en el A.T., término de origen desconocido con el que designa las profundidades de la tierra, Dt 32, 22; es el lugar a donde van los muertos, es su mansión, Gn 37, 35; buenos y malos, Nm 16, 33; 1 S 28, 19; Sal 9, 18; 31 (30), 18; 89 (88), 49; Ez 32, 17-32. Es un sitio lúgubre, Jb 17, 13; silencioso, donde la existencia se reduce al mínimo, Qo 9, 10; donde ni siquiera se alaba a Dios, Sal 6, 6; 30 (29), 10; 88 (87), 4-7 y 11-13; 115 (113 B), 17-18; Si 17, 27; Is 38, 18; Ba 2, 27.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
segun los hebreos, que copiaron el concepto de los Egipcios y estos de los Caldeos es el lugar oscuro donde moran los muertos, en lo profundo de la tierra en una palabra, la tumba, la fosa o el hueco donde se depositan los cadaveres y esperaran en un descanso temporal la nueva encarnacion o la resurreccion, los griegos le llaman Hades, y los romanos le llamaban INFERNUM (latin) de donde deriva la palabra infierno y de donde se agarro dicho concepto para llamar a cierto lugar de castigo eterno la secta catolica y por consiguiente sus hijas, las sectas cristianas(?)
Cabe mencionar que los egipcios refinaron ese concepto, lo mismo que el lugar privilegiado a donde iban los faraones o sea el cielo. cuando eran pesados los espiritus por la diosa Maat. y segun hubieren sido sus actos viajaban al lugar sagrado de los dioses (el cielo) o en caso contrario permanecian en el infierno, la tumba o el hades, hasta la resurreccion. capici?
Sepultura común de la humanidad; el dominio del sepulcro; no se refiere a una sepultura individual (heb. qé·ver, Jue 16:31; qevu·ráh, Gé 35:20) ni a una tumba individual (heb. ga·dhísch, Job 21:32).
Aunque se han propuesto diversas teorías para explicar el origen de la palabra hebrea sche’óhl, al parecer se deriva del verbo hebreo scha·’ál, que significa “pedir; solicitar”. Samuel Pike escribió con respecto al Seol en A Compendious Hebrew Lexicon que se trata del “recinto común o región de los muertos; deriva su nombre de la insaciabilidad de la sepultura, como si siempre estuviese pidiendo o reclamando más” (Cambridge, 1811, pág. 148). Esto parece indicar que el Seol es el lugar (no una condición) que pide o reclama a todos sin hacer distinción, ya que acoge en su interior a los muertos de la humanidad. (Gé 37:35, nota; Pr 30:15, 16.)
El término hebreo sche’óhl aparece 65 veces en el texto masorético. La versión católica Torres Amat lo traduce (a veces con añadidos en bastardillas) “infierno(s)” 42 veces; “sepulcro”, 17 veces; “muerte”, 2 veces, y “sepultura”, “mortuorias”, “profundo”, “a punto de morir” y “abismo”, 1 vez cada una. En la Versión Valera de 1909, sche’óhl se traduce “infierno” 11 veces; “sepulcro”, 30 veces; “sepultura”, 13 veces; “abismo”, 3 veces; “profundo”, 4 veces; “huesa”, 2 veces; “fosa”, 2 veces, y “hoyo”, 1 vez. Además, en Isaías 7:11, el texto hebreo leía originalmente sche’óhl, y se tradujo “Hades” en las antiguas versiones griegas de Aquila, Símaco y Teodoción, e “infierno”, en algunas versiones castellanas (BR, Scío, TA; véase NM, nota).
No existe ninguna palabra española que transmita con exactitud el mismo sentido que el término hebreo sche’óhl. Collier’s Encyclopedia (1986, vol. 12, pág. 28) comenta sobre el empleo de la palabra “infierno” en la traducción bíblica: “Puesto que el Seol de los tiempos veterotestamentarios se refería simplemente a la morada de los muertos sin indicar distinciones morales, la palabra ‘infierno’, según se entiende hoy día, no es una traducción idónea”. Un buen número de versiones castellanas transliteran la palabra al español (“Seol” u otras formas parecidas) con una mayor o menor uniformidad (BAS, BJ, CB, CI, EMN, FS, Ga, NC, NM, SA, Val).
