La masturbación suele realizarse con las manos, o mediante el frotamiento de los genitales contra algún objeto adecuado. Cada dÃa es más común el uso de los llamados «juguetes sexuales» para obtener este tipo de excitación.
No todos los hombres frotan todo el cuerpo del pene; se concentran en su extremo, en la zona del frenillo que es la eróticamente sensible.
Los hombres no circuncidados, no suelen necesitar el uso de lubricantes, porque el prepucio ya mitiga los efectos del roce directo por sà solo. Aunque los hay que los emplean para añadir sensaciones a su actividad. El uso de lubricantes es más frecuente entre los hombres que tienen su pene circuncidado, con el fin de facilitar el deslizamiento de la mano sobre el glande.
La gran mayorÃa de las mujeres (73%) se masturban acostadas (o en el baño) y con las piernas abiertas, un 10% lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche.
El 3% de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2% lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2% más que lo hace sin manos, estimulándose sólo con fantasÃas.
El uso de dildos, vibradores y otros juguetes eróticos se está extendiendo cada vez más entre la población femenina. No resulta fácil saber cuántas los emplean. Pero las diferentes encuestas demuestran que entre una de cada cuatro y dos de cada tres mujeres, según los paÃses, utilizan estos artilugios para sus juegos solitarios.
Extensión de la masturbación
Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografÃas a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno[2] .
El análisis de las estadÃsticas arrojan como cifra probable de hombres que se masturban la del 92% ó 94%. Para las mujeres, los datos son más inseguros por la conocida inhibición femenina a la hora de reconocer esta práctica. Pero del estudio de las diferentes cifras manejadas por los investigadores, se sabe que se masturban entre el 85% y el 93% de las mujeres, en conjunto. Si el análisis se centra sólo en las mujeres orgásmicas (y lo es el 90% de la población femenina), se encuentra que se masturban entre el 91% y el 99% de ellas, prácticamente todas.
Afirmaciones populares acerca de la masturbación
"Los hombres se masturban más":
Suele afirmarse que los hombres se masturban con una frecuencia semanal que es el doble de veces la de las mujeres. Pero existen investigaciones que demuestran que los hombres mienten sistemáticamente en las encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden al autoerotismo, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario, minimizando la frecuencia (es tÃpica la respuesta femenina de hacerlo una vez al mes). Si corregimos las afirmaciones de unos y otros, como han realizado algunas investigaciones serias, los datos tienden a converger: asÃ, hombres y mujeres se masturban con una frecuencia similar. [1] .
"Los hombres comienzan a masturbarse antes que las mujeres":
"La representaciones sexuales demasiado intensas, puede llegar a una relativa materialización de los pensamientos":
Los apetitos sexuales dotados de una pasión desmedida, acarician y hacen reaccionar el alma, pudiendo interactuar con otros espectros, dando por resultado una relación sexual totalmente despojada de los recursos carnales, donde prevalece la excitación y regocijo del espÃritu. No te toques con demasiadas ganas, o ella lo sabrá.
"Las personas dejan de masturbarse cuando inician relaciones sexuales":
Se ha observado que mientras la frecuencia con la que los hombres emparejados acuden a la masturbación disminuye desde el momento que comienzan a tener relaciones sexuales y sigue descendiendo con el paso del tiempo, en las mujeres la frecuencia se mantiene igual o aumenta en la mayorÃa de los casos, sobre todo entre las que son más jóvenes. Esta idea contradice, igualmente, al tópico.
Las razones por la que la masturbación se mantiene entre personas emparejadas se explican más abajo.
"Quienes se masturban se aÃslan socialmente":
No hay nada más incierto que eso[1] . La masturbación no produce aislamiento. Ya se ha comprobado que la mayorÃa de los seres humanos se masturban y tienen relaciones sexuales sin ser por eso seres aislados.
