En primer lugar no son 7 sino 9 y los puedes encontrar en el libro de 1era. a los Corintios cap. 12. Algunos los agrupamos en 3 categorìas: a) los de revelaciòn, que son: Palabra de Sabidurìa, Palabra de Ciencia y Discernimiento de espìritus; b) los de poder que son: don de fe, don de sanidades y don de milagros; y c) los de comunicaciòn que son: diversos gèneros de lenguas, don de interpretaciòn de las lenguas y don de profecìa. Este conjunto de dones se les llama los dones carismàticos y lo puedes encontrar en 1 Corintios 12:8-10.
Otro grupo de dones llamado dones ministeriales lo encuentras en Efesios 4:11 y1Corintios 12:28 son: Apòstoles, Profetas, Pastores, Evangelista y Maestro.
Tambièn se mensionan otros dones en la Biblia en el libro de Romanos capìtulo 12:6-8 a los cuales se les llama dones de servicio y son: profecìa, servicio, enseñar, exhortar, presidir y hacer misericordia.
Espero haberte ayudado. Suerte y que Dios te guìe en todo.
1º DON DE SABIDURíA: No es para que sepamos muchísimo de muchas cosas; sino para perfeccionar en nosotros ni más ni menos que el amor, la caridad. Las almas privilegiadas que de manera habitual han recibido ese don han amado a Dios como no tenemos ni idea; han aparecido ante el mundo como unos loquitos que eran capaces de hacer por Dios y por la gente gestos heroicos. Díganme si un misionero no necesita de este don del Espíritu Santo, cuando las exigencias de la Misión casi siempre, de manera habitual, han de ser heroicas.
2º DON DE ENTENDIMIENTO: Potencia y cómo que dispara la virtud de la fe. Con él se entienden de manera admirable lo más profundos misterios; se comprende por ejemplo la santidad de la Virgen María; la grandeza de la Santa Misa, y su valor infinito... por medio de ese admirable don se ilumina nuestro entendimiento y nos confiere una fuerza y una eficacia santificadora, tal como la necesita el evangelizador, el que se entrega a la causa estupenda de dar a conocer al mundo a Cristo el Señor, su Vida y su Evangelio; al que deja su vida en los campos de las Misiones.
3º DON DE CIENCIA: Se trata de la ciencia verdadera, de la que viene y va a Dios en directo. Por supuesto que también perfecciona la fe que debemos transmitir a los demás, como el mejor servicio que se le puede prestar a los hombres, de acuerdo con Juan Pablo II. Esta ciencia nos enseña “a juzgar rectamente de las cosas creadas”. El “hermano sol y la hermana luna” se las inventó el corazón de San Francisco de Asís con esta ciencia, que merece la vida entera por conocerla y gustarla. El misionero vive en pleno contacto con la naturaleza y sus maravillas; y todo le ayuda para entender mejor el amor de Dios y explicárselo con fuego a quienes nunca supieron que tenían en los cielos un Padre bondadoso que es puro Amor.
4º DON DE CONSEJO: Gracias, en buena parte, a este regalo del Espíritu los misioneros fueron a parar a territorios que ni sabían dónde quedaban en la geografía de los continentes o países. Allí fueron a dar con sus huesos y con su enorme carga de fe y de amor, guiados, quizá sin saberlo, por el consejo sutil y cierto del Espíritu Santo. Ayuda mucho, pero mucho, a esa virtud tan rara y muy pocas veces tomada en cuenta que es la prudencia, virtud casi desconocida y raras veces empleada en nuestro vivir y en nuestro actuar. Nuestras grandes determinaciones en la vida están o deben estar signadas por el don de Consejo, si es que no queremos fracasar con nuestras propias loqueras o nuestros criterios personales.
5º DON DE PIEDAD: No es expresamente para formar monaguillos piadosos –que tampoco debe ser cosa fácil- sino que con este don, el Espíritu nos hace descubrir a Dios como Padre y quererle con todas nuestras fuerzas; de paso nos estimula a querer a nuestros hermanos, como Teresa de Calcuta quería a los leprosos. Es la vida ordinaria del misionero. Gentes que no conocen de nada ni la entienden en su cultura, ni saben de su idioma, y se fajan, sin embargo, a conocer, amar y ayudar en cuerpo y alma, a pequeños Cristos que se le han cruzado en el camino de su vocación misionera. El don de piedad actúa como un auténtico milagro en el corazón del misionero. (Cuando se habla del misionero, se entiende por igual de la misionera, de la persona consagrada o del laico comprometido. Los dones no tienen género. Son del Espíritu Santo y basta).
