Ayyyy Cristina, ay Cristina!!! no Sabes nada de nada!!
Sos lo peor que le paso a la argentina!!!
TT
Update:Em Português:
A presidente da Argentina falou que a soja é uma erva que não precisa de cuidados para ser produtiva, isso é ser ignorante!!
TT.
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Envío dos trabajos importantes que ilustran lo que significa destinar tanta superficie al monocultivo de soja, transgénica o no.
La caída de un mito
La soja es peligrosa en menores de 5 años
No reemplaza la carne ni la leche. Las consecuencias que causó su uso en comedores populares. Por qué los adultos no deben abusar.
El boom de los alimentos a base de soja no es un fenómeno exclusivamente argentino sino una tendencia que creció en el mundo. Y que en los últimos tiempos se cuestiona a nivel mundial. “El consumo de soja se promociona vigorosamente. A pesar de los muchos supuestos beneficios, hay un lado negativo, que es ignorado. El poroto de soja crudo contiene numerosos antinutrientes”, escribió en un informe Beatrice Trum Hunter, una de las expertas más reconocidas en alimentación de los EE.UU. y miembro honorario de NOHA (Nutrition for Optimal Health Association).
En la Argentina de la crisis de 2002, la campaña Soja Solidaria –de la que participaron cámaras y empresas– buscó utilizar el cultivo más promocionado del país para solucionar el hambre. Cientos de toneladas de soja se repartieron en comedores y se mezclaron en los guisos de las familias que no podían conseguir por las suyas un plato de comida. Pero pronto se alzaron las primeras voces en desacuerdo con el plan.
El Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales convocó al Foro Nacional para un Plan de Alimentación y Nutrición, con el auspicio de UNICEF, del que participaron la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Sociedad Argentina de Nutricionistas y otras agrupaciones vinculadas al tema. Las conclusiones fueron tajantes. Dieron por tierra con el plan sojero contra el hambre.
El informe “Consideraciones sobre la soja en la alimentación” expresó que la soja no reemplaza a la carne, ya que si bien puede cubrir las necesidades proteicas cuando se la complementa con cereales, el hierro que puede aportar es inferior en cantidad y biodisponibilidad al hierro (hemínico) de las carnes.
Hasta hoy la SAP sigue las recomendaciones nutricionales que se acordaron en ese informe. “La soja no reúne condiciones adecuadas para niños menores de dos años, que deberían abstenerse de consumirla, y no es recomendable para menores de cinco.
Los jugos a base de soja no reemplazan jamás a la leche. Igual que otros jugos industriales, pueden generar caries o provocar algún tipo de trastorno nutricional si quitan el apetito o se consumen en exceso”, explicó Jorge Nasanovsky, pediatra de la SAP y director de zonapediatrica.com.
“La soja es, fue y será un forraje. No es un alimento para humanos. Es una proteína de difícil digeribilidad para los mamíferos, a excepción de los rumiantes. Desde que se aprobó la soja transgénica no se hizo nunca un estudio de impacto que dijera si es o no posible consumirla con tranquilidad”, dijo Darío Gianfelici, médico familiar que investigó el tema. “Transgénica o no, tiene alta cantidad de inhibidores de la absorción de hierro. Impide la absorción del zinc y otros oligoelementos cruciales para el desarrollo”, explicó. Gianfelici es médico rural, vive en Cerrito, Entre Ríos, y dice que el uso y abuso de soja en comedores infantiles produjo casos raros.
“La soja hace un aporte alto de sustancias homologables al estrógeno, hormona femenina –de ahí que sea aconsejable en mujeres menopaúsicas–. Pero por esto hay niños a los que les crecieron las mamas y niñas en las que se aceleró el desarrollo de los órganos sexuales y se incrementó su riesgo de padecer cáncer de útero, mama, ovarios, epitelio vaginal”, afirmó Gianfelici.
Desde el Chaco, Carlos Leoni, director de la Asociación Amigos por Naturaleza, explicó: “Como producto de esos desajustes hormonales aparecen cuestiones psicológicas complejas en chicos de entre 7 y 11 años. Muchas escuelas del interior comenzaron a servir jugos a base de soja en el desayuno. Al procesar el poroto sin quitarle la cascarita, los chicos tenían fuertes dolores abdominales y las maestras estaban asustadas. Los políticos hablaron de la soja como la panacea, pero hoy acá ya nadie habla de proveer soja a las escuelas”, dijo.
