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- La primera vez que supe de esa carta, Juan, fue en una clase de Historia, en el secundario. La profesora amaba la materia. Nos presentó el texto, como modelo de oración secular. La leyó, aún recuerdo su voz pausada, interpretándolo.

Volví a emocionarme anoche al releerla..

¡Cuanta sabiduría tiene la voz de la tierra, y que pocos saben escucharla!

Él sabe. El viejo jefe sabe que deberá ceder, so riesgo de ser avasallado por el poderoso hombre blanco… que ya lo ha dominado, pero sin doblegarlo.

Sus palabras edifican el poema. Laten en él los silencios de esas praderas que el usurpador poblará, buscando mañana “generar riquezas”.

El viejo jefe, como su pueblo, toda su vida ha vivido en comunión con la naturaleza.

No la usa, la reverencia, la respeta, la acata, la sirve… vive con y para ella.

Todo lo que lo puebla, sus raíces, las tumbas de sus ancestros, el viento que surcan los aires que lo han curtido, las aguas que lo han purificado... los animales que pueblan las tierra que deberá abandonar… lo está perdiendo todo

Lo acata, con fatalismo

Con su filosofía a cuestas, se expresa. Cede. (¡Qué remedio le queda!) ante el que sabe poderoso.

Pero le advierte… aunque sabe que no será escuchado.

Se marchará al exilio de una reservación, tierras ajenas y pobres donde sabe, su pueblo ya no podrá crecer. Sabe también que al jefe blanco, poco le importa.

Hay una filosófica humildad. Acata lo inevitable. A lo grande, aunque nadie lo escuche.

- No se Juan, ese texto pudo haber sido escrito por cualquiera de nuestros paisanos poéticos, nostálgicos, decidores y copleros, al que las circunstancias les pusieron palabras en la boca, ante una cruel encrucijada de la vida.

(Tanta injusticia organizada).

Los mercaderes siempre ganan. Son como sanguijuelas que viven a costilla de sus huéspedes, incapaces de otras cosas.

Gracias por retrotraerme a otras épocas, y disfrutar de ese texto de tanta belleza.

.. aunque a una le siga doliendo la injusticia que va más allá del tiempo y la distancia

Un abrazo mi amigo. Gracias.

Marta

es una carta realmente emocionante, para leerla varias veces y aprender de los pieles rojas el amor, la conección y respeto por la tierra y sus recursos naturales.

La siguiente parte debe hacernos pensar, reflexionar y reconocer cuánto podemos aprender de los aborígenes:

"Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí sólo un desierto."

Cuánta verdad encierra esta carta, la tierra es la ceniza de nuestros padres, el aire, el cielo y los animales son como sagrados y no debemos verlos solamente como conquista, posesión, sino como algo profundamente hermanado a nuestro propio ser.

Y hoy que tantos lugares del planeta están siendo contaminados, sin pensar en el futuro, les dejo el final de la hermosa y sabia carta, porque yo no podría decir palabras mejores que las escritas por nuestro hermano piel roja.

" Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas esté cerrada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza la supervivencia.... "

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Hermoso que hayas puesto esta pregunta y traido a la memoria algo tan sabio, humilde e ilustrativo.

Muy buena pregunta.

Qué quieres comentar , más que como siempre los aborígenes son seres que crecieron en un lugar determinado y forman parte de él ,lo aman y lo entienden y su intervención (para subsistir ) jamás lo daña o lo destruye . Forman parte de ese medio ambiente , y han aprendido hasta dónde tomar de él para no dañarlo. El de afuera , el que viene con otros intereses , es un depredador : no entiende como funciona , ni le interesa , sólo toma su riqueza y destruye el resto . Elimina todo lo que le impide obtener su ganancia y luego se aleja dejando tras de sí desiertos irrecuperables. Algún día ya no habrá ningún lugar al que volver , cuando se haya destruído y contaminado todo. El Jefe preguntaba : ¿ Cómo se puede comprar el aire, el sol , la brisa ?. Nosotros no podemos venderlo, porque no somos sus dueños . Sólo formamos parte de ésta tierra". Al Gran Jefe Blanco (el presidente de U.S.A. en ese momento) le importó ?. Por supuesto que no.

Tampoco le importó a Palito Ortega , entregarle tierras de la comunidad de los Quilmes , a un empresario para que construyera un hotel. O a Marcelo Tinelli o a la familia Bennettón , hechar a familias mapuches de tierras del sur.El aborígen forma parte de la biodiversidad que vamos destruyendo , y son los que tienen el derecho de estar allí.

El "Gran Jefe Blanco" le envia una oferta al Jefe Seattle, de la tribu Suwanish, para comprarle los territorios del noreste de Estados Unidos (ahora forma parte del estado de Washington). A cambio promete crear una reservacion para el pueblo indigena (como si los Suwanish tenian muchas opciones para no aceptar...).

Es una carta muy sabia y emotiva del Jefe Seattle sobre las tierras tan adoradas y sagradas para los indios americanos. En esta carta el Jefe Seattle le pregunta al Gran Jefe Blanco: "Como podeis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra?".

Una de mis partes favoritas es esta:

"Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia. "

En realidad toda la carta es bella. Es un discurso muy profundo que no ha sido comparado con ningun pensador contemporaneo sobre la relacion que existe (o deberia existir) entre el hombre y la naturaleza.

Que lastima! que el hombre blanco a pisoteado millones de veces esta carta....gracias por recordarla!

Un saludo!

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Es realmente triste que nosotros los seres humanos tengamos que desplazar a tantos animales de su medio ambiente. Aqui en la costa este de Estados Unidos, vieras la cantidad de animales que se ven tirados por las carreteras. De verdad, entra una impotencia de no poder hacer casi nada por ellos, y ni digamos de la caza que es un "deporte" para algunos ...

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Aqui dejo el link con la carta del Jefe Seattle

http://asde.scouts-es.net/gs381/baul/mensaje.html

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Soy abogada, y comence a trabajar en medio ambiente hace 10 años. Tuve como primer jefe a un estupendo lider, que casi de inmediato me mostro la carta. Esta ha sido mi inspiracion durante todos estos años, convenciendome de que mi trabajo es algo invaluable.

Es increible como leyendo esta carta podemos comprender, que el grado de civilizacion de un pueblo no depende de su avance tecnologico, sino del respeto que le tiene a la naturaleza. La carta deberia ser conocida por todas las personas: difundida en escuelas, dependencias gubernamentales e instituciones religiosas.

no entiendo nada

que dice????