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Hola amiga:

Coincido contigo, el Dr. Carrillo la tiene bien merecida, pero si yo pudiera se la daría a Rene Favaloro, espero que este en paz, este dónde este.

abrazo

Ángel

Crei haber entendido darle la medalla de oro a una argentina...

Hay muchas en el pais que luchan como hijas, novias madres, esposas, estudiantes , profesionales, etc, con honestidad y esfuerzo, una de ellas puede estar muy cerca tuyo en estos momentos...

Hola.

No se la daría a nadie en especial porque sería injusta con muchos que luchan en silencio.

Nunca me gustaron los premios porque siempre se valora lo que se ve o los que se muestran más.

pero qué de los otros.

Tu pregunta es interesante, me parece excelente recordar a algunos grandes. Pero es que siempre pienso en los que no tienen voz.

Gracias por traer recuerdos.

si tu lo eliges yo te apoyo saludos

Entre los millones de argentinos, alguno o alguna hace grandezas por su patria en su silencio callado, con su humilde sensillez... sin pedir nada a cambio, sin buscar fama ni riquezas. Entre los millones de argentinos, hay alguien que brinda su mano amiga a quien la necesita, brinda su vida por el bienestar de un pueblo... pero permanece en silencio, permanece callada... esta persona merece la medalla de nuestros corazones, nada de oro, plata y bronce, porque de seguro que la rechazaría... esa persona no le gusta lo material, es humanista. Entre millones de argentino, hay alguien haciendo milagros con su corazón lleno de pasión.

hay muchas personas que se esfuerzan diariamente....

medicos, enfermeros, docentes, bomberos, .... personas que de vocacion entregan gran parte de su tiempo a la comunidad... ellos se merecen medalla de oro, un buen sueldo, mejores condiciones laborales....

estoy de acuerdo con los dos primeros, creo que me dejaron sin palabras

bueno, es que no vengo hacer meritos en la tierra, ni a la tierra,

sino en el cielo.y al cielo

saludos

mejor esa medalla vendela, y el producto de la venta, repartela entre los pobres,

de verdad te digo, que el mérito buscalo en Dios, y no en los hombres,

MALDITO EL HOMBRE QUE CREE EN EL HOMBRE

Saludos