biografia, ideales, batallas de Don José de San Martín
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Biografia de Don Jose de San Martín
José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, actual provincia de Corrientes, República Argentina. Quinto hijo de Juan de San Martín, español de nacimiento, teniente gobernador del departamento perteneciente al Virreinato del Río de la Plata, y de Gregoria Matorras, sobrina de quien fuera conquistador del Chaco: Jerónimo Matorras. (Existen versiones bastante fuertes sobre un origen distinto; se sostiene, en algunos casos bastante fundadamente que fue hijo de Alvear y una indígena que lo dio en entrega a la familia San Martín). Su padre, (según la historia oficial), Juan de San Martín nació en Cervatos de la Cueza, España, ingresando como voluntario en el ejército real. Como teniente y con diecisiete años de servicio, fue enviado al Río de la Plata en 1765. A los diez años de edad, José de San Martín debió trasladarse junto a su familia a España, ingresando al Seminario de Nobles de la capital ibérica debido a que su padre fue ascendido y destinado a Málaga.
Don José de San Martín
Estatua de San Martin en La Patagonia Argentina En 1789 inicia su carrera militar en el regimiento de Murcia donde combatirá en las dominaciones españolas en el África (Melilla y Orán). Combatió contra los corsarios berberiscos y fue herido en 1791 en el sitio de Orán. En 1793 es ascendido a subteniente segundo, primero en 1794 y segundo teniente en 1795, por su participación en las luchas contra los franceses en la Guerra de la Convención. En su lucha en la Guerra de las Naranjas frente a Portugal, es ascendido a capitán de infantería; distinta suerte tuvo su regimiento en el combate naval contra la flota inglesa que un año después se ve en la necesidad de rendirse. Ascendido a Capitán de Segunda de infantería ligera continúa sus luchas en el sur de España, Gibraltar y Cádiz.
En el año 1808 el rey español Fernando VII es capturado por Napoleón Bonaparte que invade España y nombra a su hermano como rey del país peninsular. Los españoles estallan en rebelión contra el gobierno francés y se establece una Junta de Gobierno situada en Sevilla y luego en Cádiz. La Junta, teniendo en cuenta el desempeño de José de San Martín en la lucha de los Pirineos contra los galos, lo nombran Ayudante de Primera del Regimiento de Voluntarios de Campo Mayor. El 19 de julio de 1808 los franceses son derrotados en la batalla de Baylén; en virtud del valor demostrado en acción en la mencionada batalla, es ascendido a Capitán del Regimiento de Borbón. El desempeño de José de San Martín también le valen la medalla de oro y un nuevo ascenso al grado de Teniente Coronel. Lucha del bando aliado (España, Inglaterra y Portugal) bajo el mando del General Beresford, hasta el año 1811. En ese ínterin conoce a un noble escocés que lo introduce en logias masónicas: lord Macduff. En 1811 viaja, por intermedio de este personaje, a Inglaterra a encontrarse con miembros de una logia (Alvear, Zapiola, Bello, etc) fundada por Francisco de Miranda. Por alguna razón que los historiadores no son unívocos en señalar (quizás por su verdadero origen, tal vez por que hubiese sufrido discriminaciones en el ejército español; supuestamente seducido por Miranda o por razones de ambición personal), José de San Martín acepta ser parte de la campaña libertadora de América.
Imagen de José de San Martín
George Cannig es el nombre de la fragata inglesa que traslada a José de San Martín hacia Buenos Aires, capital de la República Argentina, en enero de 1812. En ese país se había constituido una junta (Junta Grande) que gobernaba en nombre del rey Fernando VII, mientras se hallaba prisionero. La junta designa a un triunvirato (Paso, Chiclana y Sarratea) como cuerpo ejecutivo que no se decide por la continuidad de la autoridad virreinal o por la autonomía, luego de haber declarado la independencia el 25 de mayo de 1810. Montevideo se rebela contra la autoridad de Buenos Aires; en Chile el cabildo se pronuncia por la independencia; en Bolivia los realistas avanzan sobre el norte del actual territorio argentino mientras es defendido por el ejército del norte al mando del General Manuel Belgrano; Paraguay también opta por la independencia. Este es el teatro de Sudamérica con el que se encuentra José de San Martín a su arribo; el Triunvirato le reconoció el grado de Teniente Coronel y le encomendó la creación de un escuadrón propio. Todo el año 1812 José de San Martín se dedicó a instruir a sus hombres la técnicas de combate aprendidas en las luchas contra Napoleón y forjando la personalidad de lo que sería el famoso Regimiento de Granaderos a Caballo. Forma parte, junto con Alvear, Zapiola, Pueyrredón, entre otros, (algunos dicen que fue su creador) de la Logia Lautaro (nombre de un caudillo araucano que defendió su pueblo de la conquista española), que, émula de la formada por Miranda y Bolívar, propendía a la planificación de la independencia americana. El 12 de septiembre de 1812 contrae matrimonio con María de los Remedios de Escalada, joven de familia patricia y distinguida. En octubre de ese año se nombra el segundo Triunvirato en Buenos Aires, con nombres impuestos por presión de la Logia sanmartiniana. (Paso, Rodríguez Peña y Alvarez Jonte); este movimiento se produce paralelamente a la victoria de Manuel Belgrano en Tucumán. El Triunvirato ordena el sitio de Montevideo; la Asamblea General Constituyente del año 1813, que tenía entre sus filas un alto número de miembros de la Logia Lautaro, se declara independiente de España, aprueba los colores de la bandera argentina y los símbolos patrios y se instaura la libertad de vientre.
Sargento Cabral: "muero contento"
1817: el cruce del Desierto
San Martín en la Batalla de Maipú
26 de julio de 1822: encuentro Simón Bolívar en la cité de Guayaquil, hoy Ecuador.