La Encyclopædia Britannica (edición 1971, vol. 11, pág. 276) comenta con respecto a Seol: “El Seol estaba situado en alguna parte ‘debajo’ de la tierra. [...] La condición de los muertos no era ni de dolor ni de placer. Tampoco se asociaba con el Seol la recompensa para los justos ni el castigo para los inicuos. Lo mismo buenos que malos, tiranos que santos, reyes que huérfanos, israelitas que gentiles, todos dormían juntos sin conciencia los unos de los otros”.
SEOL — En el Antiguo Testamento esta palabra hebrea es usada para definir el mundo de los espíritus, la morada de los muertos, el lugar donde van los espíritus de los que han partido.
La palabra es el equivalente al Hades del Nuevo Testamento (pasando del hebreo al griego).
Teniendo en cuenta el principio de revelación progresiva, no nos debe sorprender que la descripción que el Antiguo Testamento nos da acerca del Seol y la situación de aquellos que lo habitan, sea un tanto escueta, aunque no imprecisa.
Los profetas del AT no se expandieron profundamente en el tema, probablemente porque era universalmente aceptada, aun en civilizaciones paganas, la existencia de un lugar donde se reunían las almas de los que partían.
Es perfectamente lógico que el NT comience progresivamente a desarrollar el concepto de lo que sucede con las almas después de la muerte. La revelación de Jesucristo y de los apóstoles clarifica lo que en el AT eran interrogantes (He. 1:1-3).
Diabetes is a condition that needs to be properly managed.
Actos is only part of a complete program of treatment that may also include diet, exercise, weight control, foot care, eye care, dental care, and testing your blood sugar.
The body generally digests foods into products and compounds that it can use to fuel necessary systems such as muscular, nervous, and limbic.
Pioglitazone, the active ingredient in Actos, is sometimes used in combination with insulin or other medications, but it is not for treating type 1 diabetes.
Changing any of these factors can affect your blood sugar levels.
But you may need other blood tests as well.
It is part of a group of diabetes medications called thiazolidinediones.
Symptoms of hypoglycemia can include headache, hunger, weakness, sweating, tremors, irritability, or trouble concentrating.
SEOL Esta palabra se usa en el AT para el lugar de los muertos. La derivación del vocablo heb. še˒ôl es incierta. Se han propuesto dos teorías principales.
a. Algunos han sugerido que viene de una forma debilitada de la raíz š˓l, de la que se derivan los vocablos para hablar de una mano ahuecada (Is. 40.12) y un sendero profundo (entre viñas, Nm. 22.24). En el heb. posbíblico ša˓al significa la “profundidad” del mar. Si esta derivación es correcta, el sentido original ha de ser el lugar hueco, o más probablemente, profundo.
b. Más son los eruditos que ahora sostienen el punto de vista de que deriva de la raíz š˒l que significa “pedir” o “inquirir”. En este caso puede haber sido originalmente el lugar de averiguación, donde se podía obtener oráculos. La raíz š˒l se usa frecuentemente en el AT para oráculos de consulta, pero esta idea no es por cierto la principal en la concepción del Seol. Hay una relación de pensamiento con esta raíz en la personificación del Seol como monstruo insaciable con la boca abierta (Is. 5.14; cf. Hab. 2.5, etc.). Delitzch (comentario sobre Is. 5.14) pensaba que se había encontrado una palabra as. equivalente en šualu, pero Jensen y otros han negado la existencia de esta palabra (cf. Transactions of the Society of Biblical Archaeology 8, 1885, pp. 269).
El significado de Seol gira en torno a las ideas de la tumba, el mundo inferior, y el estado de muerte. En todo el antiguo Cercano Oriente, como en otras partes, se consideraba que los muertos existían en una esfera subterránea conocida en bab. como aralu y en ugarítico como ˒ereṣ, ‘tierra’. Pero mientras estos eran gobernados por sus propios dioses, Yahvéh era el gobernador del Seol.
El Seol se encontraba debajo de la superficie de la tierra (Ez. 31.15, 17; Sal. 86.13), era un lugar donde había polvo (Job 17.16), oscuridad (Job 10.21), silencio (Sal. 94.17) y olvido (Sal. 88.12). A veces las distinciones que se hacen en la vida terrenal parecen continuar en el Seol (Is. 14.9; Ez. 32.27), pero es siempre un lugar donde hay debilidad y falta de gozo.
En algunos pasajes el Seol tiene aspecto punitivo (p. ej. Sal. 49.13–14) y la entrega prematura al Seol es una forma de juicio. El AT ve la vida terrenal como el campo para el servicio a Yahvéh; es allí donde puede ser recibida su palabra, donde se pueden ofrecer sus sacrificios, donde se pueden experimentar sus intervenciones. Por lo tanto, en un sentido muy real estar en el Seol es estar separado de su mano (Sal. 88.3–5). No obstante, Yahvéh está presente en el Seol (Sal. 139.8) y por otra parte puede librar de él (Sal. 16.10).
