lo digo por si viajo comprar cosas que sean mas baratas que en españa
Vivo en Hungría y a pesar que pertenece a la U.E, sigue con su moneda el Forint que es una moneda muy devaluada y pienso que Rumanía, Polonia, que apesar de pertenecer a la E.U. conservan su monedas bajas, mejor dicho los países del este.
Miguel R . Todavia existen muchas monedas en Europa, que no han aceptado el Euro, entre las de menos valor es el
El Franco suizo (Código ISO 4217: CHF) es la moneda de curso legal en Suiza y Liechtenstein. Aunque su peso en la economÃa mundial no puede ser comparado al del euro o al del dólar, la estabilidad del paÃs al que pertenece la hace ser tenida en cuenta como una "moneda refugio", sobre todo después de la apreciación respecto a la moneda europea desde abril hasta septiembre de 2000. Su valor ronda los dos tercios de euro. El Franco (alemán:Franken, francés: franc, italiano: franco) se divide en 100 céntimos. (al. Rappen, fra. centimes, ital. centesimi). El nombre del paÃs "Confederación Suiza" se encuentra escrito en latÃn en algunas monedas (Confoederatio Helvetica), del cual deriva sus siglas ISO, para preservar la neutralidad entre las distintas comunidades lingüÃsticas.
Otros Paises que no aceptan el Euro
Desde hace décadas, los ciudadanos europeos podÃan viajar a través de las fronteras nacionales con un solo pasaporte, pero a partir del 2002 los turistas no tendrán que correr a una casa de cambio para intercambiar sus divisas por la del paÃs que visitan. Las naciones participantes son, hasta la fecha: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. Curiosamente, el Reino Unido todavÃa no acepta el Euro como moneda de uso común en su territorio, debido a ciertas motivaciones polÃticas -y el consabido orgullo británico en no ver desaparecer a su sacrosanta libra esterlina-- pero eventualmente el RU cederá a las presiones de la Europa Continental y tendrá que aceptarla para no desentonar, como hicieron antes al unirse tardÃamente al Mercado Común Europeo y luego a la UE. Se espera que otras naciones escéptica de la UE (Dinamarca, Suecia) seguirán el ejemplo, pues la medida del Euro ayudará a estabilizar el signo monetario frente a otras monedas foráneas y a controlar la inflación, además de simplificar las transacciones comerciales, aunque la etapa inicial habrá una serie de confusiones entre el público, pero son males comprensibles y tolerables ante las ventajas que implica una moneda única. Por otra parte, la nueva fortaleza del Euro, gracias a su uso más amplio, seguramente ayudará a Europa a reactivar su economÃa, afectada últimamente por la recesión norteamericana y japonesa, y quizás hasta ayudará a fortalecer su valor frente al dólar y otras divisas duras. Desde mediados de los 90, las reservas europeas y sus transacciones bancarias podÃan ser manejadas indistintamente en moneda nacional o en Euros, pero estos últimos existÃan sólo en papel (o en bytes digitales), sin que se manejaran fÃsicamente por comerciantes y consumidores en billetes y monedas. Pronto todo eso cambiará y circulará por toda Europa la moneda Euro (sÃmbolo: una E griega), que reemplazará a los marcos, francos, liras, florines, pesetas, escudos, dracmas y otras, lo que constituye un hito en las relaciones internacionales, cuya significación rebasa el ámbito del continente europeo para dar un ejemplo de integración y buena vecindad al resto del mundo, como una muestra fehaciente de los aspectos positivos de la globalización.
