Aunque sabemos que hay diferentes expresiones del Espiritu Santo se trata de un solo Espiritu...
no como en el mundo ocultista en que se mueven muchas ciudades.
El Espiritu Santo, es el poder activo de Dios en nuestras vidas como creyentes, reconociendolo como nuestro Guia en cada desicion, en cada movimiento incluyendo lo mas minimo.
Es interesante esto como un puntito aparte....
Hay Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espiritu santo, pero en realidad uno solo, un solo Espiritu Santo.
El espiritu no solo es para Evangelistas, Apostoles, Adeventistas Sabatistas, Pentecostales..Etc. Etc.
El E.S. es para cada creyente ya que cada uno tiene ese privilegio y acceso al Poder y la Manifestacion del Espiritu Santo.
Este nos fue dado para sus mismos proposito de Dios aqui en la tierra, como la Evaangelizacion y provecho nuestro.
En fin...el Espiritu Santo es Dios mismo habitando en tu corazon y el mio.
No es rara la personificación de ciertas cosas en las Escrituras. Se dice que la sabiduría tiene hijos. (Lucas 7:35.) Se llama reyes al pecado y la muerte. (Romanos 5:14, 21.) En Génesis 4:7 dice: “Hay pecado agazapado a la entrada”, y se personifica al pecado como alguien que estuviera agazapado a la puerta de Caín. Pero, por supuesto, el pecado no es una persona; tampoco el personificar al espíritu santo lo hace una persona celestial.
De modo similar, en 1 Juan 5:6-8 (VP) se dice que, no solo el espíritu, sino también “el agua y la sangre” son testigos. Sin embargo, es obvio que el agua y la sangre no son personas, como tampoco lo es el espíritu santo.
Esto armoniza con el hecho de que en general la Biblia se refiere al “espíritu santo” de manera impersonal, como al compararlo con agua y fuego. (Mateo 3:11; Marcos 1:8.) Se insta a la gente a llenarse de espíritu santo y no de vino. (Efesios 5:18.) Se dice que la gente se llena de espíritu santo de la misma manera como se llena de cualidades como sabiduría, fe y gozo. (Hechos 6:3; 11:24; 13:52.) Y en 2 Corintios 6:6 se menciona el espíritu santo entre varias cualidades. Expresiones como esas no serían tan comunes si el espíritu santo fuera en realidad una persona.
Además, aunque es cierto que algunos textos bíblicos dicen que el espíritu habla, otros muestran que esto en realidad se hizo mediante humanos o ángeles. (Mateo 10:19, 20; Hechos 4:24, 25; 28:25; Hebreos 2:2.) La acción del espíritu en esos casos se asemeja a la transmisión de mensajes por ondas de radio entre personas que se hallan a gran distancia.
En Mateo 28:19 se hace referencia al “nombre [...] del espíritu santo”. Pero la palabra “nombre” no siempre se refiere a un nombre personal, ni en griego ni en español. Cuando decimos “en nombre de la ley”, no nos referimos a una persona. Más bien nos referimos a lo que la ley representa, su autoridad. El libro Word Pictures in the New Testament (Cuadros comunicados por palabras en el Nuevo Testamento), de Robertson, dice: “El uso de nombre (onoma) aquí es un uso común en la Septuaginta y en los papiros para referirse a poder o autoridad”. De modo que el bautismo ‘en el nombre del espíritu santo’ es en reconocimiento de la autoridad del espíritu, que viene de Dios y funciona por la voluntad divina.
El “ayudante”
JESÚS asemejó el espíritu santo a un “ayudante”, y dijo que este enseñaría, guiaría y hablaría. (Juan 14:16, 26; 16:13.) La palabra griega que él usó para ayudante (pa·rá·kle·tos) es de género masculino. Por eso, al referirse a lo que el ayudante haría Jesús usó pronombres personales masculinos. (Juan 16:7, 8.) Por otra parte, cuando se usa la palabra griega neutra para espíritu (pnéu·ma), apropiadamente se usa el pronombre neutro “ello”.