Lo que sà sucede es lo contrario. Es decir, las personas aisladas que no saben relacionarse con los demás, sólo pueden desarrollar una forma de satisfacción sexual: la masturbación. Pero no porque recurran a ella como consuelo. Se masturban como todos los demás, pero no son capaces de desarrollar la actividad sexual que apetece compartir con otras personas; porque no son capaces de relacionarse con esas personas.
Por tal razón, la masturbación y las relaciones sexuales no son excluyentes entre sÃ, como se creÃa antes, sino complementarias. Satisfacen necesidades diferentes. Las relaciones sexuales satisfacen esa parte de la sexualidad individual que se desea compartir con los demás y la masturbación constituye el refugio que permite satisfacer otras necesidades de intimidad que cada cual se reserva para sÃ.
El informe, publicado por la revista "News Scientist", asegura que los hombres que eyaculan más de cinco veces a la semana entre los 20 y 30 años son un 30 por ciento menos propensos a desarrollar cáncer de próstata.
Pero tales datos no dejan de ser meramente especulativos. NecesitarÃan mayor corroboración cientÃfica, y que se basen en un seguimiento regular de cientos de sujetos que escribieran un diario sexual. Puesto que está demostrado que los hombres refieren siempre masturbarse con mayor frecuencia de la real, es posible que la citada investigación, basada en los recuerdos de los sujetos estudiados, se encuentre sesgada por ese factor memoria.
Tradicionalmente se ha dicho que la masturbación ha producido toda suerte de daños, que la moderna sexologÃa ha demostrado que son falsos. Conviene no caer en el lado opuesto y darle a la masturbación mayores beneficios de los que ya reporta como parte integrante de la sexualidad de las personas.
La medicina moderna reconoce que la masturbación no produce daños significativos a corto o largo plazo, y la considera una práctica normal, incluso antiestresante.
Está demostrado cientÃficamente que la masturbación es algo natural sin efectos negativos.
Referencias
Los contenidos de este artÃculo se han extraÃdo del libro abajo citado, el cual basa sus conclusiones en el análisis de 394 referencias bibliográficas:
1. â a b c d e Ramos, Jesús (2002), Un encuentro con el placer. La Masturbación Femenina, Madrid: Espasa-Calpe. ISBN 84-670-0279-4
2. â Meizner I., Sonographic observation of in utero fetal "masturbation", Journal of Ultrasound in Medicine, 1987
Enlaces externos
Commons
• Commons alberga contenido multimedia sobre Masturbación.
• Preguntas Frecuentes sobre la masturbación (en español)
No, es solo un mito amigo, lo que pasa es que uno se masturba mas en la adolescencia y esa es la edad en que mas salen granos, pero no tiene nada que ver , solo un mito.............saludos
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noooo para nada jeje
te salen pero por que no te lavas las manos,
eso es mentira, mas bien cuida tus manos por que los granos son por manos sucias.
o eres alergico a la crema o vaselina que te pones, digo si lo haces o con que te lo haces
yo me masturbo
MITO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No te preocupes solo trata de no hacerlo muchas veces al dÃa,
Masturbación
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La masturbación[1] , tanto la masculina como la femenina, es la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtención de placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo. El verbo "masturbar" hace referencia a la práctica de la masturbación. Generalmente se entiende que se trata de una práctica sexual hacia uno mismo, aunque también se admite el uso del mismo verbo para la estimulación realizada sobre los genitales de otra persona con los mismos fines placenteros (como ocurre en la masturbación mutua).
La masturbación suele realizarse con las manos, o mediante el frotamiento de los genitales contra algún objeto adecuado. Cada dÃa es más común el uso de los llamados «juguetes sexuales» para obtener este tipo de excitación.
Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Pero tiene en su contra haber creÃdo y mantenido hasta una edad avanzada que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis conocidas por aquel entonces bajo el nombre de neurastenia, equivalente en la actualidad a la llamada fibromialgia o fatiga crónica. Sin embargo, debemos más al conocimiento de la sexualidad humana en la actualidad a un coetáneo suyo: Havelock Ellis. Este autor no sólo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades. Además de señalar que el orgasmo múltiple era un fenómeno frecuente entre ellas.
