Psa 8:1 (2) ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra! Tú que exaltaste tu majestad sobre los cielos,
Psa 8:1 = Del maestro de coro. Según la... de Gat. Salmo. De David. =
Psa 8:2 (3) en boca de los niños, los que aún maman, dispones baluarte frente a tus adversarios, para acabar con enemigos y rebeldes.
Psa 8:3 (4) Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas, que fijaste tú,
Psa 8:4 (5) ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides?
Psa 8:5 (6) Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor;
Psa 8:6 (7) le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies:
Psa 8:7 (8) ovejas y bueyes, todos juntos, y aun las bestias del campo,
Psa 8:8 (9) y las aves del cielo, y los peces del mar, que surcan las sendas de las aguas.
Psa 8:9 (10) ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra!
Psalm 8:1–4 (Plenitud)
8.1-9 Este salmo de David está dedicado a la naturaleza y muestra la pequeñez del hombre y la grandeza de Dios. Aunque el ser humano es algo minúsculo en relación con la inmensidad del universo, de todas formas es el pináculo de la creación y objeto del interés y el cuidado de Dios.
8.1 Oh Jehová, Señor nuestro: Este es el nombre personal de Dios, combinado con el título de Señor o Soberano.
8.2 Niños: Jesús tomó el primer verso de este salmo para justificar que los niños se acercaran a Él como el Mesías (Mt 21.16). La Septuaginta, o Biblia griega, de la cual se toman las palabras de Jesús, considera el término «alabanza» como la mejor traducción de la palabra hebrea vertida aquí como fortaleza.
8.3 Cielos: Ningún descubrimiento científico de los astrónomos (v. 3) o los biólogos (vv. 7, 8) puede negar el significado único del ser humano como una criatura creada por Dios.
8.4 Hombre... hijo del hombre (en hebreo ’enosh, ben ’adam; «hombre en la debilidad» u «hombre en origen», esto es, terrestre). «Hijo del hombre» es un título que se atribuye al Mesías en el NT, y el autor de Hebreos aplica a Jesús este pasaje específico (Heb 2.6), como hizo Pablo en 1 Corintios 15.27.
DINÁMICA DEL REINO
8.4–8 El dominio humano sobre la creación, VALOR HUMANO. El hombre no sólo es intrínsecamente distinto al resto de la creación, sino que le fue dada autoridad sobre la tierra y todo lo que hay en ella. El ser humano fue hecho para gobernar (v. 6). Nuestra habilidad para ejercer autoridad sobre la tierra depende de la disposición a someternos, servir y obedecer al Dios viviente, bajo cuya autoridad estamos. Nuestra autoridad sobre la tierra nos hace responsables de ella. Los recursos minerales, el agua, el aire, y las distintas especies de vida animal, deben ser de interés para todo gobierno y toda persona. ¿Podemos permitir que desaparezcan de la tierra formas de vida que el Creador ha puesto a nuestra disposición y encargado a nuestro cuidado? ¿Nos atreveríamos a contaminar y corromper la creación de Dios? «Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá» (Lc 12.48).
(Gn 1.26–28/3.17) C.B.
Psalm 8:5 (Plenitud)
8.5 El ser humano fue hecho poco menor que los ángeles. Hay una clara diferencia entre el ser humano y el animal. Ángeles (del hebreo elohim) se usa en el AT para referirse a Dios, dioses o seres sobrenaturales. La Septuaginta traduce el término como ángeles, igual que el autor de Hebreos (Heb 2.7).
RIQUEZA LITERARIA
8.5 honra, hadar; Strong #1926: Esplendor, honor, gloria, adorno, magnificencia, hermosura. Este sustantivo viene del verbo hadar, «honrar, glorificar, espléndido». Hadar
nos habla del esplendor que pertenece a Dios, su creación, su reino y al hombre hecho a imagen de Dios. El punto de vista bíblico del hombre es más exaltado y edificante que cualquier otro. En esta referencia, Dios corona al hombre de esplendor, a pesar de su relativa pequeñez en el universo. Otro uso muy conocido de hadar se halla en la frase «la hermosura de la santidad» (Sal 96.9; 110.3). El esplendor de la santidad es de una belleza mayor que la gloria de la naturaleza.