La mayoría de los traductores trinitarios ocultan ese hecho, como admite la versión católica en inglés New American Bible en cuanto a Juan 14:17: “La palabra griega para ‘espíritu’ es neutra, y aunque [en esta traducción] usamos pronombres personales en inglés (‘he’ [él], ‘his’ [de él], ‘him’ [(a) él]), la mayoría de los mss. [manuscritos] griegos utilizan ‘it’ [ello]”.
Por eso, cuando la Biblia usa pronombres personales masculinos con la palabra pa·rá·kle·tos en Juan 16:7, 8, está conformándose a reglas gramaticales, y no expresando una doctrina.
No es parte de una Trinidad
VARIAS fuentes reconocen que la Biblia no apoya la idea de que el espíritu santo sea la tercera persona de una Trinidad. Por ejemplo:
The Catholic Encyclopedia: “El Antiguo Testamento no contiene ninguna indicación clara de una Tercera Persona”.
El teólogo católico Fortman: “Para los judíos el espíritu nunca fue persona; tampoco hay prueba sólida de que algún escritor del Antiguo Testamento tuviera ese punto de vista. [...] En los [Evangelios] sinópticos y en Hechos el Espíritu Santo por lo general se presenta como una fuerza o poder divino”.
La New Catholic Encyclopedia: “Está claro que en el A[ntiguo] T[estamento] no se visualiza al espíritu de Dios como una persona [...] El espíritu de Dios es sencillamente el poder de Dios. Si a veces se lo presenta como distinto de Dios, es porque el aliento de Yahvéh obra exteriormente”. También dice: “La mayoría de los textos del N[uevo] T[estamento] revelan que el espíritu de Dios es algo, no alguien; esto se ve especialmente en el paralelismo entre el espíritu y el poder de Dios” (cursiva nuestra).
A Catholic Dictionary: “En general, tanto el Nuevo Testamento como el Antiguo hablan del espíritu como de energía o poder divino”.
Por lo tanto, ni para los judíos ni para los cristianos era el espíritu santo parte de una Trinidad. Esa enseñanza se adoptó siglos después. Como señala A Catholic Dictionary: “La tercera Persona fue confirmada en el Concilio de Alejandría en 362 [...] y aceptada finalmente por el Concilio de Constantinopla en 381”... ¡unos tres siglos y medio después que los discípulos se llenaron de espíritu santo en el Pentecostés!
No, el espíritu santo no es una persona ni es parte de una Trinidad. El espíritu santo es la fuerza activa de Dios que él usa para efectuar su voluntad. No es igual a Dios, sino que siempre está a su disposición y en subordinación a él.
Explicandolo de una manera coloquial, es el representante fiel y genuino que Cristo dejó hasta mientras el vuelva de nuevo a venir a la tierra. El Espiritu Santo es Jesús mismo, el poder y espiritu por el cual atraves de el podemos estar en unión con Cristo y Dios Padre. Siendo los tres uno mismo. Ese es el orden divino, nuestra escalera al cielo. El misterio de la trinidad.
La Santísima Trinidad está integrada por Dios Padre + Dios Hijo Jesucristo + Dios Espíritu Santo, un solo Dios verdadero en esencia y tres personas divinas distintas inseparables
Es la tercera Persona en Dios, uno y trino, y vive en la Iglesia y en el corazón de los creyentes.
Su acción es esencial a la vida de la fe: concede dones y carismas a los cristianos y es prenda de la vida futura.
Para cuántos de nosotros el Espíritu Santo es: ¡una paloma! De esa forma descendió sobre Cristo el día de su bautismo en el Jordán y así se le ha representado muchas veces en el arte sagrado.
Pero ¡el Espíritu Santo no es una paloma! ¿Cómo se puede tener un trato humano, profundo y personal con un animalito irracional?
La paloma es, a lo mucho, un bello símbolo de la paz, y nada más. Y, sin embargo, el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad Santísima y Dios verdadero.