Estampilla de 1930
Paso de los Andes
Guillermo Brown
O'Higgins
Escudo de Armas de O'Donnell
Thomas Cochrane
José Rondeau
Güemes
Hipólito Bouchard
San Martín próximo a su muerte
Los realistas que ocupaban Montevideo (capital del actual Uruguay) realizaban frecuentes incursiones sobre el litoral argentino saqueando y asesinando a los pobladores de la costa del Río Paraná. José de San Martín es encomendado para la protección de las mismas, enterado el gobierno central del próximo desembarco de una escuadra española. Once naves y unos trescientos soldados fueron divisados y seguidos por las huestes del entonces Coronel José de San Martín. Fondeados frente al monasterio de San Carlos, pueblo de San Lorenzo, Rosario, los realistas son sorprendidos por los granaderos el 3 de febrero de 1813, formados en dos columnas que atacaron de lado a los invasores, venciéndolos en pocos minutos y obligándolos a huir haciendo abandono de armas y estandartes. El caballo de José de San Martín es derribado atrapando la pierna del Coronel; el granadero Baigorria es el primero en salvar a su superior del ataque enemigo y Cabral pasará a la historia por el hecho de ser herido de muerte al mover el caballo del libertador y pronunciar las heroicas palabras “!muero contento, hemos batido al enemigo!”. Entretanto, el Comandante Guillermo Brown derrota a las flotas realistas del Río de la Plata y sitia Montevideo hasta su rendición en 1814. Los españoles llegan a la conclusión que esa no era la vía de entrada para la recuperación de los territorios del sur, concentrando todas sus fuerzas en Lima y continuar resistiendo en el Alto Perú (actual Bolivia). Cada vez que un ejército independentista intentaba internarse en el altiplano era derrotado. Eso le sucede al General Manuel Belgrano que, luego de obtener importantes victorias en defensa de la frontera norte, cuando intentaba perseguir a los españoles o avanzar hacia el norte, resultaba derrotado, como en Vilcapugio y Ayohuma. En la posta de Yatasto se reúne Belgrano con José de San Martín, enviado por el Triunvirato con tropas de refuerzo. José de San Martín toma el mando del ejército y Belgrano se transforma en un subordinado y amigo; el futuro libertador incorpora nuevos reclutas y le imparte nuevas instrucciones. Sostiene la frontera con el ejército renovado frente al peligro que suponían los realistas al mando del General Pezuela; pero José de San Martín no estaba solo. Cuando decide partir en busca de otra vía para llegar a Lima, deja la defensa del norte de los territorios al jefe de un grupo de gauchos, salteño, gran conocedor del terreno, con una valentía sin igual y con una inteligencia sobresaliente: Martín Miguel de Güemes.
José de San Martín se dispone entonces a llevar a cabo lo que él llamaba su secreto: la conquista de la capital del virreinato por la vía del Pacífico cruzando la Cordillera de los Andes y accediendo a Lima por mar. Este “secreto” era conocido sólo por algunos de los miembros de la Logia (el plan surge de un personaje inglés –Mayland- que se cree se trataba del propio Francisco de Miranda o por lo menos que éste fue el verdadero autor de la estrategia). En abril de 1814 José de San Martín cae enfermo, por lo que debe recluirse en la provincia de Córdoba dejando al General Cruz al mando del ejército; el estado de salud es delicado por lo que deberá permanecer inactivo bastante tiempo. La Asamblea de Buenos Aires había disuelto el Triunvirato y nombrado un Director Supremo de las Provincias Unidas: Gervasio Posadas. Éste designa a José de San Martín como Gobernador Intendente de Cuyo. Entretanto, el Reino de Chile (independiente de los realistas) se encontraba en peligro; O´Higgins y Carreras son aniquilados por los ejércitos españoles en Rancagua, lo que deja desprovista de defensa a Santiago, su capital. Carreras y sus hombres huyen refugiándose en Cuyo. Chile, Venezuela y el Alto Perú sucumbieron a manos realistas (Bolívar y Mariño se hallan refugiados en Cartagena); Fernando VII, luego de la derrota y del apresamiento de Napoleón, retoma el mando condenando a muerte a todos los que se opusieran a su soberanía, por aquella época, sólo los pueblos del Río de la Plata. España prepara entonces una expedición de diez mil hombres que llegarían a puertos sudamericanos a sojuzgar a los rebeldes independentistas. En 1815 renuncia Posadas como Director Supremo y asume Carlos María de Alvear, quien estaba enfrentado con San Martín; ordena el nombramiento del General Perdriel como Gobernador de Cuyo, lo que produce grandes cortocircuitos en la ciudad de Mendoza.
El Cabildo mendocino solicita a Alvear que mantenga en el cargo a José de San Martín alegando un peligro cierto de invasión realista por el oeste. Si bien accede a la petición, ya los cabildos de las provincias de la región y la gente de los pueblos de Mendoza, San Luis y San Juan confirman el cargo del General y resultó aclamado como Gobernador. Una vez confirmado en su cargo y conciente del poder obtenido se dedica a la formación del Ejército de los Andes; el pueblo mendocino aportó hombres, joyas, alimentos, trabajo (de hombres y mujeres) y dinero proveniente de la subasta de tierras públicas, donaciones, contribuciones extraordinarias y con gravámenes impositivos. Enterados de la expedición organizada por España al mando del General Murillo dispuesta a zarpar hacia territorio americano José de San Martín reúne al pueblo mendocino el 6 de junio de 1815 y le informa del acercamiento de los diez mil soldados realistas y solicita ayuda que el pueblo cuyano aportó con creces; Remedios de Escalada encabezó el grupo de damas que donaron sus joyas y bienes a la causa.
El Ejército del Norte al mando de Rondeau es vencido debiendo recular a Salta; Chile está bajo el total dominio español y el General Murillo y sus diez mil hombres en vez de desembarcar en el Río de la Plata lo hacen en Venezuela destruyendo las tropas reorganizadas de Bolívar y cometiendo atrocidades en las poblaciones. La suerte de la independencia americana quedaba en manos de un pequeño ejército al mando de José de San Martín que debía decidir con premura los detalles de la próxima jugada, que, quizás sin ser la última, sería decisiva en lo inmediato. Formado el Congreso en Buenos Aires se designa a Pueyrredón, con el beneplácito de los miembros de la Logia Lautaro, como Director Supremo. José de San Martín le hace saber a éste sobre su plan (que Pueyrredón ya conocía por ser parte de la logia) y envía suministros para la campaña. Mientras se cumplía este trámite José de San Martín realiza tareas de espionaje en Chile (San Martín envía a Condarco con un mensaje para Marcó del Pont -el anuncio de la declaración de la independencia del 9 de julio-, regente de allende el mar, por el cruce más largo –Los Patos- para que, enviado de regreso por Uspallata –el paso más corto-, pudiese realizar un croquis detallado del camino), intentado conseguir el apoyo de los pobladores, y corriendo la noticia falsa de una posible partida hacia el Alto Perú por la vía continental sin el cruce de los Andes. A su vez Guillermo Brown, junto a Hipólito Bouchard dobla el Cabo de Hornos y asola las fortalezas de Chile, el Callao, Guayaquil, entre otros, lo que permitiría, además, conocer las fuerzas y las defensas del enemigo. En el Río de la Plata se intercepta correspondencia y se cometen actos de piratería a naves con destino a España, ganando información esencial y suministros. El 15 de julio se reúnen San Martín y Pueyrredón en Córdoba para ultimar los detalles de la expedición. El 1º de agosto José de San Martín es nombrado General en Jefe del Ejército de los Andes. El 5 de enero de 1817 el ejército integrado por cuatro mil soldados, luego de haber entrenado en el campamento de El Plumerillo juran la bandera en la ciudad de Mendoza. José de San Martín corría informes distintos y en su mayoría falsos sobre el lugar donde realizaría el cruce. Dos divisiones cruzarían por Los Patos al mando de O´Higgins y Soler, otra por Uspallata al mando de Las Heras, una ligera a las órdenes de Cabot, otras lo harían por distintos sectores, debiendo aparecer todas al mismo tiempo (entre el 6 y el 8 de febrero) en territorio chileno. Chacabuco dejó un saldo de 500 realistas muertos, 600 prisioneros y muchos pertrechos mientras que sólo 12 sudamericanos resultaron heridos de muerte y 120 con heridas de diferente consideración. José de San Martín demuestra así sus enormes dotes como militar. El 14 de febrero ingresa triunfal a Santiago de Chile. Elegido Gobernador del país andino renuncia a su cargo a favor de O´Higgins. Mientras tanto, Montevideo caía en manos portuguesas y el Ejército del Norte continuaba cosechando derrotas, aunque Güemes resistía heroicamente. Un mes más tarde José de San Martín cruza nuevamente la cordillera rumbo a Buenos Aires, donde llega de incógnito con el objetivo de lograr que el gobierno porteño iniciara acciones para conseguir que Inglaterra enviase una flota para trasladar al ejército unido (el chileno y de los Andes) hasta Lima y eliminar el dominio de los mares del Pacífico por parte de los realistas.