Tabla de contenidos
• 1 Origen del término
• 2 Técnicas
• 3 Extensión de la masturbación
• 4 Afirmaciones populares acerca de la masturbación
• 5 Masturbación, salud y psicologÃa
• 6 La masturbación a lo largo de la historia
• 7 Referencias
• 8 Enlaces externos
Origen del término
La práctica sexual que proporciona el 80% de sus orgasmos a las mujeres
Se han empleado diferentes términos a la hora de denominar a esta actividad sexual: masturbación, onanismo, autoerotismo, ipsación..., que han calado popularmente con desigual fortuna. El origen de la palabra masturbación es incierto y los especialistas aún no se han puesto de acuerdo. Sólo sabemos a ciencia cierta que era utilizada ya por Marcial, un poeta satÃrico hispanoromano del siglo I de la era cristiana. Algunos hacen derivar la voz masturbación de una palabra compuesta por raÃces griegas y latinas: μεζεα mezea, que significa “pene” y turba, “alteración”, “perturbación”, “excitación”. Con lo que masturbación significarÃa “excitar el pene” (¿qué palabra habrÃa que utilizar para designar a la masturbación femenina?). Otros señalan que procede exclusivamente del latÃn: manus stuprare (violar con la mano) o manus turbare (excitar con la mano). No hay acuerdo entre los lingüistas si bien suele preferirse manus stuprare, porque históricamente se ha considerado sucio masturbarse. Manus turbare resulta más ecléctico, e indica en qué consiste el acto, y no prejuzga ni el sexo de quien lo practica, ni si la actividad a la que se refiere es buena o mala.
A pesar de utilizarse como sinónimos, onanismo no significa lo mismo. Es una palabra que se refiere al coito interrumpido, actividad sexual que practicaba el personaje bÃblico Onán con la viuda de su hermano. La ley del levirato le exigÃa dar descendencia a su hermano en su viuda para que ésta no quedara desamparada (las viudas sin hijos se devolvÃan a su familia) al administrar los bienes que ellos heredarÃan del abuelo. El pecado por el que fue castigado Onan no tuvo nada que ver con el sexo, sino con la codicia. Ãl no querÃa dar descendencia a su hermano para quedarse con toda la herencia de su padre.
Técnicas
La mayorÃa de los hombres se masturban agarrando el pene con la mano y moviéndola hacia arriba y abajo o hacia delante y atrás, según estén sentados, acostados o de pie. Otros, no utilizan toda la mano sino que agarran la zona del frenillo entre los dedos Ãndice y medio, y el pulgar por el otro lado.
No todos los hombres frotan todo el cuerpo del pene; se concentran en su extremo, en la zona del frenillo que es la eróticamente sensible.
Los hombres no circuncidados, no suelen necesitar el uso de lubricantes, porque el prepucio ya mitiga los efectos del roce directo por sà solo. Aunque los hay que los emplean para añadir sensaciones a su actividad. El uso de lubricantes es más frecuente entre los hombres que tienen su pene circuncidado, con el fin de facilitar el deslizamiento de la mano sobre el glande.
Existen artilugios mecánicos y eléctricos para que los hombres se masturben: muñecas hinchables, vaginas artificiales, bombas de vacÃo, etc. También pueden utilizar vibradores, concentrando su actividad sobre el frenillo.
Las inmensa mayorÃa de las mujeres (98%) se masturba estimulando la zona del clÃtoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estÃmulo de la vagina introduciéndose sus dedos, consoladores o vibradores, para incrementar las sensaciones placenteras. Pero el estÃmulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento extremadamente minoritario, a pesar de lo que muestran las pelÃculas pornográficas.
Las mujeres utilizan los dedos para masturbarse; estimulando el clÃtoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clÃtoris, o menos frecuentemente estimulando directamente el glande del clÃtoris. Suelen lubricarse los dedos (sobre todo si estimulan directamente el glande del clÃtoris) bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clÃtoris, bien mojándolos con su propia saliva.
