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Rezar no te sirve para nada, aprende a orar con Dios como si fuera, tu mejor amigo aprenderas a verlo como una persona real,y de acuerdo a su voluntad escuchara tus oraciones , la mejor religion es la que tu consideres que lo sea siempre y cuando vivas en confoermidad con los mandatos de Dios.

Yo no rezo, oro a Dios. Lo mejor no es una religion, sino una persona,

Jesús, ¡¡solo Él salva!!

no rezo ningun dia

Jamas rezo ni digo oraciones, es algo totalmente inutil, mejor actuo sobre lo que quiero.

Ninguna religion es buena, la budista tal ves pero no es religion sino una filosofia.

Saludos

Yo rezo todos los días, siempre hablo con Dios y con los seres queridos que ya han muerto.

1.- Yo

2.- La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias (Mormones)

si todos los días rezo, y le pido a Dios por todos, para que nos mantenga unidos, soy católica, que Dios te bendiga.

Yo rezo todos los dias pero por que lo siento y lo quiero hacer no por obliacion remordimiento o acto mecanico, yo soy catolica esa religion me gusta y naci en ella, pero cada cual encuentra a Dios donde quiera y donde sea, no se cual sera la mejor religion en verdad, solo se, que haciendo las cosas de corazon y sinceridad todo sale mejor.

Yo soy católico, rezo al levantarme y al acostarme.

Saludos

Yo no rezo, oro todos los días.

Ninguna religión es la mejor, porque fueron creadas por el hombre.

Pero conozco la Iglesia que Jesucristo estableció en Nazareth en el año 33 con Él como cabeza.

UNA IGLESIA VERDADERA

Hubo un tiempo, hace casi dos mil años, cuando sólo había una iglesia (Efesios 5:27).

El catolicismo el protestantismo, Mormones, Testigos de Jehová, Adventistas y otras tantas modernas todavía no aparecían.

Nadie decía ser metodista, bautista, luterano, católico o presbiteriano.

Los miembros de aquella iglesia glorificaban a Dios llevando sólo el nombre de cristianos (Hechos 11:26 - Hechos 26:28 - 1 Pedro 4:16).

Todos aquellos cristianos basaban su creencia y práctica en la enseñanza de los apóstoles y profetas, hombres estos inspirados por el Espíritu Santo (Hechos 2:42 - Efesios 2:20 - 1 Corintios 14:37).

Esa enseñanza, esa revelación de Dios al hombre, quedaría para siempre (1 Pedro 1:23-25) en el conjunto de escritos de esos apóstoles y profetas que hoy es llamado apropiadamente el testamento de Cristo (o el Nuevo Testamento) por contener la voluntad de él.

Los cristianos primitivos aprendieron de los apóstoles que Dios aborrece las divisiones (1 Corintios 1:10 - Efesio 4:3-6 - Juan 17:20-23) y que para evitarlas, todos en la iglesia deberían aprender a no creer más de lo que está escrito (1 Corintios 4:6).

Por lo tanto, cualquiera que enseñara un evangelio o doctrina diferente al que ellos enseñaron estaría bajo maldición (Gálatas 1:6-9 - Apocalipsis 22:18, 19) y no debería ser aceptado entre los cristianos (2 Juan 9-11).

La adoración que aquellos cristianos daban en sus reuniones a Dios era sencilla y espiritual.

Ellos alababan al Señor con cantos espirituales (Efesios 5:19) sin ningún acompañamiento de instrumentos (sería hasta el siglo séptimo cuando la iglesia apóstata papista se atrevería a introducir música de órgano en el culto a Dios).

Elevaban sus pensamientos a Dios en fervientes oraciones, no rezos aprendidos de memoria (Hechos 2:42 - Romanos 12:12).

Meditaban en la palabra de Dios (Hechos 2:42 - Hechos 20:7).

Y en su reunión del primer día de la semana, además de lo mencionado, hacían memoria del sacrificio de Cristo, tomando la cena del Señor (1 Corintios 11:23-26 - 1 Corintios 10:16 - Hechos 20:7) y ofrendaban de lo que Dios les había prosperado durante la semana (1 Corintios 16:1, 2 - 2 Corintios 8, 9) para los pobres que había entre ellos y para cooperar con la predicación del evangelio de Cristo (Filipenses 4:10-19).

Aquella iglesia no tenía más cabeza que Cristo (Colosenses 1:16 - Efesios 5:23).

Por lo tanto no había tal cosa como un papa, un presidente o cualquier jefe humano.

Cristo gobernaba la iglesia por medio de la palabra apostólica (1 Corintios 14:37) que, como ya vimos, todavía la tenemos en las páginas del Nuevo Testamento.

La iglesia estaba compuesta de las personas que habiendo escuchado aquel evangelio, lo habían creído, se habían arrepentido de su vida pasada y se habían entregado al Señor confesándole y bautizándose en su nombre para perdón de sus pecados (Marcos 16:15, 16 - Hechos 2:38 - Hechos 8:36-38 - Hechos 22:16).

Después de esa entrega, de esa conversión, los discípulos de Cristo se dejaban conducir en cada fase de su vida por la doctrina de su Maestro (Mateo 28:19, 20).

A aquellos cristianos primitivos les hubiera dolido mucho saber que algunos siglos después la doctrina de Cristo sería corrompida, al igual que la iglesia en su organización, misión y adoración a Dios.

Habrían llorado si hubieran sabido que dos mil años después habría tanta confusión en el mundo religioso y se enseñaría tanta doctrina falsa en el nombre de Jesucristo, que habría cientos y cientos de sectas con diferentes nombres y doctrinas.

Pero también se habrían alegrado en saber que a través de los siglos siempre habría personas amantes de la verdad quienes apegándose estrictamente a la palabra de Dios y sin importarles la burla o la persecución, practicarían el cristianismo puro y primitivo constituyendo así la iglesia de Cristo.

Estas personas amantes de la verdad, nos hicieron alguna vez conocer la doctrina verdadera y nos enseñaron a distinguir el cristianismo auténtico de los burdos remedos.

Hoy mismo, miles y miles nos alegramos por esto.

Amén.

Dios Te Bendiga.