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Hola Hermosa que alegría leerte.
LA GRANDEZA DE DIOS Y LA DIGNIDAD DEL HOMBRE
1 Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. Salmo de David.
2 ¡Señor, nuestro Dios,
qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
Quiero adorar tu majestad sobre el cielo:
3 con la alabanza de los niños
y de los más pequeños,
erigiste una fortaleza contra tus adversarios
para reprimir al enemigo y al rebelde.
4 Al ver el cielo, obra de tus manos,
la luna y la estrellas que has creado:
5 ¿qué es el hombre para que pienses en él,
el ser humano para que lo cuides?
6 Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y esplendor;
7 le diste dominio sobre la obra de tus manos,
todo lo pusiste bajo sus pies:
8 todos los rebaños y ganados,
y hasta los animales salvajes;
9 las aves del cielo, los peces del mar
y cuanto surca los senderos de las aguas.
10 ¡Señor, nuestro Dios,
qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
Es un himno que celebra al hombre, el cual, aunque parezca pequeño
ante la inmensidad del universo es, sin embargo el señor de la creación,
"coronado" de gloria y dignidad por Dios mismo.
Ante nosotros aparece en primer lugar el Señor, cuya gloria cantan los
cielos pero también la humanidad misma; la alabanza que sale de los
labios de los niños anula y confunde las consideraciones arrogantes de
quienes niegan a Dios. A la pregunta permanente "¿Qué es el hombre?",
se responde afirmando que Dios le ha dotado de una altísima dignidad, lo
ha hecho poco inferior a los ángeles. Por eso, Dios ha puesto todo bajo los
pies del hombre y a su servicio, para que lo conserve en armonía y belleza,
lo use sin abuso y descubra los secretos y potencialidades. A la luz de este
Salmo podemos experimentar la invitación a ejercer nuestra soberanía sobre
la creación no como dominadores sino con el amor.
Bueno hermanita espero te sirva, no es mio son apuntes mios, de las clase
de Biblia.
Amo este salmo Dios aquí nos hace ver lo importante que somos para El
a pesar de nuestra nada.
Gracias por tu pregunta. Te Amo en Cristo Jesús.
Besitos en tu Alma y Mimitos en tu Corazón.
1 Del maestro de coro. Según la… de Gat. Salmo. De David.
2 ¡Yahvé, Señor nuestro,
qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Tú que asientas tu majestad sobre los cielos,
3 por boca de chiquillos, de niños de pecho,
cimientas un baluarte frente a tus adversarios,
para acabar con enemigos y rebeldes.
4 Al ver tu cielo, hechura de tus dedos,
la luna y las estrellas que pusiste,
5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el hijo de Adán para que de él te cuides?
—–
6 Apenas inferior a un dios lo hiciste,
coronándolo de gloria y esplendor;
7 señor lo hiciste de las obras de tus manos,
todo lo pusiste bajo sus pies:
8 ovejas y bueyes, juntos,
y hasta las bestias del campo,
9 las aves del cielo, los peces del mar
que circulan por las sendas de los mares.
10 ¡Yahvé, Señor nuestro,
qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!
LOL
es lo mismo que la biblia evangelica a excepcion de jehova por Yahveh
Salmo 8
Psa 8:1 (2) ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra! Tú que exaltaste tu majestad sobre los cielos,
Psa 8:1 = Del maestro de coro. Según la... de Gat. Salmo. De David. =
Psa 8:2 (3) en boca de los niños, los que aún maman, dispones baluarte frente a tus adversarios, para acabar con enemigos y rebeldes.
Psa 8:3 (4) Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas, que fijaste tú,
Psa 8:4 (5) ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides?
