hola!
Me gustaria saber para los que estudiaron medicina o estan estudiando que cuenten como es? cuales son las materias fundamentales, ventajas y desventajas todo lo que aporten se los agradecere
desde ya gracias por leer y responder
salu2!!
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Yo soy de Argentina, acá la carrera en la Universidad de Buenos Aires es muy dura pero placentera.
Cada año tenés una materia clave y cuando pensas que es la más interesante que has cursado, aparece otra que te gusta más, y así sucesivamente.
Yo particularmente la estudio por una mezcla de dos cosas: amor por la ciencia y sentimiento de poder colaborar a que otros esten mejor.
Medicina significa "arte de curar" segun la historia antigüa; y es un poco eso lo que te motiva creo.
Como desventajas tal vez sea que cuando todos tus amigos estan en edad de salir e ir de fiestas en fiestas o disfrutar de los fines de semana, vos te vas a encontrar sentada/o leyendo. Pero siempre que hagas algo por gusto, no vas a quejarte, al contrario.
Un saludo, y si vas a estudiar medicina mucha suerte y fuerza!
Terminé mi carrera hace tiempo ya. lo que puedo decirte es que hubieron materias que me gustaron y otras que no, pero al fin de cuentas lo que importa es si quieres "ser médico" el resto de tu vida porque la facultad, el tÃtulo, es solo un camino, para nada la meta.
Es la carrera mas bonita que hay
Pero hay que ching@rle DURO
En resumen esto es la medicina:
CONSEJO DE ESCULAPIO
¿Quieres ser médico, hijo mÃo? Aspiración es esta de un alma generosa, de un espÃritu ávido de ciencia. Deseas que los hombres te tengan por un dios que alivia sus males y ahuyenta de ellos el temor. Pero ¿has pensado en lo que va a ser tu vida?
Tendrás que renunciar a la vida privada: mientras la mayorÃa de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos de los inoportunos, tu puerta estará siempre abierta a todos. A toda hora del dÃa y de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus aficiones, tu meditación; ya no tendrás horas que dedicar a tu familia, a la amistad, al estudio. Ya no te pertenecerás.
Los pobres, acostumbrados a padecer, te llamarán sólo en caso de urgencia. Pero los ricos te tratarán como un esclavo encargado de remediar sus excesos: sea porque tienen una indigestión o porque se han resfriado, harán que te despierten a toda prisa tan pronto como sientan la menor molestia. Habrás de mostrarte muy interesado por los detalles más vulgares de su existencia; habrás de decirles si han de comer ternera o pechuga de pollo, si les conviene andar de este modo o del otro cuando salen a pasear. No podrás ir al teatro ni ponerte enfermo: tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto como te llame tu amo.
Eras severo en la elección de tus amigos. Buscabas el trato de hombres de talento, de almas delicadas, de ingeniosos conversadores. En adelante, no podrás desechar a los pesados, a los cortos de inteligencia, a los altaneros, a los despreciables. El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado: prolongarás vidas nefastas y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir o denunciar acciones indignas de las que serás testigo.
Crees firmemente que con el trabajo honrado y el estudio atento podrás conquistarte una reputación: ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a las chácharas y a los gustos de tus clientes. Los habrá quienes desconfÃen de ti si no gastas barba, otros, si no vienes de Asia; otros, si crees en dioses; otros, si no crees en ellos.
Te gusta la sencillez: tendrás que adoptar la actitud de un augur. Eres activo, sabes lo que vale el tiempo. No podrás manifestar fastidio ni impaciencia: tendrás que escuchar relatos que arrancan del principio de los tiempos cuando quiere explicarte la historia de su estreñimiento. Los ociosos vendrán a verte por el simple placer de charlar: serás el vertedero de sus nimias vanidades.
Aunque la Medicina es ciencia oscura, que, gracias a los esfuerzos de sus fieles, se va iluminando poco a poco, no te será permitido dudar nunca, so pena de perder tu crédito. Si no afirmas que conoces la naturaleza de la enfermedad, que posees, para curarla, un remedio que no falla, el vulgo irá a charlatanes que venden la mentira que necesita.
No cuentes con el agradecimiento de tus enfermos. Cuando sanan, la curación se debe a su robustez; si mueren, tú eres quien los ha matado. Mientras están en peligro, te tratan como a un dios: te suplican, te prometen, te colman de halagos. Apenas empiezan a convalecer, ya les estorbas. Cuando les hablas de pagar los cuidados que les has prodigado, se enfadan y te denigran. Cuanto más egoÃstas son los hombres, más solicitud exigen.
No cuentes con que este oficio tan duro te haga rico. Te lo aseguro: es un sacerdocio, y no serÃa decente que te produjera ganancias como las que sacan un aceitero o el que se dedica a la polÃtica.
Te compadezco si te atrae lo que es hermoso: verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana. Todos tus sentidos serán maltratados. Habrás de pegar tu oÃdo contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de mÃseras viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas; tendrás que palpar tumores, curar llagas verdes de pus, contemplar orines, escudriñar los esputos, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en muchos sitios. Cuantas veces, en un dÃa hermoso y soleado, al salir de un banquete o de una representación de Sófocles, te llamarán para que vayas a ver a un hombre que, molestado por dolores de vientre, te presentará un bacÃn nauseabundo, diciéndote satisfecho: Gracias a que he tenido la precaución de no tirarlo. Recuerda entonces que has de agradecerlo y mostrar todo tu interés por aquella deyección.
Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por la mañana, desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores, olvidados por los muebles parte de sus atractivos. Dejarán de ser diosas para convertirse en seres afligidos de miserias sin gracia. Sólo sentirás por ellas compasión.