidades las pasarán con los suyos.

La autora, Johanna Reiss, nació en Holanda, en el seno de una familia judía. Tenía ocho años cuando los alemanes atacaron Holanda y entraron en Winterswijk, en mayo de 1940. Dos años más tarde tuvo que marcharse de allí en compañía de su hermana mayor, abandonando al resto de sus familia, y refugiarse en la habitación de arriba de una granja perdida en Usselo, donde permaneció encerrada durante dos años y medio. Después de la guerra fue al instituto y a la universidad, y trabajó de maestra en su país hasta que se instaló en Estados Unidos. Actualmente vive en Nueva York. La segunda parte de esta historia se cuenta en “El viaje de vuelta”.