6º DON DE FORTALEZA: Se trata de una fuerza del Espíritu Santo que resiste y acomete según la necesidad del momento. Es bueno recordar que la fortaleza es una de las virtudes cardinales ¿Se acuerda usted por dónde anda eso en el catecismo que estudió? Pues aunque no se acuerde nadie, ni lo tome demasiado en serio, el Espíritu Santo, sí; él concede una fuerza y un valor increíble a quienes asiste en los trances más difíciles de la vida. Necesitamos todos urgentemente y casi en cada momento, de esta fuerza única que resiste el mal; el que sacude al mundo y a sus gentes como un huracán y tiende a destruirlo y borrarlo del mapa de la vida.
Resistir el mal y hacer siempre el bien, sin cansarnos como nos enseña San Pablo. Las causas de Dios son empinadas, costosas; exigen muchas veces la vida misma. Por algo la Iglesia creció con la sangre de sus mártires. Pura fortaleza de Dios; don bellísimo y absolutamente necesario en nuestros tiempos.
7º DON DE TEMOR A DIOS: También el temor es necesario; pero es un temor pleno de amor; es un susto justificado de perder la amistad de nuestro Padre Dios y de nuestro Hermano Jesús. Un enamorado tiembla sólo con pensar en que puede perder a su amor; a la persona que es razón de su vida. Se trata de un temor filial, el temor de Dios. Por supuesto que, si al perder al Dios se pierde el cielo donde él habita con sus santos, se puede uno imaginar lo terrible que tiene que ocurrir en el corazón de un misionero, si después de una entrega heroica y sin límites se queda del lado de afuera. San Pablo lo sintió y debió temblar como la hoja en el árbol. Temía que predicando a los demás, él mismo pudiera ser borrado del libro de la vida. El don de temor es sano, muy digno de que lo tomemos en cuenta y de pedírselo al Espíritu Santo junto con los demás dones y regalos que él nos hace.
Las cuatro virtudes cardinales son:
PRUDENCIA. Nos hace conocer y practicar los medios mas conducentes para obrar el bien.
JUSTICIA. Hace que demos a cada uno lo suyo, lo que le corresponde
FORTALEZA. Nos da valor para amar y servir a Dios con fidelidad.
Pablo enumera nueve diferentes manifestaciones o acciones del espíritu: 1) habla de sabiduría, 2) habla de conocimiento, 3) fe, 4) dones de curaciones, 5) obras poderosas, 6) profetizar, 7) discernimiento de expresiones inspiradas, 8) lenguas diferentes y 9) interpretación de lenguas. Todos estos dones del espíritu servían para un propósito beneficioso, pues no solo contribuían al crecimiento cuantitativo de la congregación, sino que también resultaban en su edificación espiritual. (1Co 12:7-11; 14:24-26.)
Afganita te explica muy bien los 7 dones del Espíritu Santo, y las virtudes cardinales. Los 7 dones se reciben para la autosantificación.
El don de lenguas, el don de profecía, el don de sanación y otros similares son llamados CARISMAS, y se reciben para ser puestos al servicio de la comunidad; no pueden ser usados en beneficio propio
1-don de sabiduria 2-don de profecia 3-don de ciencia 4-dicernimiento de espiritu 5-don de fe 6-don de milagro 7-don de serenidad 8- genero de lengua 9-don de interpretacion de lengua
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Hola!
En primer lugar no son 7 sino 9 y los puedes encontrar en el libro de 1era. a los Corintios cap. 12. Algunos los agrupamos en 3 categorìas: a) los de revelaciòn, que son: Palabra de Sabidurìa, Palabra de Ciencia y Discernimiento de espìritus; b) los de poder que son: don de fe, don de sanidades y don de milagros; y c) los de comunicaciòn que son: diversos gèneros de lenguas, don de interpretaciòn de las lenguas y don de profecìa. Este conjunto de dones se les llama los dones carismàticos y lo puedes encontrar en 1 Corintios 12:8-10.
Otro grupo de dones llamado dones ministeriales lo encuentras en Efesios 4:11 y1Corintios 12:28 son: Apòstoles, Profetas, Pastores, Evangelista y Maestro.