De regreso y como Generalísimo del Ejército Unido José de San Martín propone al Virrey el canje de prisioneros aunque el verdadero objetivo era el enviar un mensajero para conocer el plan del enemigo. La estratagema dio resultado proveyendo información sobre un embarque de hombres en cuatro fragatas para recuperar Chile. Los cinco mil soldados españoles le asestan un golpe a las divisiones de O´Higgins (quien resultó herido) en Cancharrayada; la batalla de Maipú torció la fortuna española y la convirtió en una terrible derrota a manos de José de San Martín. Éste retorna a Buenos Aires para continuar y apurar las tratativas de la formación de la flota aunque el sigilo pretendido por el libertador es roto por Pueyrredón que le brinda un agasajo público. Parte hacia Chile con la promesa del gobierno de un préstamo para la construcción de la flota. Llegado y demorado en Mendoza por una nevada recibe la noticia de que la promesa nunca sería realidad. En consecuencia decide renunciar a su empresa, generando desesperación entre sus hombres y el propio gobierno que termina autorizando el empréstito. La flota queda conformada y pronto domina las aguas del Pacífico Sur. Arriba entonces a Valparaíso Lord Cochrane, escocés, que supo luchar por Inglaterra y que aceptó la propuesta de José de San Martín de unirse a la aventura libertadora (se cree que sus motivaciones eran económicas, considerándoselo como un mercenario). Las victorias se suceden mientras que España ordena la partida de 20000 soldados al mando de O´Donnell, conde del Abisbal. San Martín retorna a Mendoza con una parte del Ejército de los Andes y logra que los caudillos de la mesopotamia argentina (apoyados por fuerzas portuguesas) lleguen a un armisticio con el gobierno central en cuanto a sus reclamos federalistas. El país pujaba internamente con armas entre los unitarios centralistas y los federales, que pretendía impedir la hegemonía y la dominación del gobierno porteño. Llamado a reprimir a las provincias disidentes del gobierno central José de San Martín se niega a derramar sangre hermana. Renuncia Pueyrredón y llegan noticias de Cádiz de la sublevación de las tropas españolas por lo que la expedición no partiría hacia Buenos Aires. Sin embargo, el verdadero problema era interno; gran número de provincias sublevadas y alzadas en armas contra las tropas nacionales. José de San Martín sufre nuevamente problemas de salud (podría haberse tratado de excusas para no intervenir en las guerras intestinas de su pueblo) instalándose en Santiago de Chile para su recuperación.
Una vez confirmado en su cargo y conciente del poder obtenido se dedica a la formación del Ejército de los Andes; el pueblo mendocino aportó hombres, joyas, alimentos, trabajo (de hombres y mujeres) y dinero proveniente de la subasta de tierras públicas, donaciones, contribuciones extraordinarias y con gravámenes impositivos. Enterados de la expedición organizada por España al mando del General Murillo dispuesta a zarpar hacia territorio americano José de San Martín reúne al pueblo mendocino el 6 de junio de 1815 y le informa del acercamiento de los diez mil soldados realistas y solicita ayuda que el pueblo cuyano aportó con creces; Remedios de Escalada encabezó el grupo de damas que donaron sus joyas y bienes a la causa. El Ejército del Norte al mando de Rondeau es vencido debiendo recular a Salta; Chile está bajo el total dominio español y el General Murillo y sus diez mil hombres en vez de desembarcar en el Río de la Plata lo hacen en Venezuela destruyendo las tropas reorganizadas de Bolívar y cometiendo atrocidades en las poblaciones. La suerte de la independencia americana quedaba en manos de un pequeño ejército al mando de José de San Martín que debía decidir con premura los detalles de la próxima jugada, que, quizás sin ser la última, sería decisiva en lo inmediato. Formado el Congreso en Buenos Aires se designa a Pueyrredón, con el beneplácito de los miembros de la Logia Lautaro, como Director Supremo. José de San Martín le hace saber a éste sobre su plan (que Pueyrredón ya conocía por ser parte de la logia) y envía suministros para la campaña. Mientras se cumplía este trámite José de San Martín realiza tareas de espionaje en Chile (San Martín envía a Condarco con un mensaje para Marcó del Pont -el anuncio de la declaración de la independencia del 9 de julio-, regente de allende el mar, por el cruce más largo –Los Patos- para que, enviado de regreso por Uspallata –el paso más corto-, pudiese realizar un croquis detallado del camino), intentado conseguir el apoyo de los pobladores, y corriendo la noticia falsa de una posible partida hacia el Alto Perú por la vía continental sin el cruce de los Andes. A su vez Guillermo Brown, junto a Hipólito Bouchard dobla el Cabo de Hornos y asola las fortalezas de Chile, el Callao, Guayaquil, entre otros, lo que permitiría, además, conocer las fuerzas y las defensas del enemigo. En el Río de la Plata se intercepta correspondencia y se cometen actos de piratería a naves con destino a España, ganando información esencial y suministros. El 15 de julio se reúnen San Martín y Pueyrredón en Córdoba para ultimar los detalles de la expedición. El 1º de agosto José de San Martín es nombrado General en Jefe del Ejército de los Andes. El 5 de enero de 1817 el ejército integrado por cuatro mil soldados, luego de haber entrenado en el campamento de El Plumerillo juran la bandera en la ciudad de Mendoza. José de San Martín corría informes distintos y en su mayoría falsos sobre el lugar donde realizaría el cruce. Dos divisiones cruzarían por Los Patos al mando de O´Higgins y Soler, otra por Uspallata al mando de Las Heras, una ligera a las órdenes de Cabot, otras lo harían por distintos sectores, debiendo aparecer todas al mismo tiempo (entre el 6 y el 8 de febrero) en territorio chileno. Chacabuco dejó un saldo de 500 realistas muertos, 600 prisioneros y muchos pertrechos mientras que sólo 12 sudamericanos resultaron heridos de muerte y 120 con heridas de diferente consideración. José de San Martín demuestra así sus enormes dotes como militar. El 14 de febrero ingresa triunfal a Santiago de