paisa malpa rido que suerte que le dieron bala al marik que le usas el nombre, vos vas por el mismo camino se te nota lo traqueto y paraco que sos por medllo sin traquetos, morite escobar
Hace algunos años, estaba en clase en la Universidad. El tema tenía que ver con superar los temores del pasado. Aprender a perdonar.
De repente, pasó al frente una compañera. Nos dijo que siempre se había sentido acomplejada desde niña, porque había nacido con 6 dedos en una mano, y que siempre se peleaba con los niños por eso. Que ese complejo le evitaba ser feliz.
Entonces los vi… ¡Era cierto!
En su mano derecha, en el dedo meñique tenía otro dedo ¡y jamás me había dado cuenta!
Esa mano la había saludado innumerables veces "¿Cómo era posible que no me hubiera dado cuenta? ¿Qué soy tan distraído?".
No salía de mi asombro, cuando otra compañera que estaba al lado mío respondió sin querer mi duda…
"¡No me había dado cuenta!" exclamó ella con los ojos atónitos.
No es diferente en nuestra vida diaria. Podemos estar a la defensiva porque tenemos un defecto y pensamos que todo mundo se da cuenta. La verdad, es que el 98% de las personas se la pasa el 90% del tiempo pensando en sí mismas.
Nunca van a ver los defectos que tu crees que todo mundo ve en ti. Esta chica era muy insegura y siempre estaba a la defensiva. Siempre me preguntaba porque. Ahora lo entendía.
¿Cuántas veces te paralizas por defectos que crees que otras personas ven en ti… cuando nadie se da cuenta?
También, hace años recibía un curso de asertividad con otros compañeros de la empresa. En una de las dinámicas, un compañero de contabilidad, al que todos teníamos en gran estima, decía que se sentía inseguro y dudaba si hacía bien su trabajo. Eso no le permitía ser feliz.
Me quedé sorprendido. Siempre lo había tenido como una persona muy eficiente. En esa época en la que yo era auditor y viajaba mucho en todo México, tenía un contacto muy estrecho con él por los viáticos de los viajes.
Siempre amable a pesar de la presión diaria de trabajo para ayudarme y resolver mis problemas.
Casi inmediatamente después de que el se atrevió a hablar de sus temores, una de las chicas de su departamento habló. Le dijo que estaba sorprendida de su baja opinión de si mismo. Que en los momentos de más presión en que necesitaba de la ayuda de alguien que pudiera resolver el problema (cuadrar balances contables), él siempre había salido al rescate y estaba eternamente agradecida por ello.
Inmediatamente yo me atreví a hablar, y reconocerle lo que te comenté líneas arriba. Después de mi vinieron otras opiniones. Todas favorables. Todas sinceras y genuinas.
El se sorprendió. Nos agradeció. Ahora sabía lo valioso que era para nosotros.
¿Cuántas veces piensas que tienes defectos, cuando son solo imaginarios? ¿Cuántas veces te limitas por la opinión que tu piensas que otros tiene de ti… cuando no es cierto?
Te invito a que reconozcas las cosas que te gustan de los demás y se los digas directamente. Ni te imaginas como puedes transformar su vida.
Por otra parte, es posible que tengas defectos reales, como la chica de los 6 dedos. O, sean imaginarios, como el amigo de contabilidad.
Cualquiera de los dos casos, toma conciencia de que la mayoría de las personas no se da cuenta de ello y les importa menos que tu persona secreta del corazón.
Les importa menos que lo agradable que eres y la ayuda que les brindas en los momentos en que te necesitan. Piénsalo.
¡Libérate de esos temores imaginarios y atrévete a vivir una vida más plena con tus amigos y seres queridos!
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claro que si, no hay nadie perfecto en esta vida.
xitos
Si, es verdad, pero los tuyos estivieron gruexos mi buen...
paisa malpa rido que suerte que le dieron bala al marik que le usas el nombre, vos vas por el mismo camino se te nota lo traqueto y paraco que sos por medllo sin traquetos, morite escobar
Alguien ve la pequeña mancha de tu camisa?
