Depende de la ocasión. Si estas en tu casa y tus zapatos aún no dan "lástima", es mucho más cómodo estar con esos zapatos viejos. Por el contrario, si tienes algún compromiso formal, serio o de alguna importancia y tus zapatos viejos como que no dan la talla para ese evento o reunión... Zapatitos nuevos aunque pases incómodo un rato.
Bueno sabes en alguna ocasión leeí este parrafo y me gusto mucho ahora quiero compartirtelo y decirte que no nadamas aplica en el matrimonio sino en el noviazgo...y que todo depende de hacertodo lo necesario para que siempre decees seguir usando esos zapatitos, espero te guste....
El matrimonio y los zapatos
Las dificultades de ajuste de los recién casados
Un día alguien muy sabio me dijo que el matrimonio es como los zapatos. Al no entender su analogía me explicó que, por lo general, cuando uno encuentra zapatos a su gusto los quiere comprar; queda encantado por su forma, su color y su estilo.
Cuando al fin los compra, nota que en un principio le aprietan, le lastiman, le sacan heridas, incluso llega a pensar: Ni para qué los compré, parecían más cómodos. Mas con el tiempo, los zapatos se amoldan tan bien a uno, que ya aunque le presenten otros mejores, más nuevos, incluso más bonitos y modernos, los propios ¡ya no los cambia por nada!
El acople al inicio del matrimonio también cuesta trabajo, a unos más que a otros, pues por lo general, es difícil adaptarse a la cultura y costumbres del otro, pero poco a poco ambos se amoldan hasta formar un gran equipo donde las debilidades de uno se compensan con las cualidades del otro y viceversa, donde paso a paso aprenden a entenderse y amarse con todo aquello que al inicio les causaba conflicto.
Si por tu cabeza ha pasado la decepción, o peor aún la frase para qué me casé, no te asustes, no te des por vencido. Recuerda, el matrimonio cuesta, debe ser una conquista diaria. Piensa que tienes el arma más grande para luchar: ¡El amor! El único capaz de brindarnos la paciencia y el olvido de uno mismo, tan necesarios en un matrimonio, para decir con gran certeza: ¡No lo cambio por nada!
Pues mira, en el carro guardas los viejos.. Paso por paso:
Sales de tu casa en tus bellos zapatos nuevos súper chic, luciendo súper fashion... Con el paso de las horas la sonrisa de tu look sigue, pero por dentro estás pensando ya mero, ya mero... Andas así todo el día...
Te subes a tu carro y ¡ZAS!
Los zapatos amanzados ¡Te quiero más que mis zapatos viejos! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaah!
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*) MAS VALE MALO CONOCIDO QUE BUENO POR CONOCER.-
Depende de la ocasión. Si estas en tu casa y tus zapatos aún no dan "lástima", es mucho más cómodo estar con esos zapatos viejos. Por el contrario, si tienes algún compromiso formal, serio o de alguna importancia y tus zapatos viejos como que no dan la talla para ese evento o reunión... Zapatitos nuevos aunque pases incómodo un rato.
los nuevos tambien los puedes amanzar, los zapatos viejos algun dia fueron nuevos y tuviste el mismo dilema y los elegiste por nuevos
zapatos viejos...mas comodos....
Guarda los viejos por las dudas. Y los usas cuando los nuevos te lastiman demasiado. Muy cruel?
Mi viejo y amanzado, por supuesto.
"Mejor viejo conocido, que nuevo por conocer".........también aplica en la relación de pareja!!!!♥
YO HOY UTILIZE UNOS ZAPATOS NUEVOS Q M SUPER APRETABAN Y LA VERDAD PREFIERO LOS VIEJOS XQ ME SACARON SANGREEE!!! FUE HORRIBLE TENER Q SOPORTARLOS
Bueno sabes en alguna ocasión leeí este parrafo y me gusto mucho ahora quiero compartirtelo y decirte que no nadamas aplica en el matrimonio sino en el noviazgo...y que todo depende de hacertodo lo necesario para que siempre decees seguir usando esos zapatitos, espero te guste....
El matrimonio y los zapatos
Las dificultades de ajuste de los recién casados
Un día alguien muy sabio me dijo que el matrimonio es como los zapatos. Al no entender su analogía me explicó que, por lo general, cuando uno encuentra zapatos a su gusto los quiere comprar; queda encantado por su forma, su color y su estilo.
Cuando al fin los compra, nota que en un principio le aprietan, le lastiman, le sacan heridas, incluso llega a pensar: Ni para qué los compré, parecían más cómodos. Mas con el tiempo, los zapatos se amoldan tan bien a uno, que ya aunque le presenten otros mejores, más nuevos, incluso más bonitos y modernos, los propios ¡ya no los cambia por nada!
El acople al inicio del matrimonio también cuesta trabajo, a unos más que a otros, pues por lo general, es difícil adaptarse a la cultura y costumbres del otro, pero poco a poco ambos se amoldan hasta formar un gran equipo donde las debilidades de uno se compensan con las cualidades del otro y viceversa, donde paso a paso aprenden a entenderse y amarse con todo aquello que al inicio les causaba conflicto.
Si por tu cabeza ha pasado la decepción, o peor aún la frase para qué me casé, no te asustes, no te des por vencido. Recuerda, el matrimonio cuesta, debe ser una conquista diaria. Piensa que tienes el arma más grande para luchar: ¡El amor! El único capaz de brindarnos la paciencia y el olvido de uno mismo, tan necesarios en un matrimonio, para decir con gran certeza: ¡No lo cambio por nada!
Pues mira, en el carro guardas los viejos.. Paso por paso:
Sales de tu casa en tus bellos zapatos nuevos súper chic, luciendo súper fashion... Con el paso de las horas la sonrisa de tu look sigue, pero por dentro estás pensando ya mero, ya mero... Andas así todo el día...
Te subes a tu carro y ¡ZAS!
Los zapatos amanzados ¡Te quiero más que mis zapatos viejos! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaah!
la moda siempre por delante de la comodidad...tmbn depende lo que hagas...pero por lo demas los nuevos