Chile. Elegido Gobernador del país andino renuncia a su cargo a favor de O´Higgins. Mientras tanto, Montevideo caía en manos portuguesas y el Ejército del Norte continuaba cosechando derrotas, aunque Güemes resistía heroicamente. Un mes más tarde José de San Martín cruza nuevamente la cordillera rumbo a Buenos Aires, donde llega de incógnito con el objetivo de lograr que el gobierno porteño iniciara acciones para conseguir que Inglaterra enviase una flota para trasladar al ejército unido (el chileno y de los Andes) hasta Lima y eliminar el dominio de los mares del Pacífico por parte de los realistas. De regreso y como Generalísimo del Ejército Unido José de San Martín propone al Virrey el canje de prisioneros aunque el verdadero objetivo era el enviar un mensajero para conocer el plan del enemigo. La estratagema dio resultado proveyendo información sobre un embarque de hombres en cuatro fragatas para recuperar Chile. Los cinco mil soldados españoles le asestan un golpe a las divisiones de O´Higgins (quien resultó herido) en Cancharrayada; la batalla de Maipú torció la fortuna española y la convirtió en una terrible derrota a manos de José de San Martín. Éste retorna a Buenos Aires para continuar y apurar las tratativas de la formación de la flota aunque el sigilo pretendido por el libertador es roto por Pueyrredón que le brinda un agasajo público. Parte hacia Chile con la promesa del gobierno de un préstamo para la construcción de la flota. Llegado y demorado en Mendoza por una nevada recibe la noticia de que la promesa nunca sería realidad. En consecuencia decide renunciar a su empresa, generando desesperación entre sus hombres y el propio gobierno que termina autorizando el empréstito. La flota queda conformada y pronto domina las aguas del Pacífico Sur. Arriba entonces a Valparaíso Lord Cochrane, escocés, que supo luchar por Inglaterra y que aceptó la propuesta de José de San Martín de unirse a la aventura libertadora (se cree que sus motivaciones eran económicas, considerándoselo como un mercenario). Las victorias se suceden mientras que España ordena la partida de 20000 soldados al mando de O´Donnell, conde del Abisbal. San Martín retorna a Mendoza con una parte del Ejército de los Andes y logra que los caudillos de la mesopotamia argentina (apoyados por fuerzas portuguesas) lleguen a un armisticio con el gobierno central en cuanto a sus reclamos federalistas. El país pujaba internamente con armas entre los unitarios centralistas y los federales, que pretendía impedir la hegemonía y la dominación del gobierno porteño. Llamado a reprimir a las provincias disidentes del gobierno central José de San Martín se niega a derramar sangre hermana. Renuncia Pueyrredón y llegan noticias de Cádiz de la sublevación de las tropas españolas por lo que la expedición no partiría hacia Buenos Aires. Sin embargo, el verdadero problema era interno; gran número de provincias sublevadas y alzadas en armas contra las tropas nacionales. José de San Martín sufre nuevamente problemas de salud (podría haberse tratado de excusas para no intervenir en las guerras intestinas de su pueblo) instalándose en Santiago de Chile para su recuperación.
La autoridad del Ejército de los Andes ya no recaía en la cabeza de José de San Martín, quien había sido nombrado por el Director Supremo saliente; el propio San Martín informa este hecho a sus hombres y les pide que sean ellos quienes, ante al caos del gobierno argentino, elijan a su comandante. Obviamente sus hombres lo aclaman. Al frente del Ejército Unido desembarca en Perú mientras que el Virrey concentraba sus fuerzas en Lima. Promueve la sublevación de la población local, libera los esclavos y crea el escudo y la bandera peruana. En enero de 1821 sitia Lima; el Virrey es derrocado por una sublevación y asume de la Serna e Hinojosa (pariente de la madre de Ernesto Che Guevara), quien invita a José de San Martín a negociar, lo cual fracaso debido a las posiciones irreconciliables de las partes. En marzo arriba al Perú el encargado del nuevo gobierno de España para lograr una solución pacífica. El 2 de junio se reúnen José de San Martín y de la Serna, delegados ambos de sus respectivos bandos, en el que libertador propone una monarquía constitucional con un príncipe europeo. Los acuerdos no llegan y el Perú es tomado por los independentistas en una sucesión de victorias por todo el continente. El 28 de julio se proclama la independencia del Perú. El 4 de agosto José de San Martín es nombrado Protector y cabeza del gobierno, cargo al que dimitirá el 20 de septiembre. Durante su dirigencia se realizaron reformas sociales importantísimas (libertad de vientre, manumisión de esclavos, eliminación servicios de indígenas y de la Inquisición, etc). Callao todavía resistía pero pronto fue víctima de la paciencia de los libertadores que habían sitiado la fortaleza hasta su caída el 21 de septiembre. Los ejércitos realistas tenían aún dos bastiones: Quito y el sur del Perú, prontamente tomados por los ejércitos libertadores.
El 20 de septiembre se embarca con rumbo a Chile encontrándose con su amigo O´Higgins. El 3 de agosto de 1823 muere Remedios de Escalada; el 4 de diciembre llega a Mendoza para hacerse cargo de su hija Mercedes y el 10 de febrero de 1824 parte hacia Francia, donde escribe las “máximas” para su hija. En 1827 ofreció sus servicios a las autoridades argentinas con motivo de la guerra con Brasil y en 1829 quiso mediar en las disidencias internas entre los centralistas de la capital y los federalistas de las provincias, a los que siempre se había opuesto; viajó a Buenos Aires, aunque permaneció en Montevideo y regresó a Europa. Alejandro Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir y amigo íntimo del General, ayudó a su instalación en París en 1830 desde donde escribió numerosas cartas a los dirigentes argentinos. Casi ciego, en 1848 se trasladó a Boulogne-sur-Mer (Francia), donde murió el 17 de agosto de 1850.
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Gobernador de Cuyo, que lo hizo para juntar su gente y dinero para el cruce de los Andes, y rechazo el de Protector del Peru y el de jefe de estado de Chile.