Algunos han visto en palabras tales como ˒abaddôn, ‘destrucción’ (Job 31.12; 26.6; 28.22; Sal. 88.11; Pr. 15.11; 27.20), šaḥaṯ, ‘fosa’, y quizá a veces también ‘corrupción’ (E. F. Sutcliffe, The Old Testament and the Future, 1946, pp. 39s; Job 33.24; Sal. 16.10; Ez. 28.8, etc.) y bôr, ‘fosa’ (Sal. 30.3; Ez. 31.14), un lugar de castigo dentro del Seol. Pero ningún pasaje donde aparecen exige esta interpretación, y la idea no se ha formulado explícitamente en el AT. Es mejor considerar estas palabras como sinónimas de Seol, con la que todas aparecen a veces paralelamente.
En la literatura judía posterior nos encontramos con divisiones para los malos y los justos dentro del Seol, en las que cada cual experimenta un anticipo de su destino final (Enoc 22.1–14). Esta idea parecería ser el fundamento de las imágenes de la parábola del rico y Lázaro en Lc. 16.19–31. El vocablo gr. hadēs que se usa en este pasaje representa el mundo inferior, o reino de los muertos, en los clásicos. En la LXX casi siempre traduce še˒ôl, y en el NT la Pes. traduce šeyûl. Por lo tanto es el equivalente neotestamentario de Seol. Se usa en relación con la muerte de Cristo en Hch. 2.27, 31, que cita el Sal. 16.10. En Mt. 16.18 Cristo dice que las puertas del Hades (cf. Is. 38.10; Sal. 9.13; 107.18) no prevalecerán contra su iglesia. Como las puertas de las ciudades son esenciales para que puedan ejercer su poder, el significado aquí es probablemente el poder de la muerte. La frase “hasta el Hades será abatida” en Mt. 11.23 se entiende mejor metafóricamente, con referencia a las profundidades de la vergüenza. En Ap. Cristo tiene las llaves de la muerte y del Hades (1.18). El poder de los mismos (6.8) es quebrado y son lanzados al lago de fuego
Tu esplendor ha caído en el Seol...¿Cómo has caído desde el cielo, brillante estrella, hijo de la Aurora?...Te decías en tu corazón: el cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono...Subiré a las alturas de las nubes, seré igual al Altísimo (Isa 14)
Gehena.- (Del lat. bíblico gehenna, y este del hebr. gē hinnōm, valle de H., topónimo maldito a causa de los ritos paganos; cf. siriaco gihannā). f. infierno (ǁ lugar de castigo eterno).
Infierno:
El lugar de los condenados. Seol, Gehenna o hades en griego significa la mansión o estado de los réprobos.
El mayor dolor del infierno resulta de la separación de Dios. (Deuteronomio 32, 22)
El fuego del infierno es un agente extraño al alma de los condenados que causa verdadero dolor y sufrimiento.
La malicia de un pecado mortal es ilimitada y por eso el castigo que le corresponde debe ser también sin fin.
(Mateo 7, 23)
El Infierno es un lugar espiritual o estado en el cual el pensamiento de Dios, el recuerdo de Dios entrevisto en el juicio particular no es, como para los que están en el Purgatorio, deseo santo, nostalgia dolorida más plena de esperanza.
La esperanza colma de serena espera, de segura paz, que será perfecta cuando llegue a convertirse en conquista de Dios, pero que ya va dando al espíritu que purga sus faltas una jubilosa actividad purgativa porque cada pena, cada instante de pena, le acerca a Dios, su único amor.
!!! En cambio, en el Infierno, el recuerdo de Dios es remordimiento, es resquemor, es tormento, es odio; odio hacia Satanás, odio hacia los hombres, odio hacia sí mismos. !!!
She'ol, (en hebreo: שאול) es la sepultura común de la humanidad, una especie de infierno al que van a parar justos e injustos; no se refiere a una sepultura individual (heb. qé•ver, (Jueces 16:31); qevu•ráh, (Génesis 35:20) ni a una tumba individual (heb. ga•dhísch, (Job 21:32).