Psa 8:5 (6) Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor;
Psa 8:6 (7) le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies:
Psa 8:7 (8) ovejas y bueyes, todos juntos, y aun las bestias del campo,
Psa 8:8 (9) y las aves del cielo, y los peces del mar, que surcan las sendas de las aguas.
Psa 8:9 (10) ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra!
Psalm 8:1–4 (Plenitud)
8.1-9 Este salmo de David está dedicado a la naturaleza y muestra la pequeñez del hombre y la grandeza de Dios. Aunque el ser humano es algo minúsculo en relación con la inmensidad del universo, de todas formas es el pináculo de la creación y objeto del interés y el cuidado de Dios.
8.1 Oh Jehová, Señor nuestro: Este es el nombre personal de Dios, combinado con el título de Señor o Soberano.
8.2 Niños: Jesús tomó el primer verso de este salmo para justificar que los niños se acercaran a Él como el Mesías (Mt 21.16). La Septuaginta, o Biblia griega, de la cual se toman las palabras de Jesús, considera el término «alabanza» como la mejor traducción de la palabra hebrea vertida aquí como fortaleza.
8.3 Cielos: Ningún descubrimiento científico de los astrónomos (v. 3) o los biólogos (vv. 7, 8) puede negar el significado único del ser humano como una criatura creada por Dios.
8.4 Hombre... hijo del hombre (en hebreo ’enosh, ben ’adam; «hombre en la debilidad» u «hombre en origen», esto es, terrestre). «Hijo del hombre» es un título que se atribuye al Mesías en el NT, y el autor de Hebreos aplica a Jesús este pasaje específico (Heb 2.6), como hizo Pablo en 1 Corintios 15.27.
DINÁMICA DEL REINO
8.4–8 El dominio humano sobre la creación, VALOR HUMANO. El hombre no sólo es intrínsecamente distinto al resto de la creación, sino que le fue dada autoridad sobre la tierra y todo lo que hay en ella. El ser humano fue hecho para gobernar (v. 6). Nuestra habilidad para ejercer autoridad sobre la tierra depende de la disposición a someternos, servir y obedecer al Dios viviente, bajo cuya autoridad estamos. Nuestra autoridad sobre la tierra nos hace responsables de ella. Los recursos minerales, el agua, el aire, y las distintas especies de vida animal, deben ser de interés para todo gobierno y toda persona. ¿Podemos permitir que desaparezcan de la tierra formas de vida que el Creador ha puesto a nuestra disposición y encargado a nuestro cuidado? ¿Nos atreveríamos a contaminar y corromper la creación de Dios? «Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá» (Lc 12.48).
(Gn 1.26–28/3.17) C.B.
Psalm 8:5 (Plenitud)
8.5 El ser humano fue hecho poco menor que los ángeles. Hay una clara diferencia entre el ser humano y el animal. Ángeles (del hebreo elohim) se usa en el AT para referirse a Dios, dioses o seres sobrenaturales. La Septuaginta traduce el término como ángeles, igual que el autor de Hebreos (Heb 2.7).
RIQUEZA LITERARIA
8.5 honra, hadar; Strong #1926: Esplendor, honor, gloria, adorno, magnificencia, hermosura. Este sustantivo viene del verbo hadar, «honrar, glorificar, espléndido». Hadar
nos habla del esplendor que pertenece a Dios, su creación, su reino y al hombre hecho a imagen de Dios. El punto de vista bíblico del hombre es más exaltado y edificante que cualquier otro. En esta referencia, Dios corona al hombre de esplendor, a pesar de su relativa pequeñez en el universo. Otro uso muy conocido de hadar se halla en la frase «la hermosura de la santidad» (Sal 96.9; 110.3). El esplendor de la santidad es de una belleza mayor que la gloria de la naturaleza.
SALMO 8
Majestad del Señor y dignidad del hombre
.
2Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
3De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
4Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
5¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?
6Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
7le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
8rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
9las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.
10Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!