En todas las lenguas su nombre (hebreo ruah, gr. pneuma, lat. spirirus) es un nombre común, tomado de los fenómenos naturales del viento y de la respiración, de modo que el mismo texto:
«Tú envías tu soplo y [los animales] son creados y tú renuevas la faz de la tierra» Sal 104,30,
puede evocar con la misma exactitud la imagen cósmica del soplo divino, cuyo ritmo regula el movimiento de las estaciones, y la efusión del Espíritu Santo que vivifica los corazones.
1 Corintios 2,
12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que reconozcamos los dones gratuitos que Dios nos ha dado.
En la teología cristiana, el Espíritu Santo —o equivalentes como son, entre otros, Espíritu de Dios, Espíritu de verdad o Paráclito (del hebreo שכינה (shejiná): acción o presencia de Dios, del griego parakletos: aquel que es invocado, del latín Spiritus Sanctus: Espíritu Santo)— es una expresión bíblica que se refiere a una compleja noción teológica a través de la cual se describe una "realidad espiritual"1 suprema
.
Saludos
.
DIOS ESPÍRITU SANTO SUBLIMANDO A SANTA MARÍA SIEMPRE VIRGEN Y A LOS SANTOS APÓSTOLES EN PENTECOSTÉS
La palabra griega pnéu·ma (espíritu) viene de pné·ō, que significa “respirar o soplar”, y se cree que la voz hebrea rú·aj (espíritu) procede de una raíz de igual significado. Por lo tanto, el significado primario de rú·aj y pnéu·ma es “aliento”, aunque de este significado se han derivado otras acepciones. (Compárese con Hab 2:19; Rev 13:15.) Pueden significar viento; la fuerza vital de las criaturas; el espíritu del hombre; espíritus, incluidos Dios y sus criaturas angélicas, y la fuerza activa de Dios o espíritu santo.
Todos estos significados tienen algo en común: se refieren a aquello que es invisible a la vista humana y que da muestras de fuerza en movimiento. Tal fuerza invisible es capaz de producir efectos visibles.
La personificación no prueba que sea una persona. Es verdad que Jesús se refirió al espíritu santo como un “ayudante” y dijo que tal ayudante ‘enseñaría’, ‘daría testimonio’, ‘daría evidencia’, ‘guiaría’, ‘hablaría’, ‘oiría’ y ‘recibiría’. Además, según el griego original, Jesús usó a veces el pronombre personal masculino para referirse a ese “ayudante” . (Compárese con Jn 14:16, 17, 26; 15:26; 16:7-15.) Sin embargo, no es raro que en las Escrituras se personifique algo que en realidad no es una persona. En el libro de Proverbios (1:20-33; 8:1-36) se personifica a la sabiduría, y en el hebreo original, así como en las traducciones españolas, se le da el género femenino. La sabiduría también está personificada en Mateo 11:19 y Lucas 7:35 y se dice que tiene “obras” e “hijos”. Cuando el apóstol Pablo habla del pecado, la muerte y la bondad inmerecida, los personifica como “reyes”. (Ro 5:14, 17, 21; 6:12.) Dijo que el pecado ‘recibía incentivo’, ‘obraba codicia’, ‘seducía’ y ‘mataba’. (Ro 7:8-11.) Sin embargo, es obvio que Pablo no quería decir que el pecado fuese en realidad una persona.
El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo son un solo Dios.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad.
Todo bautizado tiene el Espíritu Santo porque lo recibió en su bautismo, ese Espíritu si lo haces germinar por decirlo así, te hará amar a Dios, estar con Él y hacer su voluntad.
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Hola!!!
Aunque sabemos que hay diferentes expresiones del Espiritu Santo se trata de un solo Espiritu...
no como en el mundo ocultista en que se mueven muchas ciudades.
El Espiritu Santo, es el poder activo de Dios en nuestras vidas como creyentes, reconociendolo como nuestro Guia en cada desicion, en cada movimiento incluyendo lo mas minimo.