La gran mayorÃa de las mujeres (73%) se masturban acostadas (o en el baño) y con las piernas abiertas, un 10% lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche.
El 3% de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2% lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2% más que lo hace sin manos, estimulándose sólo con fantasÃas.
A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayorÃa de las mujeres (71%) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.
El uso de dildos, vibradores y otros juguetes eróticos se está extendiendo cada vez más entre la población femenina. No resulta fácil saber cuántas los emplean. Pero las diferentes encuestas demuestran que entre una de cada cuatro y dos de cada tres mujeres, según los paÃses, utilizan estos artilugios para sus juegos solitarios.
Extensión de la masturbación
Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografÃas a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno[2] .
El análisis de las estadÃsticas arrojan como cifra probable de hombres que se masturban la del 92% ó 94%. Para las mujeres, los datos son más inseguros por la conocida inhibición femenina a la hora de reconocer esta práctica. Pero del estudio de las diferentes cifras manejadas por los investigadores, se sabe que se masturban entre el 85% y el 93% de las mujeres, en conjunto. Si el análisis se centra sólo en las mujeres orgásmicas (y lo es el 90% de la población femenina), se encuentra que se masturban entre el 91% y el 99% de ellas, prácticamente todas.
Afirmaciones populares acerca de la masturbación
"Los hombres se masturban más":
Suele afirmarse que los hombres se masturban con una frecuencia semanal que es el doble de veces la de las mujeres. Pero existen investigaciones que demuestran que los hombres mienten sistemáticamente en las encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden al autoerotismo, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario, minimizando la frecuencia (es tÃpica la respuesta femenina de hacerlo una vez al mes). Si corregimos las afirmaciones de unos y otros, como han realizado algunas investigaciones serias, los datos tienden a converger: asÃ, hombres y mujeres se masturban con una frecuencia similar. [1] .
"Los hombres comienzan a masturbarse antes que las mujeres":
Tampoco es cierto que los hombres se inicien en la masturbación antes que las mujeres por tener un órgano sexual tan “evidente” y que tienen que tocarse a diario por razones fisiológicas e higiénicas.
Está demostrado[1] que hay más mujeres que hombres que se inician en la masturbación antes de los 10 años de edad. Lo hacen asà entre el 20% y el 42% de las mujeres, al menos, y entre el 3% y el 13% de los hombres. También hay un 42% a 52% de mujeres que comienzan a hacerlo, como los hombres, durante la adolescencia. Por eso, las mujeres aprenden a masturbarse espontáneamente con mayor frecuencia que los hombres (lo hacen siendo más niñas y sin haber hablado con nadie del tema), quienes suelen iniciarse más tarde, tras hablar con sus compañeros o leer sobre el tema. (mujeres: entre el 57% y el 62%; hombres: 28%).
"La representaciones sexuales demasiado intensas, puede llegar a una relativa materialización de los pensamientos":
Los apetitos sexuales dotados de una pasión desmedida, acarician y hacen reaccionar el alma, pudiendo interactuar con otros espectros, dando por resultado una relación sexual totalmente despojada de los recursos carnales, donde prevalece la excitación y regocijo del espÃritu. No te toques con demasiadas ganas, o ella lo sabrá.
"Las personas dejan de masturbarse cuando inician relaciones sexuales":
Otra vieja idea, falsa, que se resiste a sucumbir. Lejos de lo que afirma el tópico, los hombres y las mujeres continúan masturbándose después de establecer relaciones de pareja. Incluso aunque tales relaciones sean satisfactorias, el 75% de los varones y el 75% al 91% de las señoras emparejados continúan haciéndolo[1] .
Se ha observado que mientras la frecuencia con la que los hombres emparejados acuden a la masturbación disminuye desde el momento que comienzan a tener relaciones sexuales y sigue descendiendo con el paso del tiempo, en las mujeres la frecuencia se mantiene igual o aumenta en la mayorÃa de los casos, sobre todo entre las que son más jóvenes. Esta idea contradice, igualmente, al tópico.