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-Seol
en el A.T., término de origen desconocido con el que designa las profundidades de la tierra, Dt 32, 22; es el lugar a donde van los muertos, es su mansión, Gn 37, 35; buenos y malos, Nm 16, 33; 1 S 28, 19; Sal 9, 18; 31 (30), 18; 89 (88), 49; Ez 32, 17-32. Es un sitio lúgubre, Jb 17, 13; silencioso, donde la existencia se reduce al mínimo, Qo 9, 10; donde ni siquiera se alaba a Dios, Sal 6, 6; 30 (29), 10; 88 (87), 4-7 y 11-13; 115 (113 B), 17-18; Si 17, 27; Is 38, 18; Ba 2, 27.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
-Sheol (H)
Sepultura, O Pozo
Escrituras del Nombre Verdadero
segun los hebreos, que copiaron el concepto de los Egipcios y estos de los Caldeos es el lugar oscuro donde moran los muertos, en lo profundo de la tierra en una palabra, la tumba, la fosa o el hueco donde se depositan los cadaveres y esperaran en un descanso temporal la nueva encarnacion o la resurreccion, los griegos le llaman Hades, y los romanos le llamaban INFERNUM (latin) de donde deriva la palabra infierno y de donde se agarro dicho concepto para llamar a cierto lugar de castigo eterno la secta catolica y por consiguiente sus hijas, las sectas cristianas(?)
Cabe mencionar que los egipcios refinaron ese concepto, lo mismo que el lugar privilegiado a donde iban los faraones o sea el cielo. cuando eran pesados los espiritus por la diosa Maat. y segun hubieren sido sus actos viajaban al lugar sagrado de los dioses (el cielo) o en caso contrario permanecian en el infierno, la tumba o el hades, hasta la resurreccion. capici?
Sepultura común de la humanidad; el dominio del sepulcro; no se refiere a una sepultura individual (heb. qé·ver, Jue 16:31; qevu·ráh, Gé 35:20) ni a una tumba individual (heb. ga·dhísch, Job 21:32).
Aunque se han propuesto diversas teorías para explicar el origen de la palabra hebrea sche’óhl, al parecer se deriva del verbo hebreo scha·’ál, que significa “pedir; solicitar”. Samuel Pike escribió con respecto al Seol en A Compendious Hebrew Lexicon que se trata del “recinto común o región de los muertos; deriva su nombre de la insaciabilidad de la sepultura, como si siempre estuviese pidiendo o reclamando más” (Cambridge, 1811, pág. 148). Esto parece indicar que el Seol es el lugar (no una condición) que pide o reclama a todos sin hacer distinción, ya que acoge en su interior a los muertos de la humanidad. (Gé 37:35, nota; Pr 30:15, 16.)
El término hebreo sche’óhl aparece 65 veces en el texto masorético. La versión católica Torres Amat lo traduce (a veces con añadidos en bastardillas) “infierno(s)” 42 veces; “sepulcro”, 17 veces; “muerte”, 2 veces, y “sepultura”, “mortuorias”, “profundo”, “a punto de morir” y “abismo”, 1 vez cada una. En la Versión Valera de 1909, sche’óhl se traduce “infierno” 11 veces; “sepulcro”, 30 veces; “sepultura”, 13 veces; “abismo”, 3 veces; “profundo”, 4 veces; “huesa”, 2 veces; “fosa”, 2 veces, y “hoyo”, 1 vez. Además, en Isaías 7:11, el texto hebreo leía originalmente sche’óhl, y se tradujo “Hades” en las antiguas versiones griegas de Aquila, Símaco y Teodoción, e “infierno”, en algunas versiones castellanas (BR, Scío, TA; véase NM, nota).
No existe ninguna palabra española que transmita con exactitud el mismo sentido que el término hebreo sche’óhl. Collier’s Encyclopedia (1986, vol. 12, pág. 28) comenta sobre el empleo de la palabra “infierno” en la traducción bíblica: “Puesto que el Seol de los tiempos veterotestamentarios se refería simplemente a la morada de los muertos sin indicar distinciones morales, la palabra ‘infierno’, según se entiende hoy día, no es una traducción idónea”. Un buen número de versiones castellanas transliteran la palabra al español (“Seol” u otras formas parecidas) con una mayor o menor uniformidad (BAS, BJ, CB, CI, EMN, FS, Ga, NC, NM, SA, Val).
La Encyclopædia Britannica (edición 1971, vol. 11, pág. 276) comenta con respecto a Seol: “El Seol estaba situado en alguna parte ‘debajo’ de la tierra. [...] La condición de los muertos no era ni de dolor ni de placer. Tampoco se asociaba con el Seol la recompensa para los justos ni el castigo para los inicuos. Lo mismo buenos que malos, tiranos que santos, reyes que huérfanos, israelitas que gentiles, todos dormían juntos sin conciencia los unos de los otros”.