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Biografia de Don Jose de San Martín
José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, actual provincia de Corrientes, República Argentina. Quinto hijo de Juan de San Martín, español de nacimiento, teniente gobernador del departamento perteneciente al Virreinato del Río de la Plata, y de Gregoria Matorras, sobrina de quien fuera conquistador del Chaco: Jerónimo Matorras. (Existen versiones bastante fuertes sobre un origen distinto; se sostiene, en algunos casos bastante fundadamente que fue hijo de Alvear y una indígena que lo dio en entrega a la familia San Martín). Su padre, (según la historia oficial), Juan de San Martín nació en Cervatos de la Cueza, España, ingresando como voluntario en el ejército real. Como teniente y con diecisiete años de servicio, fue enviado al Río de la Plata en 1765. A los diez años de edad, José de San Martín debió trasladarse junto a su familia a España, ingresando al Seminario de Nobles de la capital ibérica debido a que su padre fue ascendido y destinado a Málaga.
Don José de San Martín
Estatua de San Martin en La Patagonia Argentina En 1789 inicia su carrera militar en el regimiento de Murcia donde combatirá en las dominaciones españolas en el África (Melilla y Orán). Combatió contra los corsarios berberiscos y fue herido en 1791 en el sitio de Orán. En 1793 es ascendido a subteniente segundo, primero en 1794 y segundo teniente en 1795, por su participación en las luchas contra los franceses en la Guerra de la Convención. En su lucha en la Guerra de las Naranjas frente a Portugal, es ascendido a capitán de infantería; distinta suerte tuvo su regimiento en el combate naval contra la flota inglesa que un año después se ve en la necesidad de rendirse. Ascendido a Capitán de Segunda de infantería ligera continúa sus luchas en el sur de España, Gibraltar y Cádiz.
En el año 1808 el rey español Fernando VII es capturado por Napoleón Bonaparte que invade España y nombra a su hermano como rey del país peninsular. Los españoles estallan en rebelión contra el gobierno francés y se establece una Junta de Gobierno situada en Sevilla y luego en Cádiz. La Junta, teniendo en cuenta el desempeño de José de San Martín en la lucha de los Pirineos contra los galos, lo nombran Ayudante de Primera del Regimiento de Voluntarios de Campo Mayor. El 19 de julio de 1808 los franceses son derrotados en la batalla de Baylén; en virtud del valor demostrado en acción en la mencionada batalla, es ascendido a Capitán del Regimiento de Borbón. El desempeño de José de San Martín también le valen la medalla de oro y un nuevo ascenso al grado de Teniente Coronel. Lucha del bando aliado (España, Inglaterra y Portugal) bajo el mando del General Beresford, hasta el año 1811. En ese ínterin conoce a un noble escocés que lo introduce en logias masónicas: lord Macduff. En 1811 viaja, por intermedio de este personaje, a Inglaterra a encontrarse con miembros de una logia (Alvear, Zapiola, Bello, etc) fundada por Francisco de Miranda. Por alguna razón que los historiadores no son unívocos en señalar (quizás por su verdadero origen, tal vez por que hubiese sufrido discriminaciones en el ejército español; supuestamente seducido por Miranda o por razones de ambición personal), José de San Martín acepta ser parte de la campaña libertadora de América.
Imagen de José de San Martín
George Cannig es el nombre de la fragata inglesa que traslada a José de San Martín hacia Buenos Aires, capital de la República Argentina, en enero de 1812. En ese país se había constituido una junta (Junta Grande) que gobernaba en nombre del rey Fernando VII, mientras se hallaba prisionero. La junta designa a un triunvirato (Paso, Chiclana y Sarratea) como cuerpo ejecutivo que no se decide por la continuidad de la autoridad virreinal o por la autonomía, luego de haber declarado la independencia el 25 de mayo de 1810. Montevideo se rebela contra la autoridad de Buenos Aires; en Chile el cabildo se pronuncia por la independencia; en Bolivia los realistas avanzan sobre el norte del actual territorio argentino mientras es defendido por el ejército del norte al mando del General Manuel Belgrano; Paraguay también opta por la independencia. Este es el teatro de Sudamérica con el que se encuentra José de San Martín a su arribo; el Triunvirato le reconoció el grado de Teniente Coronel y le encomendó la creación de un escuadrón propio. Todo el año 1812 José de San Martín se dedicó a instruir a sus hombres la técnicas de combate aprendidas en las luchas contra Napoleón y forjando la personalidad de lo que sería el famoso Regimiento de Granaderos a Caballo. Forma parte, junto con Alvear, Zapiola, Pueyrredón, entre otros, (algunos dicen que fue su creador) de la Logia Lautaro (nombre de un caudillo araucano que defendió su pueblo de la conquista española), que, émula de la formada por Miranda y Bolívar, propendía a la planificación de la independencia americana. El 12 de septiembre de 1812 contrae matrimonio con María de los Remedios de Escalada, joven de familia patricia y distinguida. En octubre de ese año se nombra el segundo Triunvirato en Buenos Aires, con nombres impuestos por presión de la Logia sanmartiniana. (Paso, Rodríguez Peña y Alvarez Jonte); este movimiento se produce paralelamente a la victoria de Manuel Belgrano en Tucumán. El Triunvirato ordena el sitio de Montevideo; la Asamblea General Constituyente del año 1813, que tenía entre sus filas un alto número de miembros de la Logia Lautaro, se declara independiente de España, aprueba los colores de la bandera argentina y los símbolos patrios y se instaura la libertad de vientre.
Sargento Cabral: "muero contento"
1817: el cruce del Desierto
San Martín en la Batalla de Maipú
26 de julio de 1822: encuentro Simón Bolívar en la cité de Guayaquil, hoy Ecuador.
