La hacienda es una forma de organización económica típica del sistema colonial español, y se utiliza para describir un rancho amplio, habitualmente en la Pampa y otras zonas del Cono Sur. Como modelo de organización agropecuaria y social, procede de la Hacienda andaluza, cuyo modelo se exportó a América a partir del siglo XVI.
Historia
El sistema de la hacienda de Hispanoamérica y partes de Brasil era un sistema de grandes latifundios que constituían un fin en sí mismo como símbolos del estatus social, que producían poco para la exportación más allá de la propia hacienda, lo cual conducía al autoabastecimiento en todo excepto en artículos de lujo, de ostentación, que se destinaban para el grupo de gente en el círculo de confianza del patrón.
Las haciendas tienen su origen en concesiones, generalmente realizadas a nobles menores, dado que los Grandes de España no estaban motivados para abandonar la península, y la burguesía tenía poco acceso a los dispendios reales. En México, el sistema de la hacienda surgió a partir de 1529, cuando la corona española concedió a Hernán Cortés el título de Marqués del Valle de Oaxaca, el cuál suponía una porción de tierra que incluía todo el actual estado de Morelos.
Significativamente, la concesión incluía a todos los indios que vivían de la tierra, y el poder sobre la vida y la muerte de las almas que habitaban en esos dominios. No había jurado de apelaciones gobernando la hacienda. La inhabitual hacienda jesuita de Santa Lucía, grande y rentable, cerca de México, establecida en 1576 y hasta la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, ha sido reconstruida por Herman W. Konrad (1980) a partir de fuentes de archivo, revelando la naturaleza y operaciones del sistema de haciendas en México, sus esclavos, su sistema de tenencia de la tierra, los trabajos de su aislada, completa e interdependiente sociedad.
En México, el propietario de una hacienda era generalmente llamado hacendado. Aparte del pequeño círculo en la elite de la sociedad de la hacienda, el resto eran conocidos como peones (trabajadores de a pie ("pe")) o montados gauchos. Los peones trabajaban la tierra que pertenecía al patrón. Los campesinos trabajaban en minifundios y donaban una porción al patrón. La economía del siglo XVIII era principalmente un sistema de trueque, por lo que poca moneda circulaba en la hacienda.
La acumulación de reservas era central en las haciendas, que no eran granjas. Donde la hacienda incluía minas en funcionamiento, como en México, el patrón podía ser inmensamente rico.
En Sudamérica, la hacienda subsistió al colapso del sistema colonial a principios del siglo XIX. En algunos lugares, como en Santo Domingo, el fin del colonialismo significó la fragmentación de las grandes plantaciones en miríadas de pequeños minifundios de subsistencia, una revolución agraria. En Argentina una segunda economía, internacionalizada y basada en moneda, se desarrolló al margen de las haciendas, que se hundieron en la pobreza rural.
Para completar la información ver en estos enlaces:
es una forma de organizacion economica tipica del sistema colonial español y se utiliza para describir un rancho amplio habitualmente en la pampa y otras zonas del cono sur =)
Los dueños de las tierras eran terratenientes, comerciantes prósperos o miembros de la nobleza (que luego serÃa la burguesÃa).
Los terratenientes compraron las parcelas directamente a la Corona tras la conquista o en el caso de los nobles las adquirieron por derecho propio, teniendo a veces a algún familiar entre los conquistadores (o los propios conquistadores eran luego sus dueños).
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La hacienda es una forma de organización económica típica del sistema colonial español, y se utiliza para describir un rancho amplio, habitualmente en la Pampa y otras zonas del Cono Sur. Como modelo de organización agropecuaria y social, procede de la Hacienda andaluza, cuyo modelo se exportó a América a partir del siglo XVI.
Historia
El sistema de la hacienda de Hispanoamérica y partes de Brasil era un sistema de grandes latifundios que constituían un fin en sí mismo como símbolos del estatus social, que producían poco para la exportación más allá de la propia hacienda, lo cual conducía al autoabastecimiento en todo excepto en artículos de lujo, de ostentación, que se destinaban para el grupo de gente en el círculo de confianza del patrón.
Las haciendas tienen su origen en concesiones, generalmente realizadas a nobles menores, dado que los Grandes de España no estaban motivados para abandonar la península, y la burguesía tenía poco acceso a los dispendios reales. En México, el sistema de la hacienda surgió a partir de 1529, cuando la corona española concedió a Hernán Cortés el título de Marqués del Valle de Oaxaca, el cuál suponía una porción de tierra que incluía todo el actual estado de Morelos.
Significativamente, la concesión incluía a todos los indios que vivían de la tierra, y el poder sobre la vida y la muerte de las almas que habitaban en esos dominios. No había jurado de apelaciones gobernando la hacienda. La inhabitual hacienda jesuita de Santa Lucía, grande y rentable, cerca de México, establecida en 1576 y hasta la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, ha sido reconstruida por Herman W. Konrad (1980) a partir de fuentes de archivo, revelando la naturaleza y operaciones del sistema de haciendas en México, sus esclavos, su sistema de tenencia de la tierra, los trabajos de su aislada, completa e interdependiente sociedad.
En México, el propietario de una hacienda era generalmente llamado hacendado. Aparte del pequeño círculo en la elite de la sociedad de la hacienda, el resto eran conocidos como peones (trabajadores de a pie ("pe")) o montados gauchos. Los peones trabajaban la tierra que pertenecía al patrón. Los campesinos trabajaban en minifundios y donaban una porción al patrón. La economía del siglo XVIII era principalmente un sistema de trueque, por lo que poca moneda circulaba en la hacienda.
La acumulación de reservas era central en las haciendas, que no eran granjas. Donde la hacienda incluía minas en funcionamiento, como en México, el patrón podía ser inmensamente rico.
En Sudamérica, la hacienda subsistió al colapso del sistema colonial a principios del siglo XIX. En algunos lugares, como en Santo Domingo, el fin del colonialismo significó la fragmentación de las grandes plantaciones en miríadas de pequeños minifundios de subsistencia, una revolución agraria. En Argentina una segunda economía, internacionalizada y basada en moneda, se desarrolló al margen de las haciendas, que se hundieron en la pobreza rural.
Para completar la información ver en estos enlaces:
- http://www.icarito.cl/enciclopedia/articulo/segund...
- http://www.ejournal.unam.mx/ehn/ehn22/EHN02206.pdf
Mucha suerte
es una forma de organizacion economica tipica del sistema colonial español y se utiliza para describir un rancho amplio habitualmente en la pampa y otras zonas del cono sur =)
Los dueños de las tierras eran terratenientes, comerciantes prósperos o miembros de la nobleza (que luego serÃa la burguesÃa).
Los terratenientes compraron las parcelas directamente a la Corona tras la conquista o en el caso de los nobles las adquirieron por derecho propio, teniendo a veces a algún familiar entre los conquistadores (o los propios conquistadores eran luego sus dueños).
Mientras tanto, los trabajadores eran principalmente indÃgenas (cabe destacar los obrajes de Nueva España), y dependiendo del paÃs negros africanos en mayor o menor medida. Los convictos españoles a veces eran trasladados a las Américas para realizar trabajos forzados en plantaciones.
La posesión de las tierras, asà como su labor, se transmitÃa de padres a hijos, a no ser que cambiaran de dueño vÃa expropiación y subasta.