El precedente dado por la Europa continental va más allá del aspecto simplemente monetario o económico, ya que representa una prueba concreta de su intención irrenunciable de abandonar las viejas rencillas que habÃan sumido por siglos a las distintas naciones europeas en guerras frÃas y calientes, tanto civiles y regionales como mundiales. Ese estado de cosas, que duraba desde hace unos 15 siglos -desde la desintegración del imperio romano-, afortunadamente concluyó al contemplar los estragos de la Segunda Guerra Mundial, que causó cerca de 50 millones de muertos y el doble de heridos y lisiados, y que ha dejado en ruinas gran parte de la infraestructura civil de las naciones beligerantes. ¡Nunca más!, parecen estar diciendo los europeos, mientras avanzan a una asociación siempre más estrecha en todo plano, con instituciones ya funcionales como la Unión Europea, su parlamento, banco central y diversos entes que coordinan otras actividades de intercambio e integración. En los planes de la UE está una polÃtica internacional común y una fuerza de defensa multilateral (que ya existe parcialmente dentro de la OTAN), con funcionarios ejecutivos que llevarán a cabo las polÃticas acordadas entre las diferentes naciones con equidad y tolerancia, a diferencia de las suspicacias e intrigas que abundaban hasta hace unas décadas. De esta manera el continente europeo se va acercando cada vez más al sueño de una región unificada por intereses, objetivos y valores comunes, a diferencia de los ambiciosos y fallidos proyectos personalistas de Napoleón y Hitler, de unificar a Europa polÃticamente mediante la fuerza. Ha sido un duro camino, el emprendido por estas laboriosas comunidades fundadoras de la cultura occidental, que han resurgido de la destrucción y pobreza dejadas por dos guerras mundiales, hasta convertirse en el bloque económico más poderoso del planeta, que ahora –con el Euro- agrupa unas 300 millones de personas de alto poder adquisitivo, y cuyas naciones figuran entre las primeras en la clasificación establecida por la ONU en cuanto al Indice de Desarrollo Humano (IDH), criterio que reemplazó al ingreso per cápita como indicador de la calidad de vida existente en un paÃs. Con la polÃtica de apertura que tiene la UE, se invitará a unirse gradualmente a la misma, a las demás naciones de Europa Oriental, que antes integraban un bloque hostil liderado por la URSS, e incluso se está tendiendo la mano a la misma Rusia, que podrÃa integrarse a Europa cuando consolide su democracia y estabilice sus finanzas, creándose eventualmente –con unas 700 millones de personas - la mayor potencia mundial si se unifican en todo sentido, la cual rivalizarÃa con los EEUU y China en poderÃo polÃtico, militar y económico.La lección de Europa debe motivar a las naciones latinoamericanas, unidas por muchas tradiciones históricas y culturales, para reforzar sus planes integracionistas y recorrer un camino similar, con un acercamiento progresivo que lleve a realizar el antiguo sueño de BolÃvar, de formar una región unificada que pudiera hacer contrapeso al creciente poderÃo de la Norteamérica anglosajona. No hay otro camino, si se quiere un bloque regional fuerte y con una economÃa más sólida, que tener relaciones más estrechas y productivas, para que toda la región adquiera la influencia que merece en el ámbito internacional y pueda luchar conjuntamente contra los verdaderos enemigos, que no son otros que la pobreza, la enfermedad, la contaminación ambiental, la criminalidad y la intolerancia.
En toda la Unión Europea la moneda és el Euro. El paÃs que tiene los precios más baratos es Portugal y, tal vez, algunos paÃses del este que se estan incorporando a la UE. Esto sÃ, tienen monedas distintas como, por ejemplo, Croacia, Polonia, la República Checa...
Saludos,
Ninfa.
Si no me equivoco toda Europa tiene euro si estoy equivocada corrija me por favor.
kiss
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Vivo en Hungría y a pesar que pertenece a la U.E, sigue con su moneda el Forint que es una moneda muy devaluada y pienso que Rumanía, Polonia, que apesar de pertenecer a la E.U. conservan su monedas bajas, mejor dicho los países del este.
Miguel R . Todavia existen muchas monedas en Europa, que no han aceptado el Euro, entre las de menos valor es el
El Franco suizo (Código ISO 4217: CHF) es la moneda de curso legal en Suiza y Liechtenstein. Aunque su peso en la economÃa mundial no puede ser comparado al del euro o al del dólar, la estabilidad del paÃs al que pertenece la hace ser tenida en cuenta como una "moneda refugio", sobre todo después de la apreciación respecto a la moneda europea desde abril hasta septiembre de 2000. Su valor ronda los dos tercios de euro. El Franco (alemán:Franken, francés: franc, italiano: franco) se divide en 100 céntimos. (al. Rappen, fra. centimes, ital. centesimi). El nombre del paÃs "Confederación Suiza" se encuentra escrito en latÃn en algunas monedas (Confoederatio Helvetica), del cual deriva sus siglas ISO, para preservar la neutralidad entre las distintas comunidades lingüÃsticas.
Otros Paises que no aceptan el Euro
Desde hace décadas, los ciudadanos europeos podÃan viajar a través de las fronteras nacionales con un solo pasaporte, pero a partir del 2002 los turistas no tendrán que correr a una casa de cambio para intercambiar sus divisas por la del paÃs que visitan. Las naciones participantes son, hasta la fecha: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. Curiosamente, el Reino Unido todavÃa no acepta el Euro como moneda de uso común en su territorio, debido a ciertas motivaciones polÃticas -y el consabido orgullo británico en no ver desaparecer a su sacrosanta libra esterlina-- pero eventualmente el RU cederá a las presiones de la Europa Continental y tendrá que aceptarla para no desentonar, como hicieron antes al unirse tardÃamente al Mercado Común Europeo y luego a la UE. Se espera que otras naciones escéptica de la UE (Dinamarca, Suecia) seguirán el ejemplo, pues la medida del Euro ayudará a estabilizar el signo monetario frente a otras monedas foráneas y a controlar la inflación, además de simplificar las transacciones comerciales, aunque la etapa inicial habrá una serie de confusiones entre el público, pero son males comprensibles y tolerables ante las ventajas que implica una moneda única. Por otra parte, la nueva fortaleza del Euro, gracias a su uso más amplio, seguramente ayudará a Europa a reactivar su economÃa, afectada últimamente por la recesión norteamericana y japonesa, y quizás hasta ayudará a fortalecer su valor frente al dólar y otras divisas duras. Desde mediados de los 90, las reservas europeas y sus transacciones bancarias podÃan ser manejadas indistintamente en moneda nacional o en Euros, pero estos últimos existÃan sólo en papel (o en bytes digitales), sin que se manejaran fÃsicamente por comerciantes y consumidores en billetes y monedas. Pronto todo eso cambiará y circulará por toda Europa la moneda Euro (sÃmbolo: una E griega), que reemplazará a los marcos, francos, liras, florines, pesetas, escudos, dracmas y otras, lo que constituye un hito en las relaciones internacionales, cuya significación rebasa el ámbito del continente europeo para dar un ejemplo de integración y buena vecindad al resto del mundo, como una muestra fehaciente de los aspectos positivos de la globalización.