Hace algunos años, estaba en clase en la Universidad. El tema tenía que ver con superar los temores del pasado. Aprender a perdonar.
De repente, pasó al frente una compañera. Nos dijo que siempre se había sentido acomplejada desde niña, porque había nacido con 6 dedos en una mano, y que siempre se peleaba con los niños por eso. Que ese complejo le evitaba ser feliz.
Entonces los vi… ¡Era cierto!
En su mano derecha, en el dedo meñique tenía otro dedo ¡y jamás me había dado cuenta!
Esa mano la había saludado innumerables veces "¿Cómo era posible que no me hubiera dado cuenta? ¿Qué soy tan distraído?".
No salía de mi asombro, cuando otra compañera que estaba al lado mío respondió sin querer mi duda…
"¡No me había dado cuenta!" exclamó ella con los ojos atónitos.
No es diferente en nuestra vida diaria. Podemos estar a la defensiva porque tenemos un defecto y pensamos que todo mundo se da cuenta. La verdad, es que el 98% de las personas se la pasa el 90% del tiempo pensando en sí mismas.
Nunca van a ver los defectos que tu crees que todo mundo ve en ti. Esta chica era muy insegura y siempre estaba a la defensiva. Siempre me preguntaba porque. Ahora lo entendía.
¿Cuántas veces te paralizas por defectos que crees que otras personas ven en ti… cuando nadie se da cuenta?
También, hace años recibía un curso de asertividad con otros compañeros de la empresa. En una de las dinámicas, un compañero de contabilidad, al que todos teníamos en gran estima, decía que se sentía inseguro y dudaba si hacía bien su trabajo. Eso no le permitía ser feliz.
Me quedé sorprendido. Siempre lo había tenido como una persona muy eficiente. En esa época en la que yo era auditor y viajaba mucho en todo México, tenía un contacto muy estrecho con él por los viáticos de los viajes.
Siempre amable a pesar de la presión diaria de trabajo para ayudarme y resolver mis problemas.
Casi inmediatamente después de que el se atrevió a hablar de sus temores, una de las chicas de su departamento habló. Le dijo que estaba sorprendida de su baja opinión de si mismo. Que en los momentos de más presión en que necesitaba de la ayuda de alguien que pudiera resolver el problema (cuadrar balances contables), él siempre había salido al rescate y estaba eternamente agradecida por ello.
Inmediatamente yo me atreví a hablar, y reconocerle lo que te comenté líneas arriba. Después de mi vinieron otras opiniones. Todas favorables. Todas sinceras y genuinas.
El se sorprendió. Nos agradeció. Ahora sabía lo valioso que era para nosotros.
¿Cuántas veces piensas que tienes defectos, cuando son solo imaginarios? ¿Cuántas veces te limitas por la opinión que tu piensas que otros tiene de ti… cuando no es cierto?
Te invito a que reconozcas las cosas que te gustan de los demás y se los digas directamente. Ni te imaginas como puedes transformar su vida.
Por otra parte, es posible que tengas defectos reales, como la chica de los 6 dedos. O, sean imaginarios, como el amigo de contabilidad.
Cualquiera de los dos casos, toma conciencia de que la mayoría de las personas no se da cuenta de ello y les importa menos que tu persona secreta del corazón.
Les importa menos que lo agradable que eres y la ayuda que les brindas en los momentos en que te necesitan. Piénsalo.
¡Libérate de esos temores imaginarios y atrévete a vivir una vida más plena con tus amigos y seres queridos!
si
Los errores no existen, en realidad son solo malas experiencias.
Sí, podías haber puesto a Manolo Escobar, es como más nuestro.
errar es humano, el mayor error es no intentar
sip asi es sin excepcion..somos humanos pero sabes de los errores se aprende para no cometerlos seguidos adios..!
Si, de los errores aprende el hombre... y no hay que considerarlos errores, más bien, experiencias de aprendizaje..