El Sherlock Holmes que encontramos es un respetable señor inglés, con excelentes modales y una gran inteligencia aplicada a la resolución de los problemas que le son planteados. Como es de esperarse, Watson lo acompaña para poder relatar las aventuras, ambas ambientadas en Londres a fines de 1800.
En esta ciudad se dan lugar dos historias muy particulares, desde un mendigo que gana fortunas, hasta una piedra preciosa escondida en el buche de un ganso.
Lo interesante de estas aventuras es ver cómo se produce el planteo de las situaciones. No están presentadas como casos pagos de un detective como lo podemos ver en novelas mas modernas, sino que pareciera que el azar los lleva al encuentro de desafíos intelectuales.
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El Sherlock Holmes que encontramos es un respetable señor inglés, con excelentes modales y una gran inteligencia aplicada a la resolución de los problemas que le son planteados. Como es de esperarse, Watson lo acompaña para poder relatar las aventuras, ambas ambientadas en Londres a fines de 1800.
En esta ciudad se dan lugar dos historias muy particulares, desde un mendigo que gana fortunas, hasta una piedra preciosa escondida en el buche de un ganso.
Lo interesante de estas aventuras es ver cómo se produce el planteo de las situaciones. No están presentadas como casos pagos de un detective como lo podemos ver en novelas mas modernas, sino que pareciera que el azar los lleva al encuentro de desafíos intelectuales.