Las razones por la que la masturbación se mantiene entre personas emparejadas se explican más abajo.
"Quienes se masturban se aÃslan socialmente":
No hay nada más incierto que eso[1] . La masturbación no produce aislamiento. Ya se ha comprobado que la mayorÃa de los seres humanos se masturban y tienen relaciones sexuales sin ser por eso seres aislados.
Lo que sà sucede es lo contrario. Es decir, las personas aisladas que no saben relacionarse con los demás, sólo pueden desarrollar una forma de satisfacción sexual: la masturbación. Pero no porque recurran a ella como consuelo. Se masturban como todos los demás, pero no son capaces de desarrollar la actividad sexual que apetece compartir con otras personas; porque no son capaces de relacionarse con esas personas.
Lo primero es el aislamiento y lo secundario que se masturben. No al revés.
Masturbación, salud y psicologÃa
Tanto para evitar los embarazos no deseados como para evitar enfermedades de transmisión sexual, la masturbación es la práctica sexual más segura. No existe ninguna evidencia cientÃfica ni médica de que la masturbación manual dañe la salud fÃsica o mental: ni hace crecer pelos en la palma de la mano, ni encoge los genitales ni afecta al crecimiento (como pensaban generaciones anteriores). Sin embargo, las personas pueden experimentar sensaciones de culpa durante la masturbación o después de la misma si han sido sugestionados en su contra con anterioridad (ver "la masturbación a lo largo de la historia" más abajo).
La masturbación es la primera forma de expresión que tiene la sexualidad humana. Y, en según qué casos, suele ser también la última. En cualquier caso, es la forma en la que el individuo se identifica como ser sexual que es, aprendiendo por sà solo a calmar sus tensiones sexuales y las de otro tipo mediante el orgasmo que produce la masturbación. Eso le sirve para crear una esfera de privacidad en la que puede refugiarse cada vez que lo necesita.
Llegada la adolescencia, el interés sexual se hace más pujante y la capacidad fantaseadora se enriquece. Es el momento en el que los sujetos aprenden a proyectar sus fantasÃas sexuales en otros y comienzan a desear hacer partÃcipes de su sexualidad a los demás (sus parejas).
Por tal razón, la masturbación y las relaciones sexuales no son excluyentes entre sÃ, como se creÃa antes, sino complementarias. Satisfacen necesidades diferentes. Las relaciones sexuales satisfacen esa parte de la sexualidad individual que se desea compartir con los demás y la masturbación constituye el refugio que permite satisfacer otras necesidades de intimidad que cada cual se reserva para sÃ.
Nada de eso es patológico.
El 16 de julio de 2003, un equipo de investigación australiano, dirigido por Graham Giles de The Cancer Council, publicó un estudio médico y concluyó que la masturbación frecuente en los hombres puede ayudar a prevenir el desarrollo del cáncer de próstata, y que puede ser más efectivo que la eyaculación mediante el coito, porque no hay riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, que incrementarÃan el riesgo de cáncer.
El informe, publicado por la revista "News Scientist", asegura que los hombres que eyaculan más de cinco veces a la semana entre los 20 y 30 años son un 30 por ciento menos propensos a desarrollar cáncer de próstata.
Pero tales datos no dejan de ser meramente especulativos. NecesitarÃan mayor corroboración cientÃfica, y que se basen en un seguimiento regular de cientos de sujetos que escribieran un diario sexual. Puesto que está demostrado que los hombres refieren siempre masturbarse con mayor frecuencia de la real, es posible que la citada investigación, basada en los recuerdos de los sujetos estudiados, se encuentre sesgada por ese factor memoria.
Tradicionalmente se ha dicho que la masturbación ha producido toda suerte de daños, que la moderna sexologÃa ha demostrado que son falsos. Conviene no caer en el lado opuesto y darle a la masturbación mayores beneficios de los que ya reporta como parte integrante de la sexualidad de las personas.