SEOL — En el Antiguo Testamento esta palabra hebrea es usada para definir el mundo de los espíritus, la morada de los muertos, el lugar donde van los espíritus de los que han partido.
La palabra es el equivalente al Hades del Nuevo Testamento (pasando del hebreo al griego).
Teniendo en cuenta el principio de revelación progresiva, no nos debe sorprender que la descripción que el Antiguo Testamento nos da acerca del Seol y la situación de aquellos que lo habitan, sea un tanto escueta, aunque no imprecisa.
Los profetas del AT no se expandieron profundamente en el tema, probablemente porque era universalmente aceptada, aun en civilizaciones paganas, la existencia de un lugar donde se reunían las almas de los que partían.
Es perfectamente lógico que el NT comience progresivamente a desarrollar el concepto de lo que sucede con las almas después de la muerte. La revelación de Jesucristo y de los apóstoles clarifica lo que en el AT eran interrogantes (He. 1:1-3).
Diabetes is a condition that needs to be properly managed.
Actos is only part of a complete program of treatment that may also include diet, exercise, weight control, foot care, eye care, dental care, and testing your blood sugar.
The body generally digests foods into products and compounds that it can use to fuel necessary systems such as muscular, nervous, and limbic.
Pioglitazone, the active ingredient in Actos, is sometimes used in combination with insulin or other medications, but it is not for treating type 1 diabetes.
Changing any of these factors can affect your blood sugar levels.
But you may need other blood tests as well.
It is part of a group of diabetes medications called thiazolidinediones.
Symptoms of hypoglycemia can include headache, hunger, weakness, sweating, tremors, irritability, or trouble concentrating.
One such method is through blood sugar analysis.
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SEOL Esta palabra se usa en el AT para el lugar de los muertos. La derivación del vocablo heb. še˒ôl es incierta. Se han propuesto dos teorías principales.
a. Algunos han sugerido que viene de una forma debilitada de la raíz š˓l, de la que se derivan los vocablos para hablar de una mano ahuecada (Is. 40.12) y un sendero profundo (entre viñas, Nm. 22.24). En el heb. posbíblico ša˓al significa la “profundidad” del mar. Si esta derivación es correcta, el sentido original ha de ser el lugar hueco, o más probablemente, profundo.
b. Más son los eruditos que ahora sostienen el punto de vista de que deriva de la raíz š˒l que significa “pedir” o “inquirir”. En este caso puede haber sido originalmente el lugar de averiguación, donde se podía obtener oráculos. La raíz š˒l se usa frecuentemente en el AT para oráculos de consulta, pero esta idea no es por cierto la principal en la concepción del Seol. Hay una relación de pensamiento con esta raíz en la personificación del Seol como monstruo insaciable con la boca abierta (Is. 5.14; cf. Hab. 2.5, etc.). Delitzch (comentario sobre Is. 5.14) pensaba que se había encontrado una palabra as. equivalente en šualu, pero Jensen y otros han negado la existencia de esta palabra (cf. Transactions of the Society of Biblical Archaeology 8, 1885, pp. 269).
El significado de Seol gira en torno a las ideas de la tumba, el mundo inferior, y el estado de muerte. En todo el antiguo Cercano Oriente, como en otras partes, se consideraba que los muertos existían en una esfera subterránea conocida en bab. como aralu y en ugarítico como ˒ereṣ, ‘tierra’. Pero mientras estos eran gobernados por sus propios dioses, Yahvéh era el gobernador del Seol.
El Seol se encontraba debajo de la superficie de la tierra (Ez. 31.15, 17; Sal. 86.13), era un lugar donde había polvo (Job 17.16), oscuridad (Job 10.21), silencio (Sal. 94.17) y olvido (Sal. 88.12). A veces las distinciones que se hacen en la vida terrenal parecen continuar en el Seol (Is. 14.9; Ez. 32.27), pero es siempre un lugar donde hay debilidad y falta de gozo.
En algunos pasajes el Seol tiene aspecto punitivo (p. ej. Sal. 49.13–14) y la entrega prematura al Seol es una forma de juicio. El AT ve la vida terrenal como el campo para el servicio a Yahvéh; es allí donde puede ser recibida su palabra, donde se pueden ofrecer sus sacrificios, donde se pueden experimentar sus intervenciones. Por lo tanto, en un sentido muy real estar en el Seol es estar separado de su mano (Sal. 88.3–5). No obstante, Yahvéh está presente en el Seol (Sal. 139.8) y por otra parte puede librar de él (Sal. 16.10).
