Viajó por espacio de diez y seis años, conoció Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Rusia, Inglaterra y otros. Su estadía en el viejo continente le permite dominar el francés, el italiano, el alemán y el portugués, profundizar sus estudios filosóficos y entrar en contacto con las teorías revolucionarias que pronto implantarían un nuevo orden político y social de alcance mundial. Todos estos conocimientos, más tarde los vertería en su más destacado alumno: el Libertador Simón Bolívar.
Simón Bolívar viaja a Europa para distracción de su viudez temprana, dura tres años por fuera, donde se encuentra con su Maestro Simón Rodríguez y se convierte en un viaje de aprendizaje, ya que Rodríguez vuelca todos sus conocimientos en él. En esta época Rodríguez le aconseja a Bolívar que estudie a "Helvecio, Holbach, Hume", entre otros.
En Mayo de 1791 el Cabildo de Caracas le da un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”, en 1794 presentó una escritura crÃtica llamada “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento". Allà en esta escuela es que tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón BolÃvar. Fuertemente influenciado por El Emilio de Jean-Jacques Rousseau, Simón RodrÃguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas. El mismo BolÃvar en carta al General Santander en 1824 decÃa que su maestro "enseñaba divirtiendo". Este espÃritu que intentaba romper con las rÃgidas costumbres educativas del colonialismo español se reflejarÃa en toda la obra y el pensamiento de Simón RodrÃguez.
Su participación en la conspiración de Gual y España en contra de la corona Española en 1797 lo fuerza a dejar el territorio Venezolano.
Visita Panamá, Guayaquil y otros lugares. Al año se reúne en Lima con el Libertador. Antes, a su paso por Ecuador deja varias obras; en Latacunga, dicta clases de Agricultura y Botánica en el Colegio Nacional; en Quito presenta al Gobierno un Plan de colonización para el Oriente del Ecuador, y en Ibarra, funda una "Sociedad de Socorros Mutuos".
BolÃvar lo incorpora al grupo de sus colaboradores directos. A mediados de abril, parte con BolÃvar hacia varias ciudades de Perú y pasa por Bolivia. En noviembre de ese mismo año, BolÃvar lo nombra "Director de Enseñanza Pública, Ciencias FÃsicas, Matemáticas y de Artes y Director General de Minas, Agricultura y Caminos Públicos de la República Boliviana".
En enero de 1826, BolÃvar regresa a Lima y RodrÃguez se queda en Bolivia; no volverán a verse jamás. En ese mismo año, funda la segunda escuela-taller, esta vez con proyecciones para toda Bolivia, desde Chuquisaca.
Entre 1806 y 1823 mientras se libraba gran parte de la Guerra de Independencia en su natal Venezuela, RodrÃguez se hospeda en Italia, Alemania, Rusia, Prusia, y Holanda. Luego el darÃa su opinión sobre este periodo de tiempo diciendo;
“Yo estuve en Europa por casi 20 años, trabaje en un Laboratorio de QuÃmica Industrial […] Asistà a algunas reuniones secretas orientadas hacia la democracia […] Estudie un poco de literatura, aprendà nuevos idiomas y di clases de lectura y escritura de una escuela ubicada en un pequeño poblado Ruso”.
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Viajó por espacio de diez y seis años, conoció Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Rusia, Inglaterra y otros. Su estadía en el viejo continente le permite dominar el francés, el italiano, el alemán y el portugués, profundizar sus estudios filosóficos y entrar en contacto con las teorías revolucionarias que pronto implantarían un nuevo orden político y social de alcance mundial. Todos estos conocimientos, más tarde los vertería en su más destacado alumno: el Libertador Simón Bolívar.
Simón Bolívar viaja a Europa para distracción de su viudez temprana, dura tres años por fuera, donde se encuentra con su Maestro Simón Rodríguez y se convierte en un viaje de aprendizaje, ya que Rodríguez vuelca todos sus conocimientos en él. En esta época Rodríguez le aconseja a Bolívar que estudie a "Helvecio, Holbach, Hume", entre otros.
Salud(os)
Simón Narciso de Jesús RodrÃguez nació en Caracas la noche del 28 de Octubre de 1769. Fue bautizado el 14 de Noviembre de ese año como niño expósito. Criado en casa del sacerdote Alejandro Carreño toma de él su apellido y es conocido como Simón Carreño RodrÃguez. Documentos de la época y otros testimonios hacen pensar que el sacerdote Carreño era en efecto padre de Simón RodrÃguez y de su hermano José Cayetano Carreño, cuatro años menor que él y quien se desarrollara como notable músico. Su madre RosalÃa RodrÃguez era hija de un propietario de haciendas y ganado, descendiente de canarios.
En Mayo de 1791 el Cabildo de Caracas le da un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”, en 1794 presentó una escritura crÃtica llamada “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento". Allà en esta escuela es que tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón BolÃvar. Fuertemente influenciado por El Emilio de Jean-Jacques Rousseau, Simón RodrÃguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas. El mismo BolÃvar en carta al General Santander en 1824 decÃa que su maestro "enseñaba divirtiendo". Este espÃritu que intentaba romper con las rÃgidas costumbres educativas del colonialismo español se reflejarÃa en toda la obra y el pensamiento de Simón RodrÃguez.
