Siempre, ya sea donante cadáver o vivo, el donante es evaluado para evitar la posibilidad de trasmitir enfermedad alguna al receptor. Para ello se realizan estudios orientados a la detección de enfermedad de origen infeccioso o maligno (cáncer) en el donante. En el caso de un donante vivo, es preciso evaluar su estado de salud y con ello los riesgos ante una intervención mayor como es la nefrectomía, ( extracción del riñón ) y estudiar el sistema inmune del donante para valorar las probabilidades de funcionamiento del injerto renal en el receptor. Hay que tener en cuenta que el riesgo de mortalidad en una nefrectomia en una persona sana es del 0.03 por 1000.
Cuando se comenzó a injertar órganos en animales, se advirtió la existencia de moléculas en los tejidos que determinaban si el injerto sería rechazado por el hospedante (o huésped); tales moléculas fueron denominadas antígenos de histocompatibilidad. Ahora sabemos que tales antígenos son moléculas ancladas en las membranas celulares, y que su síntesis está dirigida por un gran número de genes, que se denominan el Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH). En los humanos existe un equivalente del MHC, que se denomina HLA, por Human Leucocyte Antigens, ya que originalmente fue detectado en las células blancas de la sangre.
Se selecciona a los receptores que tienen un tipo de tejido y de grupo sanguíneos más parecidos al del órgano donado. Se extraen los órganos del donador, con el debido respeto, mediante un procedimiento quirúrgico. En el caso de tratarse de un donador cadavérico, los órganos son preservados y preparados para ser transportados a los lugares en donde se encuentran los receptores.
Se prepara a los receptores para la cirugía, mientras se transportan los órganos. El equipo de trasplante extrae el órgano que no funciona y lo reemplaza por el del donador.
Ahora bien, el cuerpo se protege a sí mismo al rechazar cualquier cosa extraña, tal como una infección o un órgano nuevo, a través de su sistema inmunitario. Después de un trasplante, el sistema inmunitario debe ser suprimido con medicamentos para prevenir el rechazo del nuevo órgano. La mayoría de los pacientes tienen un episodio de rechazo aún con el medicamento. Por lo general, el rechazo se diagnostica primero a través del análisis de su sangre y puede que usted no se sienta diferente. La mayoría de los episodios de rechazo se tratan con éxito con terapia de medicamento, sin embargo, puede que un episodio de rechazo requiera hospitalización. El médico de trasplante hará una para determinar un episodio de rechazo.
Saludos! ^-^ Perdon por lo largo, pero queria darte una respuesta mas específica...
No solo es la compatibilidad en sangre lo que evita el rechazo de los organos transplantados ya que en un alto porcentaje de transplantes aun entre receptores y donadores con un 80 o mas de compatibilidad se da la muerte o rechazo de el organo en cuestion.
Para aumentar las probabilidades y disminuir el rechazo de los organos los medico administran un coctel de drogas conocidas como inmunodepresores, los cuales tienen la funcion de aletargar y practicamente aniquilar tu sistema inmune para que este no se defienda y rechace el cuerpo extraño.
Estos por lo general y en muchos casos devera tomarlos el paciente de transplante por toda la vida, almenos la vida funcional del organo.
De la misma manera, la presencia de sangre o tejido extraño en el cuerpo puede desencadenar una reacción a la transfusión de sangre o un rechazo al trasplante. Para evitar esto, antes del procedimiento de trasplante, se "tipifica" el tejido para identificar los antÃgenos que contiene.
Los medicamentos inmunosupresores son necesarios para prevenir un rechazo al trasplante o, de otra manera, el trasplante de órganos y tejidos casi siempre ocasionarÃa una respuesta inmune y provocarÃa la destrucción del tejido extraño.
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Se evita por varios factores:
Siempre, ya sea donante cadáver o vivo, el donante es evaluado para evitar la posibilidad de trasmitir enfermedad alguna al receptor. Para ello se realizan estudios orientados a la detección de enfermedad de origen infeccioso o maligno (cáncer) en el donante. En el caso de un donante vivo, es preciso evaluar su estado de salud y con ello los riesgos ante una intervención mayor como es la nefrectomía, ( extracción del riñón ) y estudiar el sistema inmune del donante para valorar las probabilidades de funcionamiento del injerto renal en el receptor. Hay que tener en cuenta que el riesgo de mortalidad en una nefrectomia en una persona sana es del 0.03 por 1000.
