Hago varias cosas y cada una me apasiona, quisiera tener más tiempo.
Trabajo con adultos con discapacidad física e intelectual. Soy redactora en una revista de Arte Cerámico en Argentina y editora de libros. Además, con mi marido comenzamos a poner en marcha un pequeño taller cerámico.
Tengo 25 años y trabajo desde hace tres en una Central de Alarmas Monitoreadas desde las 22 a las 8 , durante 3 dias a la semana... es un trabajo tranquilo y me deja tiempo para disfrutar de muchas cosas..
Los dinosaurios atacaban de distintas maneras según su tamaño. Los cazadores pequeños confiaban en la velocidad y en sus afilados dientes para atrapar y matar a su presa. Los carnÃvoros mayores utilizaban la fuerza bruta y garras afiladas. Algunos, incluso, acosaban a sus vÃctimas en manadas.
Los dientes son algunas de las mejores pistas para saber cómo ataca un animal. Los grandes felinos actuales matan clavando profundamente sus cuatro colmillos o caninos en la carne su presa. Pero los dinosaurios no tenÃan colmillos, excepto los herbÃvoros heterodontosáuridos. Los pequeños cazadores celofÃsidos asestaban unos de los mordiscos más letales. Sus dientes como puñales estaban adaptados para cortas la carne, no para clavarse en ella. Algunos reptiles modernos muerden de una manera similar. Los varanos de Komodo tienen dientes cortantes con los que pueden matar a una vaca e incluso a una persona.
No todos los dinosaurios carnÃvoros eran cazadores. Los ovirraptorosaurios, que significa reptiles ladrones de huevos, necesitaban otras armas para conseguir su comida. En lugar de hileras de afilados dientes para desgarrar la carne, algunos no tenÃan dientes y otros tenÃan dos púas en el paladar. Con las púas o el duro pico, rompÃan los huevos que robaban a otros dinosaurios.
Entre los tiranosáuridos, el Tyrannosaurus rex era el gigante de los dinosaurios carnÃvoros. Aunque demasiado corpulento para emprender persecuciones a grandes distancias, no solÃa tener dificultades para procurarse el alimento. Si encontraba a otro cazador que acababa de derribar a un animal, lo ahuyentaba y devoraba la presa. Los grandes cazadores actuales, como los leones, utilizan las mismas tácticas para obtener comida sin esfuerzo. Es posible que tuviera un arma secreta. Algunos expertos creen que este gigantesco cazador quizá matara a sus presas infectándolas. Consideran posible que entre los dientes conservara jirones de carne podrida, que infectarÃan las heridas causaba al morder a sus vÃctimas. La infección se extendÃa con rapidez y la presa no tarda en morir.
El Tyrannosaurus rex y sus parientes cercanos eran unos mortÃferos cazadores. Utilizando sus habilidades como rastreadores, se acercaban a su presa sin ser descubiertos y se lanzaban sobre ella a la carrera, desde poca distancia. Estos poderosos carnÃvoros embestÃan a su vÃctima con sus temibles fauces abiertas de par en par. El impacto de una carga era colosal.
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Hago varias cosas y cada una me apasiona, quisiera tener más tiempo.
Trabajo con adultos con discapacidad física e intelectual. Soy redactora en una revista de Arte Cerámico en Argentina y editora de libros. Además, con mi marido comenzamos a poner en marcha un pequeño taller cerámico.
¡Suerte!!
yo soy medio medica, medio diseñadora, medio biologa.
Mi especialidad: empezar carreras y luego encontrar una mejor.
Mi campo de trabajo: podria ser en un parque natural como diseñadora de avisos, medica auxiliar y investigadora del comporatamiento animal.
Mi situacion actual: estudiante de biologia.
Mi trabajo actual: asesora comercial.
bye
SOY PROFESORA DE KINDERGARTEN EN MI PAÃS.
snif, snif, snif yo no trabajo..............estudio
â¥â¥â¥
ando cirujeando y cartoneando por ai como el ciruja del video ^`solo voy" de la 25
Tengo 25 años y trabajo desde hace tres en una Central de Alarmas Monitoreadas desde las 22 a las 8 , durante 3 dias a la semana... es un trabajo tranquilo y me deja tiempo para disfrutar de muchas cosas..
¿Qué quiere decir copado?
Soy maestra de música .
También soy maestra de "cantos y juegos" preescolar.
Instalaciones electricas
soy maestra de k-3
Los dinosaurios atacaban de distintas maneras según su tamaño. Los cazadores pequeños confiaban en la velocidad y en sus afilados dientes para atrapar y matar a su presa. Los carnÃvoros mayores utilizaban la fuerza bruta y garras afiladas. Algunos, incluso, acosaban a sus vÃctimas en manadas.
