Huesos, eres un asqueroso y buscas resúmenes en mal sitio, pero con un nombre apropiado. No han pedido que resuman "La montaña mágica" ni "El Quijote" (que yo los leí completos), sino una LEYENDA de Bécquer. Vas bien, conseguir puntos a cualquier precio.
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Huesos, eres un asqueroso y buscas resúmenes en mal sitio, pero con un nombre apropiado. No han pedido que resuman "La montaña mágica" ni "El Quijote" (que yo los leí completos), sino una LEYENDA de Bécquer. Vas bien, conseguir puntos a cualquier precio.
Tatiana, no se puede resumir un chiste ni una Leyenda de Bécquer. Ni siquiera la has visto. Pues mírala: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/becqu...
Un resumen es un plagio para tontos y pierde su gracia ¿Te cansa leer tanto texto? Te verás en un problema con la lista de la compra.
Sufre y disfrútala. Esto NO se resume.
Saludos.
Martín (con nueva cuenta de yajú y que no han trabajado en su vida, no saben)
La leyenda empieza el dÃa de Nochebuena, cuando se iba a celebrar la misa del Gallo en el convento de Santa Inés, en Sevilla. La iglesia estaba iluminada de forma asombrosa, y allà se encontraba lo mejor de la nobleza sevillana, el arzobispo y su familia porque Maese Pérez era el mejor organista de la ciudad. Era la hora de empezar la misa y ésta no comenzaba porque Maese Pérez se habÃa puesto enfermo. La noticia corrió al instante entre toda la gente, y entonces un hombre mal trazado, seco, huesudo y bisojo (bizco) se presentó delante del prelado y se ofreció para tocar él el órgano. El arzobispo aceptó el ofrecimiento, pero de repente, se oyeron gritos de alegrÃa que decÃan que maese Pérez habÃa llegado al convento. Maese Pérez estaba pálido y desencajado y entraba en la iglesia conducido en un sillón. Ãl sabÃa que era la última noche que podrÃa tocar el órgano y querÃa despedirse de él. Empezó la misa y el órgano sonaba majestuoso, hasta que de repente, se oyó un grito desgarrador de mujer, era la hija de Maese Pérez que acababa de ver cómo su padre morÃa. Al año siguiente, a la iglesia del convento de Santa Inés, llegó el organista de San Román (el que el año anterior se habÃa ofrecido cuando maese Pérez no llegaba), al que todos consideraban un mal músico, pero cuando empezó a tocar, el órgano sonaba igual que con Maese Pérez. La gente estaba maravillada, pero el organista cuando acabó juró que no volverÃa a tocar ese órgano, y entonces el arzobispo le invitó a que tocara el de la Catedral al año siguiente, y él aceptó. Al año siguiente, es decir dos años después de la muerte de Maese Pérez, la abadesa del convento de Santa Inés le pidió a la hija de Maese Pérez, (se habÃa metido a monja a la muerte de su padre), que tocara el órgano en la misa del Gallo. Ella le contestó que tenÃa mucho miedo porque la noche anterior habÃa visto a su padre tocar el órgano. La abadesa le dijo que eso eran fantasÃas y que lo olvidara, porque su padre estaba en el cielo y desde allà la inspirarÃa para que tocara bien en esa ceremonia solemne. Comenzó la misa y no ocurrió nada notable hasta que llegó la consagración, en ese momento se oyó un grito de la hija de Maese Pérez, a la vez que decÃa que veÃa a su padre tocar el órgano. El órgano estaba solo, pero seguÃa sonando. Era el espÃritu de Maese Pérez quien tocaba el órgano. Asà también se resolvÃa el misterio del organista de San Román, es decir, él no tocó el año anterior sino que fue el espÃritu de Maese Pérez.