Tambièn se mensionan otros dones en la Biblia en el libro de Romanos capìtulo 12:6-8 a los cuales se les llama dones de servicio y son: profecìa, servicio, enseñar, exhortar, presidir y hacer misericordia.
Espero haberte ayudado. Suerte y que Dios te guìe en todo.
DONES DEL
ESPIRITU SANTO
1º DON DE SABIDURíA: No es para que sepamos muchísimo de muchas cosas; sino para perfeccionar en nosotros ni más ni menos que el amor, la caridad. Las almas privilegiadas que de manera habitual han recibido ese don han amado a Dios como no tenemos ni idea; han aparecido ante el mundo como unos loquitos que eran capaces de hacer por Dios y por la gente gestos heroicos. Díganme si un misionero no necesita de este don del Espíritu Santo, cuando las exigencias de la Misión casi siempre, de manera habitual, han de ser heroicas.
2º DON DE ENTENDIMIENTO: Potencia y cómo que dispara la virtud de la fe. Con él se entienden de manera admirable lo más profundos misterios; se comprende por ejemplo la santidad de la Virgen María; la grandeza de la Santa Misa, y su valor infinito... por medio de ese admirable don se ilumina nuestro entendimiento y nos confiere una fuerza y una eficacia santificadora, tal como la necesita el evangelizador, el que se entrega a la causa estupenda de dar a conocer al mundo a Cristo el Señor, su Vida y su Evangelio; al que deja su vida en los campos de las Misiones.
3º DON DE CIENCIA: Se trata de la ciencia verdadera, de la que viene y va a Dios en directo. Por supuesto que también perfecciona la fe que debemos transmitir a los demás, como el mejor servicio que se le puede prestar a los hombres, de acuerdo con Juan Pablo II. Esta ciencia nos enseña “a juzgar rectamente de las cosas creadas”. El “hermano sol y la hermana luna” se las inventó el corazón de San Francisco de Asís con esta ciencia, que merece la vida entera por conocerla y gustarla. El misionero vive en pleno contacto con la naturaleza y sus maravillas; y todo le ayuda para entender mejor el amor de Dios y explicárselo con fuego a quienes nunca supieron que tenían en los cielos un Padre bondadoso que es puro Amor.
4º DON DE CONSEJO: Gracias, en buena parte, a este regalo del Espíritu los misioneros fueron a parar a territorios que ni sabían dónde quedaban en la geografía de los continentes o países. Allí fueron a dar con sus huesos y con su enorme carga de fe y de amor, guiados, quizá sin saberlo, por el consejo sutil y cierto del Espíritu Santo. Ayuda mucho, pero mucho, a esa virtud tan rara y muy pocas veces tomada en cuenta que es la prudencia, virtud casi desconocida y raras veces empleada en nuestro vivir y en nuestro actuar. Nuestras grandes determinaciones en la vida están o deben estar signadas por el don de Consejo, si es que no queremos fracasar con nuestras propias loqueras o nuestros criterios personales.
5º DON DE PIEDAD: No es expresamente para formar monaguillos piadosos –que tampoco debe ser cosa fácil- sino que con este don, el Espíritu nos hace descubrir a Dios como Padre y quererle con todas nuestras fuerzas; de paso nos estimula a querer a nuestros hermanos, como Teresa de Calcuta quería a los leprosos. Es la vida ordinaria del misionero. Gentes que no conocen de nada ni la entienden en su cultura, ni saben de su idioma, y se fajan, sin embargo, a conocer, amar y ayudar en cuerpo y alma, a pequeños Cristos que se le han cruzado en el camino de su vocación misionera. El don de piedad actúa como un auténtico milagro en el corazón del misionero. (Cuando se habla del misionero, se entiende por igual de la misionera, de la persona consagrada o del laico comprometido. Los dones no tienen género. Son del Espíritu Santo y basta).
6º DON DE FORTALEZA: Se trata de una fuerza del Espíritu Santo que resiste y acomete según la necesidad del momento. Es bueno recordar que la fortaleza es una de las virtudes cardinales ¿Se acuerda usted por dónde anda eso en el catecismo que estudió? Pues aunque no se acuerde nadie, ni lo tome demasiado en serio, el Espíritu Santo, sí; él concede una fuerza y un valor increíble a quienes asiste en los trances más difíciles de la vida. Necesitamos todos urgentemente y casi en cada momento, de esta fuerza única que resiste el mal; el que sacude al mundo y a sus gentes como un huracán y tiende a destruirlo y borrarlo del mapa de la vida.