Estampilla de 1930
Paso de los Andes
Guillermo Brown
O'Higgins
Escudo de Armas de O'Donnell
Thomas Cochrane
José Rondeau
Güemes
Hipólito Bouchard
San Martín próximo a su muerte
Los realistas que ocupaban Montevideo (capital del actual Uruguay) realizaban frecuentes incursiones sobre el litoral argentino saqueando y asesinando a los pobladores de la costa del Río Paraná. José de San Martín es encomendado para la protección de las mismas, enterado el gobierno central del próximo desembarco de una escuadra española. Once naves y unos trescientos soldados fueron divisados y seguidos por las huestes del entonces Coronel José de San Martín. Fondeados frente al monasterio de San Carlos, pueblo de San Lorenzo, Rosario, los realistas son sorprendidos por los granaderos el 3 de febrero de 1813, formados en dos columnas que atacaron de lado a los invasores, venciéndolos en pocos minutos y obligándolos a huir haciendo abandono de armas y estandartes. El caballo de José de San Martín es derribado atrapando la pierna del Coronel; el granadero Baigorria es el primero en salvar a su superior del ataque enemigo y Cabral pasará a la historia por el hecho de ser herido de muerte al mover el caballo del libertador y pronunciar las heroicas palabras “!muero contento, hemos batido al enemigo!”. Entretanto, el Comandante Guillermo Brown derrota a las flotas realistas del Río de la Plata y sitia Montevideo hasta su rendición en 1814. Los españoles llegan a la conclusión que esa no era la vía de entrada para la recuperación de los territorios del sur, concentrando todas sus fuerzas en Lima y continuar resistiendo en el Alto Perú (actual Bolivia). Cada vez que un ejército independentista intentaba internarse en el altiplano era derrotado. Eso le sucede al General Manuel Belgrano que, luego de obtener importantes victorias en defensa de la frontera norte, cuando intentaba perseguir a los españoles o avanzar hacia el norte, resultaba derrotado, como en Vilcapugio y Ayohuma. En la posta de Yatasto se reúne Belgrano con José de San Martín, enviado por el Triunvirato con tropas de refuerzo. José de San Martín toma el mando del ejército y Belgrano se transforma en un subordinado y amigo; el futuro libertador incorpora nuevos reclutas y le imparte nuevas instrucciones. Sostiene la frontera con el ejército renovado frente al peligro que suponían los realistas al mando del General Pezuela; pero José de San Martín no estaba solo. Cuando decide partir en busca de otra vía para llegar a Lima, deja la defensa del norte de los territorios al jefe de un grupo de gauchos, salteño, gran conocedor del terreno, con una valentía sin igual y con una inteligencia sobresaliente: Martín Miguel de Güemes.
José de San Martín se dispone entonces a llevar a cabo lo que él llamaba su secreto: la conquista de la capital del virreinato por la vía del Pacífico cruzando la Cordillera de los Andes y accediendo a Lima por mar. Este “secreto” era conocido sólo por algunos de los miembros de la Logia (el plan surge de un personaje inglés –Mayland- que se cree se trataba del propio Francisco de Miranda o por lo menos que éste fue el verdadero autor de la estrategia). En abril de 1814 José de San Martín cae enfermo, por lo que debe recluirse en la provincia de Córdoba dejando al General Cruz al mando del ejército; el estado de salud es delicado por lo que deberá permanecer inactivo bastante tiempo. La Asamblea de Buenos Aires había disuelto el Triunvirato y nombrado un Director Supremo de las Provincias Unidas: Gervasio Posadas. Éste designa a José de San Martín como Gobernador Intendente de Cuyo. Entretanto, el Reino de Chile (independiente de los realistas) se encontraba en peligro; O´Higgins y Carreras son aniquilados por los ejércitos españoles en Rancagua, lo que deja desprovista de defensa a Santiago, su capital. Carreras y sus hombres huyen refugiándose en Cuyo. Chile, Venezuela y el Alto Perú sucumbieron a manos realistas (Bolívar y Mariño se hallan refugiados en Cartagena); Fernando VII, luego de la derrota y del apresamiento de Napoleón, retoma el mando condenando a muerte a todos los que se opusieran a su soberanía, por aquella época, sólo los pueblos del Río de la Plata. España prepara entonces una expedición de diez mil hombres que llegarían a puertos sudamericanos a sojuzgar a los rebeldes independentistas. En 1815 renuncia Posadas como Director Supremo y asume Carlos María de Alvear, quien estaba enfrentado con San Martín; ordena el nombramiento del General Perdriel como Gobernador de Cuyo, lo que produce grandes cortocircuitos en la ciudad de Mendoza.
El Cabildo mendocino solicita a Alvear que mantenga en el cargo a José de San Martín alegando un peligro cierto de invasión realista por el oeste. Si bien accede a la petición, ya los cabildos de las provincias de la región y la gente de los pueblos de Mendoza, San Luis y San Juan confirman el cargo del General y resultó aclamado como Gobernador. Una vez confirmado en su cargo y conciente del poder obtenido se dedica a la formación del Ejército de los Andes; el pueblo mendocino aportó hombres, joyas, alimentos, trabajo (de hombres y mujeres) y dinero proveniente de la subasta de tierras públicas, donaciones, contribuciones extraordinarias y con gravámenes impositivos. Enterados de la expedición organizada por España al mando del General Murillo dispuesta a zarpar hacia territorio americano José de San Martín reúne al pueblo mendocino el 6 de junio de 1815 y le informa del acercamiento de los diez mil soldados realistas y solicita ayuda que el pueblo cuyano aportó con creces; Remedios de Escalada encabezó el grupo de damas que donaron sus joyas y bienes a la causa.
El Ejército del Norte al mando de Rondeau es vencido debiendo recular a Salta; Chile está bajo el total dominio español y el General Murillo y sus diez mil hombres en vez de desembarcar en el Río de la Plata lo hacen en Venezuela destruyendo las tropas reorganizadas de Bolívar y cometiendo atrocidades en las poblaciones. La suerte de la independencia americana quedaba en manos de un pequeño ejército al mando de José de San Martín que debía decidir con premura los detalles de la próxima jugada, que, quizás sin ser la última, sería decisiva en lo inmediato. Formado el Congreso en Buenos Aires se designa a Pueyrredón, con el beneplácito de los miembros de la Logia Lautaro, como Director Supremo. José de San Martín le hace saber a éste sobre su plan (que Pueyrredón ya conocía por ser parte de la logia) y envía suministros para la campaña. Mientras se cumplía este trámite José de San Martín realiza tareas de espionaje en Chile (San Martín envía a Condarco con un mensaje para Marcó del Pont -el anuncio de la declaración de la independencia del 9 de julio-, regente de allende el mar, por el cruce más largo –Los Patos- para que, enviado de regreso por Uspallata –el paso más corto-, pudiese realizar un croquis detallado del camino), intentado conseguir el apoyo de los pobladores, y corriendo la noticia falsa de una posible partida hacia el Alto Perú por la vía continental sin el cruce de los Andes. A su vez Guillermo Brown, junto a Hipólito Bouchard dobla el Cabo de Hornos y asola las fortalezas de Chile, el Callao, Guayaquil, entre otros, lo que permitiría, además, conocer las fuerzas y las defensas del enemigo. En el Río de la Plata se intercepta correspondencia y se cometen actos de piratería a naves con destino a España, ganando información esencial y suministros. El 15 de julio se reúnen San Martín y Pueyrredón en Córdoba para ultimar los detalles de la expedición. El 1º de agosto José de San Martín es nombrado General en Jefe del Ejército de los Andes. El 5 de enero de 1817 el ejército integrado por cuatro mil soldados, luego de haber entrenado en el campamento de El Plumerillo juran la bandera en la ciudad de Mendoza. José de San Martín corría informes distintos y en su mayoría falsos sobre el lugar donde realizaría el cruce. Dos divisiones cruzarían por Los Patos al mando de O´Higgins y Soler, otra por Uspallata al mando de Las Heras, una ligera a las órdenes de Cabot, otras lo harían por distintos sectores, debiendo aparecer todas al mismo tiempo (entre el 6 y el 8 de febrero) en territorio chileno. Chacabuco dejó un saldo de 500 realistas muertos, 600 prisioneros y muchos pertrechos mientras que sólo 12 sudamericanos resultaron heridos de muerte y 120 con heridas de diferente consideración. José de San Martín demuestra así sus enormes dotes como militar. El 14 de febrero ingresa triunfal a Santiago de Chile. Elegido Gobernador del país andino renuncia a su cargo a favor de O´Higgins. Mientras tanto, Montevideo caía en manos portuguesas y el Ejército del Norte continuaba cosechando derrotas, aunque Güemes resistía heroicamente. Un mes más tarde José de San Martín cruza nuevamente la cordillera rumbo a Buenos Aires, donde llega de incógnito con el objetivo de lograr que el gobierno porteño iniciara acciones para conseguir que Inglaterra enviase una flota para trasladar al ejército unido (el chileno y de los Andes) hasta Lima y eliminar el dominio de los mares del Pacífico por parte de los realistas.
