En tiempos de Noé hubo otros ángeles que se rebelaron contra Jehová. Dejaron su lugar en la familia celestial de Dios, bajaron a la Tierra y tomaron cuerpos de carne y hueso. ¿Por qué? Génesis 6:2 nos explica: “Los hijos del Dios verdadero empezaron a fijarse en las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron”. Aquellos ángeles estaban corrompiendo a la humanidad, pero Jehová Dios no iba a tolerarlo por mucho tiempo. De modo que mandó un diluvio que acabó con toda la gente mala del mundo; solo se salvaron sus siervos fieles (Génesis 7:17, 23). Para sobrevivir, los ángeles rebeldes, o demonios, se vieron obligados a abandonar sus cuerpos humanos y regresar al cielo como seres espirituales. Con sus acciones demostraron que se habían puesto del lado del Diablo, quien de esa forma se convirtió en “el gobernante de los demonios” (Mateo 9:34). Cuando los ángeles desobedientes regresaron al cielo, Dios no les permitió que siguieran formando parte de su familia celestial, igual que había hecho con Satanás (2 Pedro 2:4). Aunque ahora no pueden tomar cuerpos de carne y hueso, estos demonios todavía ejercen una terrible influencia en los humanos. De hecho, con su ayuda, Satanás “está extraviando a toda la tierra habitada” (Revelación 12:9; 1 Juan 5:19). ¿Cómo? Los demonios tienen varios métodos para extraviar, o engañar, a la gente (2 Corintios 2:11). Analicemos algunos de ellos.
CÓMO ENGAÑAN LOS DEMONIOS
Los demonios utilizan el espiritismo para engañar a la gente. El espiritismo es el conjunto de prácticas con las que se establece relación con los demonios, sea directamente o a través de un médium. La Biblia condena estas prácticas y nos advierte que evitemos todo lo relacionado con ellas (Gálatas 5:19-21). Se podría comparar el espiritismo al cebo, o carnada, que usan los pescadores. El pescador emplea diversos tipos de cebo para atrapar distintos tipos de peces. De igual modo, los malos espíritus utilizan diferentes formas de espiritismo para que distintos tipos de personas caigan bajo su control. Un tipo de cebo que usan los demonios es la adivinación. ¿Qué abarca la adivinación? Todas las prácticas con las que se intenta conocer el futuro o lo oculto. Algunas formas de adivinación son la astrología, el uso de la bola de cristal, el empleo de cartas —como las del tarot—, la lectura de la palma de la mano y la búsqueda de revelaciones o señales misteriosas en los sueños. Aunque muchos creen que estas prácticas son inofensivas, la Biblia muestra que los adivinos trabajan en colaboración con los espíritus malos. Por ejemplo, Hechos 16:16-18 dice que “un demonio de adivinación” hacía posible que una muchacha practicara “el arte de la predicción”. Por eso, tan pronto como fue librada del demonio, la muchacha perdió esa habilidad.
Otra forma que tienen los demonios de engañar a la gente es animándola a comunicarse con los muertos. A los que lloran la muerte de seres queridos, a menudo se les hace creer cosas sobre los muertos que no son ciertas. Puede que un médium les dé información poco conocida sobre el difunto o hable con una voz que parezca la suya. Esto ha llevado a muchas personas a pensar que los muertos en realidad están vivos y que si se comunican con ellos recibirán consuelo. Pero tal consuelo es falso y, además, peligroso. ¿Por qué? Porque los demonios pueden imitar la voz de los muertos y dar a los médium información sobre ellos (1 Samuel 28:3-19). Por otra parte, como aprendimos en el capítulo 6, cuando alguien fallece, deja de existir (Salmo 115:17). De modo que todo el que “pregunt[a] a los muertos” ha sido engañado por los malos espíritus y actúa en contra de la voluntad de Dios (Deuteronomio 18:10, 11; Isaías 8:19). Por lo tanto, haga todo lo posible por evitar esa peligrosa carnada de los demonios. Los espíritus malignos no solo engañan a la gente, sino que también la asustan. Satanás y sus demonios saben que solo les queda “un corto espacio de tiempo” para que los eliminen de la escena; por eso actúan con más crueldad que nunca (Revelación 12:12, 17). Aun así, miles de personas que antes vivían atemorizadas por esos espíritus han podido librarse de ellos. ¿Cómo lo han logrado? ¿Cómo puede uno librarse de los demonios, incluso si ha estado practicando el espiritismo?