Resistir el mal y hacer siempre el bien, sin cansarnos como nos enseña San Pablo. Las causas de Dios son empinadas, costosas; exigen muchas veces la vida misma. Por algo la Iglesia creció con la sangre de sus mártires. Pura fortaleza de Dios; don bellísimo y absolutamente necesario en nuestros tiempos.
7º DON DE TEMOR A DIOS: También el temor es necesario; pero es un temor pleno de amor; es un susto justificado de perder la amistad de nuestro Padre Dios y de nuestro Hermano Jesús. Un enamorado tiembla sólo con pensar en que puede perder a su amor; a la persona que es razón de su vida. Se trata de un temor filial, el temor de Dios. Por supuesto que, si al perder al Dios se pierde el cielo donde él habita con sus santos, se puede uno imaginar lo terrible que tiene que ocurrir en el corazón de un misionero, si después de una entrega heroica y sin límites se queda del lado de afuera. San Pablo lo sintió y debió temblar como la hoja en el árbol. Temía que predicando a los demás, él mismo pudiera ser borrado del libro de la vida. El don de temor es sano, muy digno de que lo tomemos en cuenta y de pedírselo al Espíritu Santo junto con los demás dones y regalos que él nos hace.
Las cuatro virtudes cardinales son:
PRUDENCIA. Nos hace conocer y practicar los medios mas conducentes para obrar el bien.
JUSTICIA. Hace que demos a cada uno lo suyo, lo que le corresponde
FORTALEZA. Nos da valor para amar y servir a Dios con fidelidad.
TEMPLANZA. Hace que frenemos las pasiones bajas.
Pablo enumera nueve diferentes manifestaciones o acciones del espíritu: 1) habla de sabiduría, 2) habla de conocimiento, 3) fe, 4) dones de curaciones, 5) obras poderosas, 6) profetizar, 7) discernimiento de expresiones inspiradas, 8) lenguas diferentes y 9) interpretación de lenguas. Todos estos dones del espíritu servían para un propósito beneficioso, pues no solo contribuían al crecimiento cuantitativo de la congregación, sino que también resultaban en su edificación espiritual. (1Co 12:7-11; 14:24-26.)
El don mas especial que puede ser dado por El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo El don de la SALVACION
Afganita te explica muy bien los 7 dones del Espíritu Santo, y las virtudes cardinales. Los 7 dones se reciben para la autosantificación.
El don de lenguas, el don de profecía, el don de sanación y otros similares son llamados CARISMAS, y se reciben para ser puestos al servicio de la comunidad; no pueden ser usados en beneficio propio
Hola..
Los dones espirituales, puedes encontrarlos en 1 Corintios 12: 1-31.
El Espíritu Santo da los dones a la iglesia para que se manifiesten por medio de los creyentes como El quiere.
I. Dones de entendimiento
A. Palabra de sabiduría
B. Palabra de ciencia
C. Discernimiento de espíritu
II. Dones de poder y acción
A. Don de fe
B. Dones de sanidades
C. El hacer milagros
III. Dones de comunicación
A. Profecía
B. Lenguas
C. Interpretación de lenguas
Espero y te sirva de algo!
Se llama Dones del Espiritu Santo y son:
1.Don de Lenguas.
2.El Don de Interpretacion de Lenguas.
3.El Don De Traduccion.
4.El Don de Sabiduría.
5.El Don De Conocimiento.
6.El don de saber que Jesucristo es el Hijo de Dios.
7.El don de creer en el testimonio de los demás.
8.El don de profecía.
9.El don de sanidad.
10.El don de efectuar milagros.
11.El don de fe.
Son 9, no 7. 1-Sabiduría, 2-Ciencia, 3-Fe,
4-Dones de Sanidades, 5-Hacer Milagros,
6-Profecía, 7-Discernimiento de Espíritu,
8-Diversos Géneros de Lenguas,
9-Interpretación de Lenguas.
Lo encuentras en 1ra. de Corintios 12:4-11.
son 9
1-don de sabiduria 2-don de profecia 3-don de ciencia 4-dicernimiento de espiritu 5-don de fe 6-don de milagro 7-don de serenidad 8- genero de lengua 9-don de interpretacion de lengua
Sabiduria, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad, Temor de Dios