Algunos han visto en palabras tales como ˒abaddôn, ‘destrucción’ (Job 31.12; 26.6; 28.22; Sal. 88.11; Pr. 15.11; 27.20), šaḥaṯ, ‘fosa’, y quizá a veces también ‘corrupción’ (E. F. Sutcliffe, The Old Testament and the Future, 1946, pp. 39s; Job 33.24; Sal. 16.10; Ez. 28.8, etc.) y bôr, ‘fosa’ (Sal. 30.3; Ez. 31.14), un lugar de castigo dentro del Seol. Pero ningún pasaje donde aparecen exige esta interpretación, y la idea no se ha formulado explícitamente en el AT. Es mejor considerar estas palabras como sinónimas de Seol, con la que todas aparecen a veces paralelamente.
En la literatura judía posterior nos encontramos con divisiones para los malos y los justos dentro del Seol, en las que cada cual experimenta un anticipo de su destino final (Enoc 22.1–14). Esta idea parecería ser el fundamento de las imágenes de la parábola del rico y Lázaro en Lc. 16.19–31. El vocablo gr. hadēs que se usa en este pasaje representa el mundo inferior, o reino de los muertos, en los clásicos. En la LXX casi siempre traduce še˒ôl, y en el NT la Pes. traduce šeyûl. Por lo tanto es el equivalente neotestamentario de Seol. Se usa en relación con la muerte de Cristo en Hch. 2.27, 31, que cita el Sal. 16.10. En Mt. 16.18 Cristo dice que las puertas del Hades (cf. Is. 38.10; Sal. 9.13; 107.18) no prevalecerán contra su iglesia. Como las puertas de las ciudades son esenciales para que puedan ejercer su poder, el significado aquí es probablemente el poder de la muerte. La frase “hasta el Hades será abatida” en Mt. 11.23 se entiende mejor metafóricamente, con referencia a las profundidades de la vergüenza. En Ap. Cristo tiene las llaves de la muerte y del Hades (1.18). El poder de los mismos (6.8) es quebrado y son lanzados al lago de fuego
shalom
Pensaba que te referías al sol jajajajaj2ja
Hola,
Tu esplendor ha caído en el Seol...¿Cómo has caído desde el cielo, brillante estrella, hijo de la Aurora?...Te decías en tu corazón: el cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono...Subiré a las alturas de las nubes, seré igual al Altísimo (Isa 14)
Gehena.- (Del lat. bíblico gehenna, y este del hebr. gē hinnōm, valle de H., topónimo maldito a causa de los ritos paganos; cf. siriaco gihannā). f. infierno (ǁ lugar de castigo eterno).
Infierno:
El lugar de los condenados. Seol, Gehenna o hades en griego significa la mansión o estado de los réprobos.
El mayor dolor del infierno resulta de la separación de Dios. (Deuteronomio 32, 22)
El fuego del infierno es un agente extraño al alma de los condenados que causa verdadero dolor y sufrimiento.
La malicia de un pecado mortal es ilimitada y por eso el castigo que le corresponde debe ser también sin fin.
(Mateo 7, 23)
El Infierno es un lugar espiritual o estado en el cual el pensamiento de Dios, el recuerdo de Dios entrevisto en el juicio particular no es, como para los que están en el Purgatorio, deseo santo, nostalgia dolorida más plena de esperanza.
La esperanza colma de serena espera, de segura paz, que será perfecta cuando llegue a convertirse en conquista de Dios, pero que ya va dando al espíritu que purga sus faltas una jubilosa actividad purgativa porque cada pena, cada instante de pena, le acerca a Dios, su único amor.
!!! En cambio, en el Infierno, el recuerdo de Dios es remordimiento, es resquemor, es tormento, es odio; odio hacia Satanás, odio hacia los hombres, odio hacia sí mismos. !!!
Saludos
.
She'ol, (en hebreo: שאול) es la sepultura común de la humanidad, una especie de infierno al que van a parar justos e injustos; no se refiere a una sepultura individual (heb. qé•ver, (Jueces 16:31); qevu•ráh, (Génesis 35:20) ni a una tumba individual (heb. ga•dhísch, (Job 21:32).
es la sepultura común de la humanidad, una especie de infierno al que van a parar justos e injustos