CÓMO OPONERSE A LOS MALOS ESPÍRITUS
La Biblia nos dice cómo oponernos a los espíritus malos y cómo librarnos de ellos. Veamos el ejemplo de los cristianos que vivían en la ciudad de Éfeso en el siglo primero. Antes de hacerse cristianos, algunos de ellos habían practicado el espiritismo. Cuando decidieron dejar de hacerlo, ¿qué paso dieron? La Palabra de Dios indica: “Buen número de los que habían practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos” (Hechos 19:19). Aquellos nuevos cristianos destruyeron sus libros de magia, y así dieron el ejemplo a la gente de la actualidad que quiera oponerse a los espíritus malos. Quienes deseen servir a Jehová tienen que deshacerse de todos los objetos relacionados con el espiritismo. Eso incluye libros, revistas, películas, carteles y grabaciones musicales que animen a practicar el espiritismo o lo presenten como algo atractivo y emocionante. También incluye los amuletos u otros objetos que suele llevar la gente para protegerse del mal (1 Corintios 10:21). Unos años después de que los cristianos de Éfeso destruyeron sus libros de magia, el apóstol Pablo les escribió: “Tenemos una lucha [...] contra las fuerzas espirituales inicuas [o malvadas]” (Efesios 6:12). Eso indica que los demonios no se habían rendido. Aún intentaban tener a los cristianos bajo su control. Así pues, ¿qué más tenían que hacer estos? “Sobre todo —les dijo Pablo—, tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo”, es decir, de Satanás (Efesios 6:16). Cuanto más fuerte sea nuestro escudo de la fe, mejor podremos oponernos a las fuerzas espirituales malvadas (Mateo 17:20).
Entonces, ¿cómo podemos fortalecer la fe? Estudiando la Biblia. Para que un muro sea sólido, es muy importante que tenga cimientos fuertes. Del mismo modo, para que nuestra fe sea sólida, debe tener un fundamento fuerte: el conocimiento exacto de la Palabra de Dios. Si leemos y estudiamos la Biblia todos los días, nuestra fe se fortalecerá. Como un muro sólido, esa fe nos servirá de escudo contra la influencia de los espíritus malos (1 Juan 5:5). ¿Qué más tenían que hacer los cristianos de Éfeso? Como vivían en una ciudad llena de demonismo, necesitaban más protección aún. Por eso, Pablo les dijo: “Con toda forma de oración y ruego, [oren] en toda ocasión en espíritu” (Efesios 6:18). Como nosotros también vivimos en un mundo lleno de demonismo, para hacer frente a los ataques de los malos espíritus es esencial que le roguemos a Jehová que nos proteja. Algo fundamental es que mencionemos el nombre de Jehová en las oraciones (Proverbios 18:10). Además, tenemos que pedirle constantemente que ‘nos libre del inicuo’, Satanás (Mateo 6:13). Sin duda alguna, Dios contestará esos ruegos (Salmo 145:19).
Es cierto que los espíritus malignos son peligrosos. Pero no tenemos por qué vivir atemorizados por ellos si nos oponemos al Diablo y nos acercamos a Dios haciendo Su voluntad (Santiago 4:7, 8). El poder de los malos espíritus tiene límites. En tiempos de Noé, los demonios fueron castigados, y en el futuro recibirán su juicio final (Judas 6). Recuerde también que contamos con la protección de los poderosos ángeles de Jehová (2 Reyes 6:15-17). Ellos están muy pendientes de nuestra lucha contra los espíritus malos y desean que la ganemos. Por así decirlo, nos aplauden para animarnos. Por lo tanto, sigamos unidos a Jehová y a su familia de criaturas espirituales fieles. Además, evitemos todo tipo de espiritismo y pongamos siempre en práctica los consejos de la Palabra de Dios (1 Pedro 5:6, 7; 2 Pedro 2:9). De esa forma, seguro que venceremos en nuestra lucha contra los seres espirituales malvados.
Seguro que sí, pero no sé si llamarlos exactamente "malos espíritus" ó espiritus frustrados o angustiados, dicen que son de personas que en vida dejaron inconcluso algo importante para ellos.
Mira, Satanás existe y está vencido por Jesús, pero no está destruido, lo cual se interpreta, que está atado a una cadena irrompible y al que se le acerca LO MUERDE.
Quien comete un pecado, se acerca a Satanás
Quien se aleja de Dios, se aleja de todo
Si amas a Dios y obedeces sus enseñanzas, nunca tendrás ataque de ningún mal espíritu, mas bien tendrás que cuidarte de un vivo.
En la misma biblia te dice q' jesucristo sacaba ,demonios q' es lo mismo,entonces puedes creer q' si, la verdad como existe lo bueno ,existe lo malo.Y si creo q' hay malos espiritus.