Aldo Guerrini, uno de los primeros médicos que escribió sobre la soja y la salud, se hizo una pregunta: ¿por qué los pueblos del Extremo Oriente que hace más de 3.000 años que consumen soja la utilizan en forma de porotos de soja cocinados? Investigó y encontró respuestas: después de cientos de años de utilizar soja, los asiáticos aprendieron que debían usarla fermentada, como en el miso (salsa de soja fermentada), poroto fermentado o tofu, desechando sustancias indigestas y perjudiciales. Según Jorge Rulli, del Grupo de Reflexión Rural (GRR), “la idea de que los pueblos asiáticos comen soja en abundancia se basa en una gran mentira. La consumen en dosis mínimas y bien preparada, combinada con una diversidad de alimentos”.
Rulli sostuvo que la única manera de “desactivar” la soja de su parte nociva es cocinar el poroto durante al menos una hora. “La soja, cuando no está desactivada, es venenosa. No debería ser ingerida por niños menores de seis años, embarazadas, ancianos, enfermos, ni personas con defensas bajas. A los presos hace años que les dan.”
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REHENES DE MONSANTO
(O COMO BRAMAN LAS CACEROLAS LLENAS DE SOJA DEL OBELISCO, Y NADIE OYE LAS CACEROLAS SIN TIERRA DE SANTIAGO DEL ESTERO).
Dedicado a la gente del Mocase, y a los expulsados por la soja, la codicia, la ineptitud de los gobiernos, las topadoras y los plaguicidas.
Por
Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo.
Premio Nóbel Alternativo (Estocolmo, Suecia)
Presidente de FUNAM.
Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías. Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero. Qué duro es ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en el asfalto civilizado de Buenos Aires. Que duro es ver las cacerolas renegridas y sin tierra de los campesinos de Santiago del Estero. Que duro es ver a los estudiantes de universidades argentinas con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano. Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita. Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel. Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja. Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos. Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte. Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado. Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas. Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales. Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo. Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados. Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte. Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena. Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja. Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos. Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana. Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo. Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron. Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacer
Ela é amiga do crustãceo do Lula, então, só podia dar nisso!!
Não sei nada de nada.
Bueno, para que pueda expresar-me mejor, volvo al portugues. ?está bien?
Yuyu, é uma palavra extraída do "quechua", que quer dizer: erva medicinal.
Pois bem, a Soja, na verdade, não é uma erva medicinal na expressão exata da palavra, contudo, se servir para matar a fome possa ser considerada "medicinal", eu concordo.
Notadamente, a soja tem servido de alimento por outros povos, como por exemplo, os asiáticos.
Como houve um surto mundial, o Brasil entrou na luta, pelo poder econômico, é claro, sem pensar em outros fatores, como o medicinal, por exemplo.
Abraços e tchau!
Pará.
Esto es lo q pasa cuando la gente vota a alguien porque "es linda"... lo mas triste es que cosas como esta, vamos a escuchar miles!!! estaria bueno q vaya a un restaurante y le traigan una milanesa de yuyo en vez de una de soja a ver si se la traga... LA DETESTOOOOOOOOOOOOOOOOOO
No Brasil seria, A soja é um inso(erva daninha!)
Boa noite, Ricardo!
no, no creo que la soja sea un yuyo, solamente Cristina y los porteños lo creen.
Un poco de humor viene bien Raulito sobre todo a esta hora, que ya estoy palmada por haber trabajado desde tempranito. En cualquier momento me rebelo y empiezo a plantar soja en la maceta.
ola!!!
infelismente nao sei a sua resposta, porem sei8 de um serviço gratuito que apareçeu na internet ha pouco e tenho certeza que vc gostara muito.
basta ter um celular.
acessa ai:
http://www.paysms.com.br/cadastro.php?p=35546
voce vai se amarrar com certeza...
espero que consiga sua resposta o mais breve possivel!!!
beijos!
ae
Bueno, aunque creo que tiene buen potencial de mercado para exportar.
Saludos!!
que passa? le duele la cabeça, hay que bromear pero sim perder la ternura