Su participación en la conspiración de Gual y España en contra de la corona Española en 1797 lo fuerza a dejar el territorio Venezolano.
En Kingston, Jamaica, el cambia su nombre a Samuel Robinsón, y después de permanecer algunos años en los Estados Unidos, viaja a Francia (1801), Allà en 1804, se encuentra con Simón BolÃvar, de quien habÃa sido Maestro cuando niño. Juntos realizan un largo viaje por gran parte de Europa. Son testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán, como Rey de Italia y de Roma, por otra parte él es testigo del famoso juramento de BolÃvar sobre el monte Sacro, en donde el profetiza que liberarÃa a toda América de la corona Española, y lo registra para la Historia.
Simón RodrÃguez era también Bohemio, viajero y lector incansable Relámpagos de genialidad, de inteligencia y de locura se repetÃan en la vida de este hombre. Además era mujeriego, cÃnico, descarado e inconstante. Titulos estos dados por quienes durante más de un siglo mantuvieron en el olvido la obra de uno de los hombre mas ilustres de nuestra america, obra a la que solo se ha tenido acceso desde la decada de 1950, por iniciativa de algunos venezolanos que rescataron del mas injusto de los abandonos, las magnificas ideas que nos ha legado este americano de venezuela llamado por Simón Bolivar, "El hombre más extraordinario del mundo"
Influencia sobre BolÃvar
Juntos parten en marzo de 1805, a un viaje que los lleva a Lyon y Chambery para luego atravesar los Alpes y entrar en Italia: Milán, Venecia, Ferrara, Bolonia y Florencia. En Milán presencian la nueva coronación de Napoleón, esta vez como rey de Italia. El 15 de agosto de ese mismo año, suben al Monte Sacro, en Roma, y RodrÃguez recoge para la posteridad el juramento que allà su discÃpulo hace: ."Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor; y juro por mi patria; que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".
Luego de una breve visita de BolÃvar a Nápoles retornan a ParÃs hacia fines de año. Poco tiempo después se separan y, en 1806, inicia Simón RodrÃguez un largo peregrinar por Europa, viviendo en Italia, Alemania, Prusia, Polonia y Rusia, donde se dedicó por varios años a la docencia. En 1823, en Londres se encuentra con Andrés Bello y ese mismo año emprende su viaje de retorno a América. Desembarca en Cartagena de Indias, y retoma su nombre de Simón RodrÃguez. En Bogotá, en 1824, realiza la primera fundación de una escuela-taller.
Visita Panamá, Guayaquil y otros lugares. Al año se reúne en Lima con el Libertador. Antes, a su paso por Ecuador deja varias obras; en Latacunga, dicta clases de Agricultura y Botánica en el Colegio Nacional; en Quito presenta al Gobierno un Plan de colonización para el Oriente del Ecuador, y en Ibarra, funda una "Sociedad de Socorros Mutuos".
BolÃvar lo incorpora al grupo de sus colaboradores directos. A mediados de abril, parte con BolÃvar hacia varias ciudades de Perú y pasa por Bolivia. En noviembre de ese mismo año, BolÃvar lo nombra "Director de Enseñanza Pública, Ciencias FÃsicas, Matemáticas y de Artes y Director General de Minas, Agricultura y Caminos Públicos de la República Boliviana".
En enero de 1826, BolÃvar regresa a Lima y RodrÃguez se queda en Bolivia; no volverán a verse jamás. En ese mismo año, funda la segunda escuela-taller, esta vez con proyecciones para toda Bolivia, desde Chuquisaca.
Entre 1806 y 1823 mientras se libraba gran parte de la Guerra de Independencia en su natal Venezuela, RodrÃguez se hospeda en Italia, Alemania, Rusia, Prusia, y Holanda. Luego el darÃa su opinión sobre este periodo de tiempo diciendo;
“Yo estuve en Europa por casi 20 años, trabaje en un Laboratorio de QuÃmica Industrial […] Asistà a algunas reuniones secretas orientadas hacia la democracia […] Estudie un poco de literatura, aprendà nuevos idiomas y di clases de lectura y escritura de una escuela ubicada en un pequeño poblado Ruso”.
RodrÃguez regresa a América en 1823, usando el nombre de Simón RodrÃguez nuevamente. En Colombia establece la primera escuela-taller en 1824. Atiende el llamado hecho por BolÃvar desde el Perú y es nombrado el “Director de la educación Pública, Ciencias, Artes FÃsicas y Matemáticas” y “Director de Minas, Agricultura y VÃas Publicas” de Bolivia.
En 1826, RodrÃguez establece una segunda escuela-taller como parte del proyecto para toda Bolivia. Pero el Mariscal Antonio José de Sucre, presidente de Bolivia desde Octubre de 1826 no tenÃa una buena relación con el, por lo que RodrÃguez dimitió el mismo año, trabajando el resto de su vida como educador y escritor, viviendo alternadamente entre Perú, Chile y Ecuador. Muy importante es su trabajo titulado Sociedades Americanas, el cual fue dividido en varias ediciones publicadas en Arequipa (1828), Concepción (1834), ValparaÃso (1838), y Lima (1842). El texto insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea que sintetiza su frase,
"La América Española es Original; Originales han de ser sus instituciones y su gobierno: Y Originales sus medios de fundar uno y otro. O Inventamos o Erramos".