De regreso y como Generalísimo del Ejército Unido José de San Martín propone al Virrey el canje de prisioneros aunque el verdadero objetivo era el enviar un mensajero para conocer el plan del enemigo. La estratagema dio resultado proveyendo información sobre un embarque de hombres en cuatro fragatas para recuperar Chile. Los cinco mil soldados españoles le asestan un golpe a las divisiones de O´Higgins (quien resultó herido) en Cancharrayada; la batalla de Maipú torció la fortuna española y la convirtió en una terrible derrota a manos de José de San Martín. Éste retorna a Buenos Aires para continuar y apurar las tratativas de la formación de la flota aunque el sigilo pretendido por el libertador es roto por Pueyrredón que le brinda un agasajo público. Parte hacia Chile con la promesa del gobierno de un préstamo para la construcción de la flota. Llegado y demorado en Mendoza por una nevada recibe la noticia de que la promesa nunca sería realidad. En consecuencia decide renunciar a su empresa, generando desesperación entre sus hombres y el propio gobierno que termina autorizando el empréstito. La flota queda conformada y pronto domina las aguas del Pacífico Sur. Arriba entonces a Valparaíso Lord Cochrane, escocés, que supo luchar por Inglaterra y que aceptó la propuesta de José de San Martín de unirse a la aventura libertadora (se cree que sus motivaciones eran económicas, considerándoselo como un mercenario). Las victorias se suceden mientras que España ordena la partida de 20000 soldados al mando de O´Donnell, conde del Abisbal. San Martín retorna a Mendoza con una parte del Ejército de los Andes y logra que los caudillos de la mesopotamia argentina (apoyados por fuerzas portuguesas) lleguen a un armisticio con el gobierno central en cuanto a sus reclamos federalistas. El país pujaba internamente con armas entre los unitarios centralistas y los federales, que pretendía impedir la hegemonía y la dominación del gobierno porteño. Llamado a reprimir a las provincias disidentes del gobierno central José de San Martín se niega a derramar sangre hermana. Renuncia Pueyrredón y llegan noticias de Cádiz de la sublevación de las tropas españolas por lo que la expedición no partiría hacia Buenos Aires. Sin embargo, el verdadero problema era interno; gran número de provincias sublevadas y alzadas en armas contra las tropas nacionales. José de San Martín sufre nuevamente problemas de salud (podría haberse tratado de excusas para no intervenir en las guerras intestinas de su pueblo) instalándose en Santiago de Chile para su recuperación.
Una vez confirmado en su cargo y conciente del poder obtenido se dedica a la formación del Ejército de los Andes; el pueblo mendocino aportó hombres, joyas, alimentos, trabajo (de hombres y mujeres) y dinero proveniente de la subasta de tierras públicas, donaciones, contribuciones extraordinarias y con gravámenes impositivos. Enterados de la expedición organizada por España al mando del General Murillo dispuesta a zarpar hacia territorio americano José de San Martín reúne al pueblo mendocino el 6 de junio de 1815 y le informa del acercamiento de los diez mil soldados realistas y solicita ayuda que el pueblo cuyano aportó con creces; Remedios de Escalada encabezó el grupo de damas que donaron sus joyas y bienes a la causa. El Ejército del Norte al mando de Rondeau es vencido debiendo recular a Salta; Chile está bajo el total dominio español y el General Murillo y sus diez mil hombres en vez de desembarcar en el Río de la Plata lo hacen en Venezuela destruyendo las tropas reorganizadas de Bolívar y cometiendo atrocidades en las poblaciones. La suerte de la independencia americana quedaba en manos de un pequeño ejército al mando de José de San Martín que debía decidir con premura los detalles de la próxima jugada, que, quizás sin ser la última, sería decisiva en lo inmediato. Formado el Congreso en Buenos Aires se designa a Pueyrredón, con el beneplácito de los miembros de la Logia Lautaro, como Director Supremo. José de San Martín le hace saber a éste sobre su plan (que Pueyrredón ya conocía por ser parte de la logia) y envía suministros para la campaña. Mientras se cumplía este trámite José de San Martín realiza tareas de espionaje en Chile (San Martín envía a Condarco con un mensaje para Marcó del Pont -el anuncio de la declaración de la independencia del 9 de julio-, regente de allende el mar, por el cruce más largo –Los Patos- para que, enviado de regreso por Uspallata –el paso más corto-, pudiese realizar un croquis detallado del camino), intentado conseguir el apoyo de los pobladores, y corriendo la noticia falsa de una posible partida hacia el Alto Perú por la vía continental sin el cruce de los Andes. A su vez Guillermo Brown, junto a Hipólito Bouchard dobla el Cabo de Hornos y asola las fortalezas de Chile, el Callao, Guayaquil, entre otros, lo que permitiría, además, conocer las fuerzas y las defensas del enemigo. En el Río de la Plata se intercepta correspondencia y se cometen actos de piratería a naves con destino a España, ganando información esencial y suministros. El 15 de julio se reúnen San Martín y Pueyrredón en Córdoba para ultimar los detalles de la expedición. El 1º de agosto José de San Martín es nombrado General en Jefe del Ejército de los Andes. El 5 de enero de 1817 el ejército integrado por cuatro mil soldados, luego de haber entrenado en el campamento de El Plumerillo juran la bandera en la ciudad de Mendoza. José de San Martín corría informes distintos y en su mayoría falsos sobre el lugar donde realizaría el cruce. Dos divisiones cruzarían por Los Patos al mando de O´Higgins y Soler, otra por Uspallata al mando de Las Heras, una ligera a las órdenes de Cabot, otras lo harían por distintos sectores, debiendo aparecer todas al mismo tiempo (entre el 6 y el 8 de febrero) en territorio chileno. Chacabuco dejó un saldo de 500 realistas muertos, 600 prisioneros y muchos pertrechos mientras que sólo 12 sudamericanos resultaron heridos de muerte y 120 con heridas de diferente consideración. José de San Martín demuestra así sus enormes dotes como militar. El 14 de febrero ingresa triunfal a Santiago de Chile. Elegido Gobernador