Es interesante esto como un puntito aparte....
Hay Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espiritu santo, pero en realidad uno solo, un solo Espiritu Santo.
El espiritu no solo es para Evangelistas, Apostoles, Adeventistas Sabatistas, Pentecostales..Etc. Etc.
El E.S. es para cada creyente ya que cada uno tiene ese privilegio y acceso al Poder y la Manifestacion del Espiritu Santo.
Este nos fue dado para sus mismos proposito de Dios aqui en la tierra, como la Evaangelizacion y provecho nuestro.
En fin...el Espiritu Santo es Dios mismo habitando en tu corazon y el mio.
Bendecida por medio de su Santo Espiritu.
y Gracias ;)
El Espíritu Santo es Dios, Señor y dador de vida.
Procede del Padre y del Hijo y con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria y que habló por (a través) de los profetas.
es la fuerza activa de Dios o espíritu santo
ESTO ES PARA EL USUARIO DAVID E=
No es rara la personificación de ciertas cosas en las Escrituras. Se dice que la sabiduría tiene hijos. (Lucas 7:35.) Se llama reyes al pecado y la muerte. (Romanos 5:14, 21.) En Génesis 4:7 dice: “Hay pecado agazapado a la entrada”, y se personifica al pecado como alguien que estuviera agazapado a la puerta de Caín. Pero, por supuesto, el pecado no es una persona; tampoco el personificar al espíritu santo lo hace una persona celestial.
De modo similar, en 1 Juan 5:6-8 (VP) se dice que, no solo el espíritu, sino también “el agua y la sangre” son testigos. Sin embargo, es obvio que el agua y la sangre no son personas, como tampoco lo es el espíritu santo.
Esto armoniza con el hecho de que en general la Biblia se refiere al “espíritu santo” de manera impersonal, como al compararlo con agua y fuego. (Mateo 3:11; Marcos 1:8.) Se insta a la gente a llenarse de espíritu santo y no de vino. (Efesios 5:18.) Se dice que la gente se llena de espíritu santo de la misma manera como se llena de cualidades como sabiduría, fe y gozo. (Hechos 6:3; 11:24; 13:52.) Y en 2 Corintios 6:6 se menciona el espíritu santo entre varias cualidades. Expresiones como esas no serían tan comunes si el espíritu santo fuera en realidad una persona.
Además, aunque es cierto que algunos textos bíblicos dicen que el espíritu habla, otros muestran que esto en realidad se hizo mediante humanos o ángeles. (Mateo 10:19, 20; Hechos 4:24, 25; 28:25; Hebreos 2:2.) La acción del espíritu en esos casos se asemeja a la transmisión de mensajes por ondas de radio entre personas que se hallan a gran distancia.
En Mateo 28:19 se hace referencia al “nombre [...] del espíritu santo”. Pero la palabra “nombre” no siempre se refiere a un nombre personal, ni en griego ni en español. Cuando decimos “en nombre de la ley”, no nos referimos a una persona. Más bien nos referimos a lo que la ley representa, su autoridad. El libro Word Pictures in the New Testament (Cuadros comunicados por palabras en el Nuevo Testamento), de Robertson, dice: “El uso de nombre (onoma) aquí es un uso común en la Septuaginta y en los papiros para referirse a poder o autoridad”. De modo que el bautismo ‘en el nombre del espíritu santo’ es en reconocimiento de la autoridad del espíritu, que viene de Dios y funciona por la voluntad divina.
El “ayudante”
JESÚS asemejó el espíritu santo a un “ayudante”, y dijo que este enseñaría, guiaría y hablaría. (Juan 14:16, 26; 16:13.) La palabra griega que él usó para ayudante (pa·rá·kle·tos) es de género masculino. Por eso, al referirse a lo que el ayudante haría Jesús usó pronombres personales masculinos. (Juan 16:7, 8.) Por otra parte, cuando se usa la palabra griega neutra para espíritu (pnéu·ma), apropiadamente se usa el pronombre neutro “ello”.