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En tiempos de Noé hubo otros ángeles que se rebelaron contra Jehová. Dejaron su lugar en la familia celestial de Dios, bajaron a la Tierra y tomaron cuerpos de carne y hueso. ¿Por qué? Génesis 6:2 nos explica: “Los hijos del Dios verdadero empezaron a fijarse en las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron”. Aquellos ángeles estaban corrompiendo a la humanidad, pero Jehová Dios no iba a tolerarlo por mucho tiempo. De modo que mandó un diluvio que acabó con toda la gente mala del mundo; solo se salvaron sus siervos fieles (Génesis 7:17, 23). Para sobrevivir, los ángeles rebeldes, o demonios, se vieron obligados a abandonar sus cuerpos humanos y regresar al cielo como seres espirituales. Con sus acciones demostraron que se habían puesto del lado del Diablo, quien de esa forma se convirtió en “el gobernante de los demonios” (Mateo 9:34). Cuando los ángeles desobedientes regresaron al cielo, Dios no les permitió que siguieran formando parte de su familia celestial, igual que había hecho con Satanás (2 Pedro 2:4). Aunque ahora no pueden tomar cuerpos de carne y hueso, estos demonios todavía ejercen una terrible influencia en los humanos. De hecho, con su ayuda, Satanás “está extraviando a toda la tierra habitada” (Revelación 12:9; 1 Juan 5:19). ¿Cómo? Los demonios tienen varios métodos para extraviar, o engañar, a la gente (2 Corintios 2:11). Analicemos algunos de ellos.
CÓMO ENGAÑAN LOS DEMONIOS
Los demonios utilizan el espiritismo para engañar a la gente. El espiritismo es el conjunto de prácticas con las que se establece relación con los demonios, sea directamente o a través de un médium. La Biblia condena estas prácticas y nos advierte que evitemos todo lo relacionado con ellas (Gálatas 5:19-21). Se podría comparar el espiritismo al cebo, o carnada, que usan los pescadores. El pescador emplea diversos tipos de cebo para atrapar distintos tipos de peces. De igual modo, los malos espíritus utilizan diferentes formas de espiritismo para que distintos tipos de personas caigan bajo su control. Un tipo de cebo que usan los demonios es la adivinación. ¿Qué abarca la adivinación? Todas las prácticas con las que se intenta conocer el futuro o lo oculto. Algunas formas de adivinación son la astrología, el uso de la bola de cristal, el empleo de cartas —como las del tarot—, la lectura de la palma de la mano y la búsqueda de revelaciones o señales misteriosas en los sueños. Aunque muchos creen que estas prácticas son inofensivas, la Biblia muestra que los adivinos trabajan en colaboración con los espíritus malos. Por ejemplo, Hechos 16:16-18 dice que “un demonio de adivinación” hacía posible que una muchacha practicara “el arte de la predicción”. Por eso, tan pronto como fue librada del demonio, la muchacha perdió esa habilidad.
Otra forma que tienen los demonios de engañar a la gente es animándola a comunicarse con los muertos. A los que lloran la muerte de seres queridos, a menudo se les hace creer cosas sobre los muertos que no son ciertas. Puede que un médium les dé información poco conocida sobre el difunto o hable con una voz que parezca la suya. Esto ha llevado a muchas personas a pensar que los muertos en realidad están vivos y que si se comunican con ellos recibirán consuelo. Pero tal consuelo es falso y, además, peligroso. ¿Por qué? Porque los demonios pueden imitar la voz de los muertos y dar a los médium información sobre ellos (1 Samuel 28:3-19). Por otra parte, como aprendimos en el capítulo 6, cuando alguien fallece, deja de existir (Salmo 115:17). De modo que todo el que “pregunt[a] a los muertos” ha sido engañado por los malos espíritus y actúa en contra de la voluntad de Dios (Deuteronomio 18:10, 11; Isaías 8:19). Por lo tanto, haga todo lo posible por evitar esa peligrosa carnada de los demonios. Los espíritus malignos no solo engañan a la gente, sino que también la asustan. Satanás y sus demonios saben que solo les queda “un corto espacio de tiempo” para que los eliminen de la escena; por eso actúan con más crueldad que nunca (Revelación 12:12, 17). Aun así, miles de personas que antes vivían atemorizadas por esos espíritus han podido librarse de ellos. ¿Cómo lo han logrado? ¿Cómo puede uno librarse de los demonios, incluso si ha estado practicando el espiritismo?