del país andino renuncia a su cargo a favor de O´Higgins. Mientras tanto, Montevideo caía en manos portuguesas y el Ejército del Norte continuaba cosechando derrotas, aunque Güemes resistía heroicamente. Un mes más tarde José de San Martín cruza nuevamente la cordillera rumbo a Buenos Aires, donde llega de incógnito con el objetivo de lograr que el gobierno porteño iniciara acciones para conseguir que Inglaterra enviase una flota para trasladar al ejército unido (el chileno y de los Andes) hasta Lima y eliminar el dominio de los mares del Pacífico por parte de los realistas. De regreso y como Generalísimo del Ejército Unido José de San Martín propone al Virrey el canje de prisioneros aunque el verdadero objetivo era el enviar un mensajero para conocer el plan del enemigo. La estratagema dio resultado proveyendo información sobre un embarque de hombres en cuatro fragatas para recuperar Chile. Los cinco mil soldados españoles le asestan un golpe a las divisiones de O´Higgins (quien resultó herido) en Cancharrayada; la batalla de Maipú torció la fortuna española y la convirtió en una terrible derrota a manos de José de San Martín. Éste retorna a Buenos Aires para continuar y apurar las tratativas de la formación de la flota aunque el sigilo pretendido por el libertador es roto por Pueyrredón que le brinda un agasajo público. Parte hacia Chile con la promesa del gobierno de un préstamo para la construcción de la flota. Llegado y demorado en Mendoza por una nevada recibe la noticia de que la promesa nunca sería realidad. En consecuencia decide renunciar a su empresa, generando desesperación entre sus hombres y el propio gobierno que termina autorizando el empréstito. La flota queda conformada y pronto domina las aguas del Pacífico Sur. Arriba entonces a Valparaíso Lord Cochrane, escocés, que supo luchar por Inglaterra y que aceptó la propuesta de José de San Martín de unirse a la aventura libertadora (se cree que sus motivaciones eran económicas, considerándoselo como un mercenario). Las victorias se suceden mientras que España ordena la partida de 20000 soldados al mando de O´Donnell, conde del Abisbal. San Martín retorna a Mendoza con una parte del Ejército de los Andes y logra que los caudillos de la mesopotamia argentina (apoyados por fuerzas portuguesas) lleguen a un armisticio con el gobierno central en cuanto a sus reclamos federalistas. El país pujaba internamente con armas entre los unitarios centralistas y los federales, que pretendía impedir la hegemonía y la dominación del gobierno porteño. Llamado a reprimir a las provincias disidentes del gobierno central José de San Martín se niega a derramar sangre hermana. Renuncia Pueyrredón y llegan noticias de Cádiz de la sublevación de las tropas españolas por lo que la expedición no partiría hacia Buenos Aires. Sin embargo, el verdadero problema era interno; gran número de provincias sublevadas y alzadas en armas contra las tropas nacionales. José de San Martín sufre nuevamente problemas de salud (podría haberse tratado de excusas para no intervenir en las guerras intestinas de su pueblo) instalándose en Santiago de Chile para su recuperación.
La autoridad del Ejército de los Andes ya no recaía en la cabeza de José de San Martín, quien había sido nombrado por el Director Supremo saliente; el propio San Martín informa este hecho a sus hombres y les pide que sean ellos quienes, ante al caos del gobierno argentino, elijan a su comandante. Obviamente sus hombres lo aclaman. Al frente del Ejército Unido desembarca en Perú mientras que el Virrey concentraba sus fuerzas en Lima. Promueve la sublevación de la población local, libera los esclavos y crea el escudo y la bandera peruana. En enero de 1821 sitia Lima; el Virrey es derrocado por una sublevación y asume de la Serna e Hinojosa (pariente de la madre de Ernesto Che Guevara), quien invita a José de San Martín a negociar, lo cual fracaso debido a las posiciones irreconciliables de las partes. En marzo arriba al Perú el encargado del nuevo gobierno de España para lograr una solución pacífica. El 2 de junio se reúnen José de San Martín y de la Serna, delegados ambos de sus respectivos bandos, en el que libertador propone una monarquía constitucional con un príncipe europeo. Los acuerdos no llegan y el Perú es tomado por los independentistas en una sucesión de victorias por todo el continente. El 28 de julio se proclama la independencia del Perú. El 4 de agosto José de San Martín es nombrado Protector y cabeza del gobierno, cargo al que dimitirá el 20 de septiembre. Durante su dirigencia se realizaron reformas sociales importantísimas (libertad de vientre, manumisión de esclavos, eliminación servicios de indígenas y de la Inquisición, etc). Callao todavía resistía pero pronto fue víctima de la paciencia de los libertadores que habían sitiado la fortaleza hasta su caída el 21 de septiembre. Los ejércitos realistas tenían aún dos bastiones: Quito y el sur del Perú, prontamente tomados por los ejércitos libertadores.
El 20 de septiembre se embarca con rumbo a Chile encontrándose con su amigo O´Higgins. El 3 de agosto de 1823 muere Remedios de Escalada; el 4 de diciembre llega a Mendoza para hacerse cargo de su hija Mercedes y el 10 de febrero de 1824 parte hacia Francia, donde escribe las “máximas” para su hija. En 1827 ofreció sus servicios a las autoridades argentinas con motivo de la guerra con Brasil y en 1829 quiso mediar en las disidencias internas entre los centralistas de la capital y los federalistas de las provincias, a los que siempre se había opuesto; viajó a Buenos Aires, aunque permaneció en Montevideo y regresó a Europa. Alejandro Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir y amigo íntimo del General, ayudó a su instalación en París en 1830 desde donde escribió numerosas cartas a los dirigentes argentinos. Casi ciego, en 1848 se trasladó a Boulogne-sur-Mer (Francia), donde murió el 17 de agosto de 1850.
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Fecha Actualizacion Junio 2006
Gobernador de Cuyo, que lo hizo para juntar su gente y dinero para el cruce de los Andes, y rechazo el de Protector del Peru y el de jefe de estado de Chile.