En la pueblo de Sacha Yacu, se desarrolla una historia sobre dos niños llamados Carmenza, y Ramiro, cuya historia comienza con el descubrimiento de delfines en el rio Amazonas. En esta comunidad muy poblado y de bajos recursos, la población sobrevivía de los alimentos que proveía el rio.
Oscar, el padre de Ramiro, era el curandero del pueblo. El se dedicaba a la pesca y al cuidado de los animales de la selva. Oscar es un hombre mayor de edad, que lucho en la guerra contra el Perú; pero no como soldado porque era muy joven en esos tiempos. La madre de Oscar era indígena Ticuna, y su padre era, una indígena Huitoto, y vivía en el lado Colombiano del rio Putumayo.
Carmenza iba a la escuela con Ramiro, y tenían una bonita relación de amigos. Zoila, la mama, de Carmenza con el tiempo había conocido a su actual marido llamado Carlos, con el cual tuvo un hijo llamado Orlando. Carlos era arrogante, y haragán y muy malo con su mujer, y Carmenza.
Carlos quería un diente de delfín, porque le traería suerte a su vida. Un día salió a pescar con la intención de atrapar un pirarucu, y en ese preciso momento, una ola pequeña salpico por encima. El pirarucu estaba más o menos a dos canoas de distancia: era una buena posibilidad aun que él no podía verlo muy bien lanzo el arpón con toda su fuerza. El pez se fue nadando como loco y se llevo el cordel.
Un día, Carmenza y Ramiro iban rumbo a la casa del padre de Ramiro. En su trayecto vieron unas burbujitas que salpicaban en el agua, se impresionaron mucho y quisieron averiguar que era. Se metieron al agua y notaron que era un delfín herido, se conmovieron y quisieron ayudarlo. Se fueron inmediatamente y le contaron a Oscar, pidiéndole un consejo y ayuda para salvar al delfín las herido. A la mañana siguiente Orlando amaneció muy enfermo. Lo llevaron al centro de salud del pueblo y los médicos no encontraban el motivo de la enfermedad. Con el tiempo Carmenza se dio cuenta que la enfermedad del niño era por causa del delfín que le había quitado el espíritu al bebe.
Oscar, Carmenza, y Ramiro ayudaron al delfín a curarse dándole comida y atención, lograron sacar la punta del arpón que le había enterrado Carlos al delfín. En esos días, el clima estaba con una temperatura demasiado alta y a causa de eso el rio se estaba secando. Omacha, que quiere decir delfín en el lenguaje Ticuna, fue como nombraron al delfín, Omacha quedo atorado en el fango debido a que el agua estaba muy baja y casi se muere debido a la falta de humedad. En esos días la lluvia del ano empezó a caer y afortunadamente llenaron el rio, salvándole la vida a Omacha.
Carmenza le hablo a Oscar de la enfermedad de Orlando, y el dijo que se debía a que Carlos le había ensartado el arpón a Omacha. Oscar le dijo a Carmenza que llevara al bebe con él, pero Carlos se negó porque él no creía en brujerías, entonces Carmenza furiosa le conto a su madre que la enfermedad de Orlando se debía a que Carlos había lastimado al delfín. Carlos asombrado se hizo a un lado, y Carmenza y su madre llevaron a Orlando a la casa de Oscar, al llegar Oscar les dio un té e hizo una oración la cual le devolvió el espíritu al bebe que el delfín le había quitado. Al final de la historia el delfín quedo agradecido con Carmenza y Ramiro por haberle salvado la vida.
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Al Rescate De Omacha
En la pueblo de Sacha Yacu, se desarrolla una historia sobre dos niños llamados Carmenza, y Ramiro, cuya historia comienza con el descubrimiento de delfines en el rio Amazonas. En esta comunidad muy poblado y de bajos recursos, la población sobrevivía de los alimentos que proveía el rio.
Oscar, el padre de Ramiro, era el curandero del pueblo. El se dedicaba a la pesca y al cuidado de los animales de la selva. Oscar es un hombre mayor de edad, que lucho en la guerra contra el Perú; pero no como soldado porque era muy joven en esos tiempos. La madre de Oscar era indígena Ticuna, y su padre era, una indígena Huitoto, y vivía en el lado Colombiano del rio Putumayo.
Carmenza iba a la escuela con Ramiro, y tenían una bonita relación de amigos. Zoila, la mama, de Carmenza con el tiempo había conocido a su actual marido llamado Carlos, con el cual tuvo un hijo llamado Orlando. Carlos era arrogante, y haragán y muy malo con su mujer, y Carmenza.
Carlos quería un diente de delfín, porque le traería suerte a su vida. Un día salió a pescar con la intención de atrapar un pirarucu, y en ese preciso momento, una ola pequeña salpico por encima. El pirarucu estaba más o menos a dos canoas de distancia: era una buena posibilidad aun que él no podía verlo muy bien lanzo el arpón con toda su fuerza. El pez se fue nadando como loco y se llevo el cordel.
Un día, Carmenza y Ramiro iban rumbo a la casa del padre de Ramiro. En su trayecto vieron unas burbujitas que salpicaban en el agua, se impresionaron mucho y quisieron averiguar que era. Se metieron al agua y notaron que era un delfín herido, se conmovieron y quisieron ayudarlo. Se fueron inmediatamente y le contaron a Oscar, pidiéndole un consejo y ayuda para salvar al delfín las herido. A la mañana siguiente Orlando amaneció muy enfermo. Lo llevaron al centro de salud del pueblo y los médicos no encontraban el motivo de la enfermedad. Con el tiempo Carmenza se dio cuenta que la enfermedad del niño era por causa del delfín que le había quitado el espíritu al bebe.
Oscar, Carmenza, y Ramiro ayudaron al delfín a curarse dándole comida y atención, lograron sacar la punta del arpón que le había enterrado Carlos al delfín. En esos días, el clima estaba con una temperatura demasiado alta y a causa de eso el rio se estaba secando. Omacha, que quiere decir delfín en el lenguaje Ticuna, fue como nombraron al delfín, Omacha quedo atorado en el fango debido a que el agua estaba muy baja y casi se muere debido a la falta de humedad. En esos días la lluvia del ano empezó a caer y afortunadamente llenaron el rio, salvándole la vida a Omacha.
Carmenza le hablo a Oscar de la enfermedad de Orlando, y el dijo que se debía a que Carlos le había ensartado el arpón a Omacha. Oscar le dijo a Carmenza que llevara al bebe con él, pero Carlos se negó porque él no creía en brujerías, entonces Carmenza furiosa le conto a su madre que la enfermedad de Orlando se debía a que Carlos había lastimado al delfín. Carlos asombrado se hizo a un lado, y Carmenza y su madre llevaron a Orlando a la casa de Oscar, al llegar Oscar les dio un té e hizo una oración la cual le devolvió el espíritu al bebe que el delfín le había quitado. Al final de la historia el delfín quedo agradecido con Carmenza y Ramiro por haberle salvado la vida.