El precedente dado por la Europa continental va más allá del aspecto simplemente monetario o económico, ya que representa una prueba concreta de su intención irrenunciable de abandonar las viejas rencillas que habÃan sumido por siglos a las distintas naciones europeas en guerras frÃas y calientes, tanto civiles y regionales como mundiales. Ese estado de cosas, que duraba desde hace unos 15 siglos -desde la desintegración del imperio romano-, afortunadamente concluyó al contemplar los estragos de la Segunda Guerra Mundial, que causó cerca de 50 millones de muertos y el doble de heridos y lisiados, y que ha dejado en ruinas gran parte de la infraestructura civil de las naciones beligerantes. ¡Nunca más!, parecen estar diciendo los europeos, mientras avanzan a una asociación siempre más estrecha en todo plano, con instituciones ya funcionales como la Unión Europea, su parlamento, banco central y diversos entes que coordinan otras actividades de intercambio e integración. En los planes de la UE está una polÃtica internacional común y una fuerza de defensa multilateral (que ya existe parcialmente dentro de la OTAN), con funcionarios ejecutivos que llevarán a cabo las polÃticas acordadas entre las diferentes naciones con equidad y tolerancia, a diferencia de las suspicacias e intrigas que abundaban hasta hace unas décadas. De esta manera el continente europeo se va acercando cada vez más al sueño de una región unificada por intereses, objetivos y valores comunes, a diferencia de los ambiciosos y fallidos proyectos personalistas de Napoleón y Hitler, de unificar a Europa polÃticamente mediante la fuerza. Ha sido un duro camino, el emprendido por estas laboriosas comunidades fundadoras de la cultura occidental, que han resurgido de la destrucción y pobreza dejadas por dos guerras mundiales, hasta convertirse en el bloque económico más poderoso del planeta, que ahora –con el Euro- agrupa unas 300 millones de personas de alto poder adquisitivo, y cuyas naciones figuran entre las primeras en la clasificación establecida por la ONU en cuanto al Indice de Desarrollo Humano (IDH), criterio que reemplazó al ingreso per cápita como indicador de la calidad de vida existente en un paÃs. Con la polÃtica de apertura que tiene la UE, se invitará a unirse gradualmente a la misma, a las demás naciones de Europa Oriental, que antes integraban un bloque hostil liderado por la URSS, e incluso se está tendiendo la mano a la misma Rusia, que podrÃa integrarse a Europa cuando consolide su democracia y estabilice sus finanzas, creándose eventualmente –con unas 700 millones de personas - la mayor potencia mundial si se unifican en todo sentido, la cual rivalizarÃa con los EEUU y China en poderÃo polÃtico, militar y económico.La lección de Europa debe motivar a las naciones latinoamericanas, unidas por muchas tradiciones históricas y culturales, para reforzar sus planes integracionistas y recorrer un camino similar, con un acercamiento progresivo que lleve a realizar el antiguo sueño de BolÃvar, de formar una región unificada que pudiera hacer contrapeso al creciente poderÃo de la Norteamérica anglosajona. No hay otro camino, si se quiere un bloque regional fuerte y con una economÃa más sólida, que tener relaciones más estrechas y productivas, para que toda la región adquiera la influencia que merece en el ámbito internacional y pueda luchar conjuntamente contra los verdaderos enemigos, que no son otros que la pobreza, la enfermedad, la contaminación ambiental, la criminalidad y la intolerancia.
En toda la Unión Europea la moneda és el Euro. El paÃs que tiene los precios más baratos es Portugal y, tal vez, algunos paÃses del este que se estan incorporando a la UE. Esto sÃ, tienen monedas distintas como, por ejemplo, Croacia, Polonia, la República Checa...
Saludos,
Ninfa.
Si no me equivoco toda Europa tiene euro si estoy equivocada corrija me por favor.
kiss