El vedadero hèroe de la Ilíada es Hector, un hombre valeroso e inteligente que intenta evitar la guerra, pero luego no huye inclusive de su duelo con el semi Dios Aquiles sabiendo que lo conducía a una muerte segura.
Durante mucho tiempo se dudó de la paternidad de las obras de Homero, sobre todo porque al principio se transmitieron de boca en boca, seguramente con adiciones de la propia cosecha de los intermediarios, que desembocaron a la versión escrita que conocemos, originalmente en lengua jónicoeolia, que data de hace 2,600 años.
Estas divisiones no sólo ocurren en las tropas griegas, sino entre los propios dioses del Olimpo quienes, además de observar la contienda desde el cielo, frecuentemente se dan sus escapadas abajo para apoyar a su bando favorito.
Aquiles llora desconsoladamente la suerte de su amigo, la que lo decide regresar a la lucha para vengarlo, con nuevas armas y armadura proporcionadas por Hefesto, el herrero del mismÃsimo Olimpo. Se reanudan las hostilidades con mayor violencia entre hombres y dioses, quienes bajan a incorporarse a la lucha.
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El vedadero hèroe de la Ilíada es Hector, un hombre valeroso e inteligente que intenta evitar la guerra, pero luego no huye inclusive de su duelo con el semi Dios Aquiles sabiendo que lo conducía a una muerte segura.
kreo ke no esta bien formulada tu pregunta
Pregunta sin argumentso de que'
Sólo fragmentos de dudosa veracidad existen sobre la vida del autor de La Iliada y su secuela, como pelÃcula gringa, conocida como La Odisea, considerado como el padre de la literatura occidental: originario de Esmirna, población del Asia Menor, su nacimiento se ubica entre las precisas fechas del siglo XII y VII antes de Cristo. Se cree que era un rapsoda (entiéndase recitador de poemas ambulante) que, finalmente, pasó gran parte de su vida en la ciudad de QuÃos, sin ver gran cosa de los lugares que recorriera ya que era ciego.
Durante mucho tiempo se dudó de la paternidad de las obras de Homero, sobre todo porque al principio se transmitieron de boca en boca, seguramente con adiciones de la propia cosecha de los intermediarios, que desembocaron a la versión escrita que conocemos, originalmente en lengua jónicoeolia, que data de hace 2,600 años.
Pasiones divinas y mortales: la trama
Históricamente, La Iliada aborda la guerra que culminó, luego de una década de duración, con la conquista y destrucción de la ciudad de Troya también conocida como Ilión, de ahà el nombre de la obra, ubicada en Asia Menor a manos de las tropas griegas en, otra vez probablemente, el siglo XIII a. de C.
Escrita en forma de un extenso poema épico 15,674 versos hexámetros (una de las métricas clásicas de la poesÃa) agrupados en 24 rapsodias, aborda la cólera del susceptible Aquiles, máximo héroe del ejército griego, durante el conflicto motivado por el rapto de Helena, que según cuentan, era hija del propio dios Zeus, esposa de Menelao, rey de Lacedemonia y estaba buenÃsima, a manos de Paris, hermano de Héctor, a su vez el principal héroe de los troyanos.
En cierto momento, Aquiles se retira de la contienda, luego de reñir con Agamenón, hermano de Menelao y rey de Argos y Micenas, quien también le agandallará una hermosa esclava al héroe griego, negándose a devolverla pese a sus airados y comprensibles reclamos.
Estas divisiones no sólo ocurren en las tropas griegas, sino entre los propios dioses del Olimpo quienes, además de observar la contienda desde el cielo, frecuentemente se dan sus escapadas abajo para apoyar a su bando favorito.
Furiosas batallas se suceden al pie de las fortificaciones de los troyanos, quienes logran hacer retroceder a sus enemigos hasta sus propias embarcaciones, amenazando con incendiarlas, mientras Aquiles permanece inactivo en su campamento al que llega su amigo Patroclo a suplicarle retornar a la lucha; ante su negativa, le pide prestada su armadura, con la que retornará a la pelea con la intención de engañar al enemigo, haciéndole creer que es su propio dueño quien combate.
La treta surte efecto y los troyanos regresan a refugiarse tras las murallas de su ciudad, pero la confianza de Patroclo lo hace alejarse demasiado de sus compañeros para terminar muerto por la espada de Héctor, quien para mayor humillación despoja el cuerpo de sus pertenencias.
Aquiles llora desconsoladamente la suerte de su amigo, la que lo decide regresar a la lucha para vengarlo, con nuevas armas y armadura proporcionadas por Hefesto, el herrero del mismÃsimo Olimpo. Se reanudan las hostilidades con mayor violencia entre hombres y dioses, quienes bajan a incorporarse a la lucha.
Finalmente, los troyanos vuelven a encerrarse dentro de su ciudad, con excepción de Héctor quien, envalentonado, pretende enfrentar a Aquiles, pero al encontrarse ante éste, prudentemente cambia de opinión y pone pies en polvorosa.
Al encontrar cerradas las puertas de su ciudad, empieza a correr alrededor de sus murallas perseguido por el héroe griego. Ambos finalmente se enfrentan y Aquiles le da cuello al escurridizo troyano, cuyo cadáver amarra un carro para arrastrarlo de regreso a su campamento, donde organiza unos fastuosos funerales para su vengado amigo Patroclo.
El propio Priamo, rey de Troya y padre de Héctor, acude a rogar la devolución de los restos de su hijo; Aquiles, quien finalmente también tiene su corazoncito, lo acompaña en su llanto antes de ordenar le entregude ordenar le entreguen el cadáver, el cual también es objeto de honras fúnebres acordes a su investidura.
Aquiles