La mayoría de los traductores trinitarios ocultan ese hecho, como admite la versión católica en inglés New American Bible en cuanto a Juan 14:17: “La palabra griega para ‘espíritu’ es neutra, y aunque [en esta traducción] usamos pronombres personales en inglés (‘he’ [él], ‘his’ [de él], ‘him’ [(a) él]), la mayoría de los mss. [manuscritos] griegos utilizan ‘it’ [ello]”.
Por eso, cuando la Biblia usa pronombres personales masculinos con la palabra pa·rá·kle·tos en Juan 16:7, 8, está conformándose a reglas gramaticales, y no expresando una doctrina.
No es parte de una Trinidad
VARIAS fuentes reconocen que la Biblia no apoya la idea de que el espíritu santo sea la tercera persona de una Trinidad. Por ejemplo:
The Catholic Encyclopedia: “El Antiguo Testamento no contiene ninguna indicación clara de una Tercera Persona”.
El teólogo católico Fortman: “Para los judíos el espíritu nunca fue persona; tampoco hay prueba sólida de que algún escritor del Antiguo Testamento tuviera ese punto de vista. [...] En los [Evangelios] sinópticos y en Hechos el Espíritu Santo por lo general se presenta como una fuerza o poder divino”.
La New Catholic Encyclopedia: “Está claro que en el A[ntiguo] T[estamento] no se visualiza al espíritu de Dios como una persona [...] El espíritu de Dios es sencillamente el poder de Dios. Si a veces se lo presenta como distinto de Dios, es porque el aliento de Yahvéh obra exteriormente”. También dice: “La mayoría de los textos del N[uevo] T[estamento] revelan que el espíritu de Dios es algo, no alguien; esto se ve especialmente en el paralelismo entre el espíritu y el poder de Dios” (cursiva nuestra).
A Catholic Dictionary: “En general, tanto el Nuevo Testamento como el Antiguo hablan del espíritu como de energía o poder divino”.
Por lo tanto, ni para los judíos ni para los cristianos era el espíritu santo parte de una Trinidad. Esa enseñanza se adoptó siglos después. Como señala A Catholic Dictionary: “La tercera Persona fue confirmada en el Concilio de Alejandría en 362 [...] y aceptada finalmente por el Concilio de Constantinopla en 381”... ¡unos tres siglos y medio después que los discípulos se llenaron de espíritu santo en el Pentecostés!
No, el espíritu santo no es una persona ni es parte de una Trinidad. El espíritu santo es la fuerza activa de Dios que él usa para efectuar su voluntad. No es igual a Dios, sino que siempre está a su disposición y en subordinación a él.
Explicandolo de una manera coloquial, es el representante fiel y genuino que Cristo dejó hasta mientras el vuelva de nuevo a venir a la tierra. El Espiritu Santo es Jesús mismo, el poder y espiritu por el cual atraves de el podemos estar en unión con Cristo y Dios Padre. Siendo los tres uno mismo. Ese es el orden divino, nuestra escalera al cielo. El misterio de la trinidad.
Hola,
Por favor lee todo con paciencia
La Santísima Trinidad está integrada por Dios Padre + Dios Hijo Jesucristo + Dios Espíritu Santo, un solo Dios verdadero en esencia y tres personas divinas distintas inseparables
Es la tercera Persona en Dios, uno y trino, y vive en la Iglesia y en el corazón de los creyentes.
Su acción es esencial a la vida de la fe: concede dones y carismas a los cristianos y es prenda de la vida futura.
Para cuántos de nosotros el Espíritu Santo es: ¡una paloma! De esa forma descendió sobre Cristo el día de su bautismo en el Jordán y así se le ha representado muchas veces en el arte sagrado.
Pero ¡el Espíritu Santo no es una paloma! ¿Cómo se puede tener un trato humano, profundo y personal con un animalito irracional?
La paloma es, a lo mucho, un bello símbolo de la paz, y nada más. Y, sin embargo, el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad Santísima y Dios verdadero.