La masturbación a lo largo de la historia
Johann Nepomuk Geiger, témpera, 1840.
La medicina moderna reconoce que la masturbación no produce daños significativos a corto o largo plazo, y la considera una práctica normal, incluso antiestresante.
A lo largo de la historia, sin embargo, siempre hubo voces que gritaron que la masturbación era un acto inmoral. Y la base de tal criterio estaba en que la masturbación impedÃa que la especie humana se mantuviera viva sobre el planeta. Eso era evidente en el caso de la masturbación masculina por la emisión improductiva de semen. Y en el caso de la masturbación femenina también, pues, creÃan, si las mujeres se masturbaban podrÃan alejarse de los hombres por preferir autocomplacerse.
No fue hasta el siglo XVIII que al supuesto "daño moral" que ocasionaba la masturbación se añadió el "daño fÃsico" y comenzó a decirse que la masturbación, además de condenar las almas, ocasionaba un número increÃble de enfermedades. Se idearon muchos métodos para descubrir a los niños y niñas masturbadores, y se crearon numerosos remedios contra la masturbación. Algunos de ellos era: comer regularmente copos de maÃz (lo dijo el médico apellidado Kellogg, dueño de la famosa marca), guantes ásperos, aparatos especiales que impedÃan acceder a los genitales, descargas eléctricas, tratar los genitales con ortigas, o extirparlos quirúrgicamente.
En décadas posteriores, el terrorismo psicológico reemplazó a las otras medidas. Por ejemplo, se decÃa a los niños que si se masturbaban les crecerÃan pelos en las manos, la cara se le volverÃa verde, se les secarÃa el pene o el clÃtoris, se volverÃan locos, les saldrÃan granos en la cara... En los EE.UU y otros paÃses angloparlantes, se comenzó a practicar de forma rutinaria la circuncisión neonatal debido a un supuesto efecto preventivo contra la masturbación y la clitoridectomÃa a las chicas que eran descubiertas haciéndolo. Esta última se abandonó bien entrada la década de 1930, pero la circuncisión neonatal de los varones se sigue practicando (con poco éxito, dada la gran extensión de la masturbación).
Está demostrado cientÃficamente que la masturbación es algo natural sin efectos negativos.
Referencias
Los contenidos de este artÃculo se han extraÃdo del libro abajo citado, el cual basa sus conclusiones en el análisis de 394 referencias bibliográficas:
1. â a b c d e Ramos, Jesús (2002), Un encuentro con el placer. La Masturbación Femenina, Madrid: Espasa-Calpe. ISBN 84-670-0279-4
2. â Meizner I., Sonographic observation of in utero fetal "masturbation", Journal of Ultrasound in Medicine, 1987
Enlaces externos
Commons
• Commons alberga contenido multimedia sobre Masturbación.
• Preguntas Frecuentes sobre la masturbación (en español)
• La masturbación
• ¿Por qué avergüenza a las mujeres reconocer que se masturban? (en español)
• Fotos de Técnicas de la Masturbación - Advanced Masturbation (en inglés)
• ArtÃculos de masturbación por sexólogos (en español)
• ArtÃculos de masturbación masculina y femenina (en español)
• Circuncisión masculina y ablación.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Masturbaci%C3%B3n%22
No, es solo un mito amigo, lo que pasa es que uno se masturba mas en la adolescencia y esa es la edad en que mas salen granos, pero no tiene nada que ver , solo un mito.............saludos
Pu...a entonces me imagino que es un granerio loco el que tenes jajajajajajajajajajajajajaja
no, no tiene que ver asà que puedes masturbarte a placer
no le veo la relacion de los granos, solo es que te la jales con las manos sucias.
Pues deberia de estar todo barroso.. y no.. fiajte que no.... limpiecita mi cara...
Bueno, pues entonces ya te contestaste!