De hecho, no existe tal término en cuestiones culinarias, efectivamente, conforme al contexto en el que Adán Buenosayres lo señala en su libro "Viaje a la oscura ciudad de Cacodelphia", podemos decir que esta expresión es un neologismo empleado por el autor para exagerar "lo picoso" de las ingredientes que va agregando, concretamente en la parte en la que dice:
"Tenía que buscar la sangre de cada día para que los lectores de la sexta edición se la bebiesen antes de irse a la cama. Era preciso basurear en el crimen, recoger la salobre inmundicia de los cadáveres mutilados y la de las almas barrosas; luego adobarlo todo con la salsa melopicante de lo sentimental-pornográfico y arrojarle por último a la bestia el manjar impreso del cuerpo siete, con grabados de anatomía patológica y abundantes lágrimas de cocodrilo."
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De hecho, no existe tal término en cuestiones culinarias, efectivamente, conforme al contexto en el que Adán Buenosayres lo señala en su libro "Viaje a la oscura ciudad de Cacodelphia", podemos decir que esta expresión es un neologismo empleado por el autor para exagerar "lo picoso" de las ingredientes que va agregando, concretamente en la parte en la que dice:
"Tenía que buscar la sangre de cada día para que los lectores de la sexta edición se la bebiesen antes de irse a la cama. Era preciso basurear en el crimen, recoger la salobre inmundicia de los cadáveres mutilados y la de las almas barrosas; luego adobarlo todo con la salsa melopicante de lo sentimental-pornográfico y arrojarle por último a la bestia el manjar impreso del cuerpo siete, con grabados de anatomía patológica y abundantes lágrimas de cocodrilo."
no es la primera vez que escucho sobre eso