Los herrerasaurios fueron unos de los primeros cazadores capaces de perseguir y matar a una pieza de caza mayor. También son unos de los dinosaurios más primitivos que se han descubierto hasta ahora. La mayorÃa altos como un hombre y armados con afilados dientes puntiagudos, tuvieron que ser unos enemigos extraordinariamente pavorosos. TenÃan largas y ágiles patas traseras y podÃan perseguir a su presa y alcanzarla.
Los pequeños cazadores, también llamados celurosaurios dependÃan de la velocidad para matar a una presa. El más veloz fue, probablemente, el Ornithomimus, que se alimentaba de lagartos e insectos. PodÃa perseguir a sus presas a la asombrosa velocidad de 80 kilómetros por hoja, superior a la de un caballo o un galgo, los dos de carreras. Era presa de los grandes cazadores, y sólo su velocidad le permitÃa dejarlos atrás. Los compsognátidos, cuyo único representante era el Compsognathus, también eran dinosaurios de movimientos rápidos que atacaban a sus presas a gran velocidad.
Los dientes son algunas de las mejores pistas para saber cómo ataca un animal. Los grandes felinos actuales matan clavando profundamente sus cuatro colmillos o caninos en la carne su presa. Pero los dinosaurios no tenÃan colmillos, excepto los herbÃvoros heterodontosáuridos. Los pequeños cazadores celofÃsidos asestaban unos de los mordiscos más letales. Sus dientes como puñales estaban adaptados para cortas la carne, no para clavarse en ella. Algunos reptiles modernos muerden de una manera similar. Los varanos de Komodo tienen dientes cortantes con los que pueden matar a una vaca e incluso a una persona.
No todos los dinosaurios carnÃvoros eran cazadores. Los ovirraptorosaurios, que significa reptiles ladrones de huevos, necesitaban otras armas para conseguir su comida. En lugar de hileras de afilados dientes para desgarrar la carne, algunos no tenÃan dientes y otros tenÃan dos púas en el paladar. Con las púas o el duro pico, rompÃan los huevos que robaban a otros dinosaurios.
Entre los tiranosáuridos, el Tyrannosaurus rex era el gigante de los dinosaurios carnÃvoros. Aunque demasiado corpulento para emprender persecuciones a grandes distancias, no solÃa tener dificultades para procurarse el alimento. Si encontraba a otro cazador que acababa de derribar a un animal, lo ahuyentaba y devoraba la presa. Los grandes cazadores actuales, como los leones, utilizan las mismas tácticas para obtener comida sin esfuerzo. Es posible que tuviera un arma secreta. Algunos expertos creen que este gigantesco cazador quizá matara a sus presas infectándolas. Consideran posible que entre los dientes conservara jirones de carne podrida, que infectarÃan las heridas causaba al morder a sus vÃctimas. La infección se extendÃa con rapidez y la presa no tarda en morir.
El Tyrannosaurus rex y sus parientes cercanos eran unos mortÃferos cazadores. Utilizando sus habilidades como rastreadores, se acercaban a su presa sin ser descubiertos y se lanzaban sobre ella a la carrera, desde poca distancia. Estos poderosos carnÃvoros embestÃan a su vÃctima con sus temibles fauces abiertas de par en par. El impacto de una carga era colosal.
Uno de los cazadores más eficaces era el Deinonychus y muchos otros dromeosáuridos. Combinaban la velocidad y la agilidad con unas armas imponentes. La más letal era la garra del segundo dedo de las patas traseras, que actuaba como cuchillo en forma de media luna. Sujetaban a su vÃctima con las musculosas patas delanteras y la destripaban con una sola coz. Cuando atacaba, podÃan girar esta garra asesina 180º hasta encontrar el mejor ángulo de corte. Tal vez cazaran en manadas. Actuando de forma coordinada, podrÃan derribar a un dinosaurio mucho mayor. Hoy, una manada de leones se organiza para capturar sus presas de una manera muy parecida. Los grandes dinosaurios, quizá atacaban también en manadas y lograban derribar saurópodos enormes.
Los dinosaurios herbÃvoros acorazados tendrÃan que defender su vida. Un fornido Euoplocephalus, provisto de porra en la cola, habrÃa sido un enemigo peligroso. Un golpe bien dirigido de la pesada porra bastarÃa para derribar a un tiranosaurio. Un herbÃvoro con cuernos, como el Triceratops, también podÃa defenderse eficazmente. Quizá embestÃa a su atacante, como los rinocerontes modernos se defienden de un león. Sus largos cuernos curvos lo convertÃan en un adversario temible.