Cuando se comenzó a injertar órganos en animales, se advirtió la existencia de moléculas en los tejidos que determinaban si el injerto sería rechazado por el hospedante (o huésped); tales moléculas fueron denominadas antígenos de histocompatibilidad. Ahora sabemos que tales antígenos son moléculas ancladas en las membranas celulares, y que su síntesis está dirigida por un gran número de genes, que se denominan el Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH). En los humanos existe un equivalente del MHC, que se denomina HLA, por Human Leucocyte Antigens, ya que originalmente fue detectado en las células blancas de la sangre.
Se selecciona a los receptores que tienen un tipo de tejido y de grupo sanguíneos más parecidos al del órgano donado. Se extraen los órganos del donador, con el debido respeto, mediante un procedimiento quirúrgico. En el caso de tratarse de un donador cadavérico, los órganos son preservados y preparados para ser transportados a los lugares en donde se encuentran los receptores.
Se prepara a los receptores para la cirugía, mientras se transportan los órganos. El equipo de trasplante extrae el órgano que no funciona y lo reemplaza por el del donador.
Ahora bien, el cuerpo se protege a sí mismo al rechazar cualquier cosa extraña, tal como una infección o un órgano nuevo, a través de su sistema inmunitario. Después de un trasplante, el sistema inmunitario debe ser suprimido con medicamentos para prevenir el rechazo del nuevo órgano. La mayoría de los pacientes tienen un episodio de rechazo aún con el medicamento. Por lo general, el rechazo se diagnostica primero a través del análisis de su sangre y puede que usted no se sienta diferente. La mayoría de los episodios de rechazo se tratan con éxito con terapia de medicamento, sin embargo, puede que un episodio de rechazo requiera hospitalización. El médico de trasplante hará una para determinar un episodio de rechazo.
Saludos! ^-^ Perdon por lo largo, pero queria darte una respuesta mas específica...
Empezando porque el tipo de sangre del donador y el receptor sean compatibles.
No solo es la compatibilidad en sangre lo que evita el rechazo de los organos transplantados ya que en un alto porcentaje de transplantes aun entre receptores y donadores con un 80 o mas de compatibilidad se da la muerte o rechazo de el organo en cuestion.
Para aumentar las probabilidades y disminuir el rechazo de los organos los medico administran un coctel de drogas conocidas como inmunodepresores, los cuales tienen la funcion de aletargar y practicamente aniquilar tu sistema inmune para que este no se defienda y rechace el cuerpo extraño.
Estos por lo general y en muchos casos devera tomarlos el paciente de transplante por toda la vida, almenos la vida funcional del organo.
Espero te sirva y bay.
huésped.
Causas, incidencia y factores de riesgo Volver al comienzo
El sistema inmune protege al cuerpo de sustancias potencialmente nocivas tales como microorganismos, toxinas y células cancerÃgenas. Estas sustancias dañinas tienen proteÃnas llamadas antÃgenos en su superficie y si el sistema inmune identifica a dichos antÃgenos que son extraños (que no forman parte del cuerpo), atacará a estas sustancias.
De la misma manera, la presencia de sangre o tejido extraño en el cuerpo puede desencadenar una reacción a la transfusión de sangre o un rechazo al trasplante. Para evitar esto, antes del procedimiento de trasplante, se "tipifica" el tejido para identificar los antÃgenos que contiene.
Aunque la tipificación del tejido asegura que el órgano o tejido sea lo más similar posible a los tejidos del receptor, la compatibilidad nunca es perfecta. Ninguna persona tiene antÃgenos de tejido idénticos a otra, exceptuando los gemelos idénticos.
Los medicamentos inmunosupresores son necesarios para prevenir un rechazo al trasplante o, de otra manera, el trasplante de órganos y tejidos casi siempre ocasionarÃa una respuesta inmune y provocarÃa la destrucción del tejido extraño.
Sin embargo, se presentan algunas excepciones. Los trasplantes de córnea rara vez sufren un rechazo debido a que carecen del suministro de sangre y por lo tanto las células inmunológicas y los anticuerpos no llegan a la córnea para causar el rechazo. Además, los trasplantes entre gemelos idénticos casi nunca causan rechazo.