En todas las lenguas su nombre (hebreo ruah, gr. pneuma, lat. spirirus) es un nombre común, tomado de los fenómenos naturales del viento y de la respiración, de modo que el mismo texto:
«Tú envías tu soplo y [los animales] son creados y tú renuevas la faz de la tierra» Sal 104,30,
puede evocar con la misma exactitud la imagen cósmica del soplo divino, cuyo ritmo regula el movimiento de las estaciones, y la efusión del Espíritu Santo que vivifica los corazones.
1 Corintios 2,
12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que reconozcamos los dones gratuitos que Dios nos ha dado.
En la teología cristiana, el Espíritu Santo —o equivalentes como son, entre otros, Espíritu de Dios, Espíritu de verdad o Paráclito (del hebreo שכינה (shejiná): acción o presencia de Dios, del griego parakletos: aquel que es invocado, del latín Spiritus Sanctus: Espíritu Santo)— es una expresión bíblica que se refiere a una compleja noción teológica a través de la cual se describe una "realidad espiritual"1 suprema
.
Saludos
.
DIOS ESPÍRITU SANTO SUBLIMANDO A SANTA MARÍA SIEMPRE VIRGEN Y A LOS SANTOS APÓSTOLES EN PENTECOSTÉS
La palabra griega pnéu·ma (espíritu) viene de pné·ō, que significa “respirar o soplar”, y se cree que la voz hebrea rú·aj (espíritu) procede de una raíz de igual significado. Por lo tanto, el significado primario de rú·aj y pnéu·ma es “aliento”, aunque de este significado se han derivado otras acepciones. (Compárese con Hab 2:19; Rev 13:15.) Pueden significar viento; la fuerza vital de las criaturas; el espíritu del hombre; espíritus, incluidos Dios y sus criaturas angélicas, y la fuerza activa de Dios o espíritu santo.
Todos estos significados tienen algo en común: se refieren a aquello que es invisible a la vista humana y que da muestras de fuerza en movimiento. Tal fuerza invisible es capaz de producir efectos visibles.
La personificación no prueba que sea una persona. Es verdad que Jesús se refirió al espíritu santo como un “ayudante” y dijo que tal ayudante ‘enseñaría’, ‘daría testimonio’, ‘daría evidencia’, ‘guiaría’, ‘hablaría’, ‘oiría’ y ‘recibiría’. Además, según el griego original, Jesús usó a veces el pronombre personal masculino para referirse a ese “ayudante” . (Compárese con Jn 14:16, 17, 26; 15:26; 16:7-15.) Sin embargo, no es raro que en las Escrituras se personifique algo que en realidad no es una persona. En el libro de Proverbios (1:20-33; 8:1-36) se personifica a la sabiduría, y en el hebreo original, así como en las traducciones españolas, se le da el género femenino. La sabiduría también está personificada en Mateo 11:19 y Lucas 7:35 y se dice que tiene “obras” e “hijos”. Cuando el apóstol Pablo habla del pecado, la muerte y la bondad inmerecida, los personifica como “reyes”. (Ro 5:14, 17, 21; 6:12.) Dijo que el pecado ‘recibía incentivo’, ‘obraba codicia’, ‘seducía’ y ‘mataba’. (Ro 7:8-11.) Sin embargo, es obvio que Pablo no quería decir que el pecado fuese en realidad una persona.
...
Es Dios.
El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo son un solo Dios.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad.
Todo bautizado tiene el Espíritu Santo porque lo recibió en su bautismo, ese Espíritu si lo haces germinar por decirlo así, te hará amar a Dios, estar con Él y hacer su voluntad.
la 3ra persona de la santisima trinidad
es una persona y no una fuerza activa
El Espíritu Santo nos enseña y consola
El Espíritu Santo es Dios. Se obtiene dicha conclusión a partir de los mismos atributos del Espíritu Santo.
hola, el website cristiano católico que esta en la sección fuente, responde a la pregunta aquí realizada, favor de visitar el website