CÓMO OPONERSE A LOS MALOS ESPÍRITUS
La Biblia nos dice cómo oponernos a los espíritus malos y cómo librarnos de ellos. Veamos el ejemplo de los cristianos que vivían en la ciudad de Éfeso en el siglo primero. Antes de hacerse cristianos, algunos de ellos habían practicado el espiritismo. Cuando decidieron dejar de hacerlo, ¿qué paso dieron? La Palabra de Dios indica: “Buen número de los que habían practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos” (Hechos 19:19). Aquellos nuevos cristianos destruyeron sus libros de magia, y así dieron el ejemplo a la gente de la actualidad que quiera oponerse a los espíritus malos. Quienes deseen servir a Jehová tienen que deshacerse de todos los objetos relacionados con el espiritismo. Eso incluye libros, revistas, películas, carteles y grabaciones musicales que animen a practicar el espiritismo o lo presenten como algo atractivo y emocionante. También incluye los amuletos u otros objetos que suele llevar la gente para protegerse del mal (1 Corintios 10:21). Unos años después de que los cristianos de Éfeso destruyeron sus libros de magia, el apóstol Pablo les escribió: “Tenemos una lucha [...] contra las fuerzas espirituales inicuas [o malvadas]” (Efesios 6:12). Eso indica que los demonios no se habían rendido. Aún intentaban tener a los cristianos bajo su control. Así pues, ¿qué más tenían que hacer estos? “Sobre todo —les dijo Pablo—, tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo”, es decir, de Satanás (Efesios 6:16). Cuanto más fuerte sea nuestro escudo de la fe, mejor podremos oponernos a las fuerzas espirituales malvadas (Mateo 17:20).
Entonces, ¿cómo podemos fortalecer la fe? Estudiando la Biblia. Para que un muro sea sólido, es muy importante que tenga cimientos fuertes. Del mismo modo, para que nuestra fe sea sólida, debe tener un fundamento fuerte: el conocimiento exacto de la Palabra de Dios. Si leemos y estudiamos la Biblia todos los días, nuestra fe se fortalecerá. Como un muro sólido, esa fe nos servirá de escudo contra la influencia de los espíritus malos (1 Juan 5:5). ¿Qué más tenían que hacer los cristianos de Éfeso? Como vivían en una ciudad llena de demonismo, necesitaban más protección aún. Por eso, Pablo les dijo: “Con toda forma de oración y ruego, [oren] en toda ocasión en espíritu” (Efesios 6:18). Como nosotros también vivimos en un mundo lleno de demonismo, para hacer frente a los ataques de los malos espíritus es esencial que le roguemos a Jehová que nos proteja. Algo fundamental es que mencionemos el nombre de Jehová en las oraciones (Proverbios 18:10). Además, tenemos que pedirle constantemente que ‘nos libre del inicuo’, Satanás (Mateo 6:13). Sin duda alguna, Dios contestará esos ruegos (Salmo 145:19).
Es cierto que los espíritus malignos son peligrosos. Pero no tenemos por qué vivir atemorizados por ellos si nos oponemos al Diablo y nos acercamos a Dios haciendo Su voluntad (Santiago 4:7, 8). El poder de los malos espíritus tiene límites. En tiempos de Noé, los demonios fueron castigados, y en el futuro recibirán su juicio final (Judas 6). Recuerde también que contamos con la protección de los poderosos ángeles de Jehová (2 Reyes 6:15-17). Ellos están muy pendientes de nuestra lucha contra los espíritus malos y desean que la ganemos. Por así decirlo, nos aplauden para animarnos. Por lo tanto, sigamos unidos a Jehová y a su familia de criaturas espirituales fieles. Además, evitemos todo tipo de espiritismo y pongamos siempre en práctica los consejos de la Palabra de Dios (1 Pedro 5:6, 7; 2 Pedro 2:9). De esa forma, seguro que venceremos en nuestra lucha contra los seres espirituales malvados.
Seguro que sí, pero no sé si llamarlos exactamente "malos espíritus" ó espiritus frustrados o angustiados, dicen que son de personas que en vida dejaron inconcluso algo importante para ellos.
asi como en el plano fisico existe gente gandalla en los planos espirituales existen espiritus gandallas
No creas en bobadas. Despertá estamos en el siglo 21.
Hola,
Mira, Satanás existe y está vencido por Jesús, pero no está destruido, lo cual se interpreta, que está atado a una cadena irrompible y al que se le acerca LO MUERDE.
Quien comete un pecado, se acerca a Satanás
Quien se aleja de Dios, se aleja de todo
Si amas a Dios y obedeces sus enseñanzas, nunca tendrás ataque de ningún mal espíritu, mas bien tendrás que cuidarte de un vivo.
Saludos
En la misma biblia te dice q' jesucristo sacaba ,demonios q' es lo mismo,entonces puedes creer q' si, la verdad como existe lo bueno ,existe lo malo.Y si creo q' hay malos espiritus.